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Capítulo 19: Bienvenido sea el novio


Las siete en punto de la tarde. Kesha terminó sus deberes, se estiró, cansada en la silla giratoria de la mesa de escritorio de su cuarto y resopló.
-¡Vaya día...!-Murmuró para sí.
Se llevó las manos al coletero y se puso más fuerte la coleta. Se bajó de la silla, cogió el ordenador y se sentó en la cama, con los pies cruzados y el portátil en frente.
Se encendió en pocos minutos, se metió en internet y esperó a que el msn se cargara.
Cogió su móvil que estaba en su mesita de noche y vio si tenía algún mensaje en el Whatsapp.
Tenía un mensaje de Yuriko.
Lo miró y ponía:
-Hola, ¿estás estudiando? Seguro que si, porque eres una empollona... sin ofender, claro, jeje. Bueno, que si tienes algún problemas con los apuntes, no dudes en llamarme y preguntarme, ¿oki doki? Bss nena.-Y al lado una carita sonriente.
La pelirroja le contestó:
-Sí, estaba estudiando y no vuelvas a llamarme empollona o te arranco la cabeza.-Una carita sonriente, en modo sarcástico.-No he tenido ningún problema, pero gracias.. Besos!!
Enviar.
La chica dio pequeños toquecitos en el colchón de su cama, aquel ordenador tardaba demasiado en conectarse.
-Pero qué le pasa..-Se preguntó.
Al fin apareció la página del msn.
-¡Por fin!-Exclamó.
Cambió su estado a Conectada y comenzó a mirar sus contactos. Yuriko no estaba, pero un mensaje de móvil le hizo comprobar que su amiga estaba hablando por el Whatsapp.
-Empollona, empollona, empollona...¿Me has arrancado la cabeza? Veo que no.
La pelirroja resopló.
-No me tientes..-Escribió.
Volvió a mirar el msn. Bryan estaba conectado.
Lo puso en seguida.
-Hola.-Tecleó.
Tras unos segundos el chico le contestó.
-Hola.
A la pelirroja le llegó una petición de videochat. Lo aceptó enseguida.
Se vieron cara a cara. Él, sentado en su cama, con una camiseta blanca y una camisa encima a cuadros, con unos vaqueros azules.
Ella con el pijama de una vaquita. La camiseta negra, con una vaca y bajo ellas unas letras en azul: I LOVE MOO.
El pantalón parecido a la pie de una vaca, con el cordón azul.


-Me encanta tu pijama.-Señaló el chico con una sonrisa.
Ella se miró y sonrió.
-¡A mí también! ¿A que es precioso?
-Sí. Te queda muy bien.
-Mira, parezco una modelo y todo.
La chica se levantó, dejó el portátil en la cama y levantó un poco la cámara para que pudiese verla mejor. Se puso una mano en la cintura y comenzó a caminar como si de una modelo se tratase. Una vuelta sobre sí misma y le regaló un beso en el aire.
Él soltó una carcajada.
-Me ha encantado mi baile personal.
-¿Sí? Pues ese era el único que tenía. Se han acabado los bailes por hoy.
Y ambos sonrieron.
El pitido del móvil de la chica los sobresaltó.
-Yuriko.-Indicó moviendo el móvil.
-Espero que no vuelva a ser otra clase de japonés. En la otra ya me dio bastante. No sé como aguanté.
Kesha soltó una carcajada.
-Tampoco fue para tanto.
-Si...
Se calla, mientras ella lee el mensaje.
-No te tiento porque me tengo que ir ya, pero que sepas que mañana vuelvo a molestarte. Un beso.-La frase acompañada de un lacasito amarillo guiñando un ojo y dándose la vuelta.
-Adiós. Un beso. Hasta mañana.-Y una carita besando a otra.
Apagó el móvil.
Miró a su amigo y sonrió.
-¿Qué? ¿Otra clase?-Preguntó él.
La chica negó con la cabeza.
-No. Ya no, y mucho mejor. No le recuerdes lo de la clase por si acaso. No vaya a ser que mañana nos de el día con el japonés.
-Sí, tienes razón.
Y de repente, la puerta de la chica se abrió.
Candy entró aceleradamente en el cuarto y miró a su hermana con una sonrisa.
-¿Qué tal?
-¿Qué tal qué?-Preguntó la pelirroja.
-Que, como estoy. ¿Estoy guapa?
La hermana mayor miró a su hermana detenidamente. Sí. Estaba realmente preciosa, y es que a sus dieciséis años, Candy era la chica más guapa de su clase y una de las más apreciadas en todo el instituto. Ese día llevaba un precioso vestido azul, de diferentes tonalidades, que entallaba perfectamente en sí. 


Su pelo dorado estaba onduado y le llegaba hasta la espalda. Iba maquillada, pero
poco. Su sonrisa natural le hacía especial y sus preciosos tacones que conjuntaban con el vestido le sentaban a la perfección.
-Sí. Estás preciosa.
-¿En serio?-La rubia sonrió mirándose detenenidamente.
-Sí. Cien por cien segura.
-Gracias. ¡Ah, por cierto! Cámbiate, viene William a cenar hoy. Dentro de media hora aproximadamente.
La pelirroja resopló.
-Podías habérmelo dicho antes.
-Estaba cambiándome y poniéndome mona...Lo siento..¡Adiós!-Y salió por la puerta, cerrándola tras de sí.
-Vale, Bryan. Tengo que dejarte. Ya lo has oído, ¿no?
-Sí. Pero me quedaré aquí. Quita la cam y después me enseñas como estás. Así te doy yo el visto bueno.
-Vale.
Apagaron la cam y Kesha escribió.
-Tardo unos minutos.-Y una carita sonriente al lado.
-Estaré esperando.
La chica abrió el armario.
Se puso un vestido celeste de flores, una chaqueta vaquera sin mangas y unas botas bajitas, marrones con tacón.


Se dejó el pelo suelto y bien peinado. Encendió la cam y miró a través de ella, donde su amigo estaba.
-¿Y bien?-Preguntó dando una vuelta sobre sí misma.
-Estás guapísima.
-¿En serio?
-Ajá.
-¡Qué bien! Gracias Bryan.
-Nos vemos mañana en clase.
-Sí. Adiós.
Un último saludo y ambos apagaron las cams.
La chica bajó.
-¿Qué tal estoy?-Preguntó a su hermana.
-Muy guapa. Espero que William no cambie de idea y te quiera a ti. Estás realmente preciosa.
-No me va a querer a mi, no seas tonta.
-Bueno... Eso espero que si no.-La rubia cogió un cuchillo y señaló a su hermana.-Te las verás conmigo.
La pelirroja soltó una carcajada, y su hermana esbozó una sonrisa.
Richard bajó, también elegante, con un traje de chaquet negro y una corbata rosa.
-¿Cómo estoy?-Preguntó con aire misterioso.
-Bien...-Respondió Candy. Intercambio de miradas entre las hermanas y volvieron a mirar a su padre.
-¿Y esa corbata?-Preguntaron al unísono.
-¿No os gusta? El rosa me queda extremadamente bien.
-Sí...-Asintió Kesha.-¿Pero no decías que odiabas ese color?
-Ya. Pero si me queda tan bien, no puedo rechazarla, ¿no?
Kesha y Candy se miraron. La verdad es que le sentaba de maravilla aquella corabata.
-Estás muy bien.-Sonrió Candy en último lugar.
La pequeña Susi bajó de las escaleras. Llevaba un precioso vestidito marrón claro, unos leotardos burdeos y los zapatos a juego.
-¡Qué guapa está mi niña!-Kesha se agachó y le dio un enorme abrazo.
-¿Estoy guapa de verdad?-Preguntó Susi.
-Preciosa.-Recalcó Candy esbozando una sonrisa.
Tras unos minutos preparando todo, el timbre los sobresaltó.
Candy fue la que abrió la puerta.
William, con un precioso traje de chaqueta negro y una preciosa sonrisa saludó:
-Hola.
Y ante a la atónita mirada de sus hijas, Richard se acercó a él y le dio un abrazo.
-Bienvenido sea el novio.
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Espero que os guste y...¡Comentad!

1 comentario:

  1. La ropa de las fotos era preciosa (y lo digo yo, que me pongo vestidos una vez al año xD)
    Bryan es genial, Kesha tiene mucha suerte de tenerlo como amigo :)
    Y me ha hecho mucha gracia Richard, es un personaje que me cae genial ;) Por cierto, me alegro de que haya aceptado a William tan abiertamente. "Bienvenido sea el novio" jajaja
    Un beso, intentaré continuar mañana ^^

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