Capítulo 17: Visita a Heather

Los rayos de luz que penetraron por la ventana, hicieron que Kesha abriese lentamente los ojos. Miró el reloj, que se depositaba en la mesita de noche que tenía al lado. Las diez y cuarto.

-¡Qué temprano!-Resopló. Se dio media vuelta y se acurrucó, para volverse a dormir de nuevo.

A pesar de estar unos cuantos minutos intentándolo, no lo logró.

Así, que se despertó, abrió el armario y se puso una camiseta, una cazadora y unos leggins negros. Así como el pelo suelto.

Bajó a la cocina, donde su padre preparaba un tazón de cereales para la hermana pequeña.

-Hola.-Saludó la pelirroja.

-Hola.-Susi movió energéticamente su mano derecha, y, saltando literalmente de su silla corrió hacia su hermana y le dio un sonoro beso en la mejilla.

-¿Cómo has dormido?-Preguntó Richard a su hija mayor.

-Pues muy bien. ¿Y tú?

-También.

Ambos sonrieron.

Kesha abrió el frigorífico, sacó un brik de leche. Cogió un vaso y la vertió. Un par de cucharadas de cola cao y ya está. Con la cuchara movió el vaso. Lo dejó en el microondas, después cogió una rebanada de pan y la puso en la tostadora; se huntó la mantequilla y la mermelada de fresa y comenzó a masticarla.

Le sobresaltó el pitido anunciando de que el Cola cao ya estaba listo. Cogió el vaso

con cuidado de no quemarse y lo dejó en la mesa. Se sentó y comenzó a desayunar tranquilamente.

Cuando terminó, comprobó que aún quedaba una hora para el encuentro, así que cogió una bonita tarjeta y le escribió:

"Nos alegramos de que ya estés bien, te echábamos muchísimo de menos.

Eres la chica malhumorada irónica del insituto, pero nosotros te apreciamos y queremos tal y como eres.

Te deseamos Feliz Navidad y esperamos que lo pases bien con nosotros en la gincana.

Besos y abrazos"

Después lo colocó en la caja musical y la cerró con sumo cuidado.

Aún sabiendo que era temprano, se despidió de su padre y de sus hermanas y salió.

Comenzó a caminar hacia la casa de Heather. Estaba un poco lejos de su casa, pero no le importaba, iba bien de tiempo.

Cuando llegó comprobó que aún no había nadie, se sentó en la acera y esperó un poco.

Un chico, alto, guapo, rubio de ojos claros y una sonrisa casi perfecta se acercó hacia ella.

-¿Por casualidad eres Kesha?-Preguntó él con una sonrisa.

La aludida se sorprendió notablemente. ¿Cómo podía saber su nombre? Se fijó bien en él, pero no llegó a la conclusión de que no lo conocía de nada.

-Sí..¿Cómo sabes quién soy?

-Tu hermana se llama Candy. Y la conozco.

¡Anda! Aquel chico era del que hablaba su hermana. La pelirroja se puso en pie y le dio dos besos. Había que reconocer, que el muchacho no estaba nada mal.

-Y..tú eres..

-William.-Se prensentó el chico.-William Holsen.

-Encantada.-Se quedó un breve instante en silencio y preguntó.-¿Cómo me has conocido?

-Tu hermana me ha enseñado fotos de ti y de tu familia. También tienes una hermana pequeña que se llama Susi, ¿no es verdad?

La chica asintió con la cabeza.

-Así es.

-Y tu padre se llama Richard.

-Ajá.

-¿Ves? Os conozco a todos.

-Pues al contrario que mi hermana, que fue ayer cuando nos habló de ti por primera vez.

-Lo sé. Me lo ha contado.. Dice que vuestro padre no se lo tomó demasiado bien, ¿no es así?

-Sí. Pero tienes que comprenderle, le llevas siete años a mi hermana. Y eso a mi padre, pues no le ha hecho mucha gracia.

-Ya.. Es normal.

Kesha vio como un coche aparcaba y de él salían los cinco chicos.

-Tengo que irme, William. He quedado.

-No te preocupes. Hasta otra.-Le dio dos besos y se marchó.

La chica se acercó junto a sus amigos con la bolsa y el ramo de flores en mano.

-Hola.-Saludó alegremente.

-¿Quién era ese?-Preguntó Niall intrigado.

-¿Te has puesto celoso, irlandés?-Le preguntó ella en tono pícaro.

-Para nada.-Contestó él en tono pasota.-Es por saber.

-El futuro novio de mi hermana Candy.

-¿Futuro novio? Pero..¿cuántos años tiene?-Preguntó Louis.

-Veintitres.

-¿Veintitres?-Preguntaron todos al unísono.

-Sí. Le saca unos añitos a mi hermana, pero.. los dos están enamorados el uno del otro.

-Bueno.. si es así. ¿Qué ha dicho tu padre?-Dijo Zayn.

-Al principio no se lo tomó bien. Pero al final, ha acabado aceptando. No ha tenido otro remedio.

-Ya...-Suspiró Harry.

-No parece mal chico.-Afirmó la pelirroja.

-Y ¿en qué trabaja?-Preguntó Liam.

-Ni idea. Mi hermana no nos ha contado mucho. Solo su edad y poco más, ni siquiera nos dijo su nombre ni mi padre lo conoce en persona.

-Bueno, mientras Candy lo conozca bien y sean felices.-Louis se encogió de hombros.

-Ya..-La pelirroja suspiró, pero intentando cambiar de tema dijo alegremente.-Mirad. He escrito una nota para Heather y se lo he metido en la caja musical.

-¿Nos lo enseñas?-Preguntó Harry ilusionado.

-¡Claro!-Exclamó la chica contenta. Abrió la caja musical y les enseñó la nota que llevaba dentro.

-La tarjeta es muy bonita.-Corroboró Liam.-¿Dónde la has encontrado?

-En casa. La tenía de cumpleaños y eso, y la he cogido.-Respondió la chica.

Tras observarla y leerla, la volvieron a meter en la caja.

Al fin, todos llegaron.

-¿Entramos?-Preguntó Kesha al ver que ya estaban todos.

Asintieron. Anduvieron hacia la puerta y fue Harry el que llamó al timbre.

-¡Voy!-Gritó Heather desde dentro.

Tras unos breves segundos la puerta se abrió.

-¡Sorpresa!-Gritaron todos.

La morena, se quedó sorprendida.

-Vaya, ¿qué hacéis todos aquí?-Preguntó.

-Hemos venido a visitarte, ya que hoy venías a casa.-Contestó Louis con un ápice de sonrisa.

-¡Oh, gracias! Pasad.-Invitó.-Estoy haciendo palomitas, ¿queréis?

-Vale.-Afirmó Niall.

-Tú siempre pensando en comer.-Le recriminó la pelirroja.

Fueron hacia el salón y se sentaron en los sofás y las sillas, ya que no cabían todos.

-Gracias por la visita.-Dijo Heather mientras entraba. Se sentó en un sillón, cogió su móvil y tras teclear, lo dejó en la mesa.

-No hay de qué. Además, hemos venido a darte una sorpresa.

-¿Una sopresa?-Preguntó ella emocionada.

-Sí. Toma.-La pelirroja la tendió la bolsa y el ramo de flores.

-Me encantan las flores rojas. Son mis favoritas.-Las holió y suspiró el aroma de las rosas rojas.-¡Qué bien huelen!

Se levantó.

-Ahora vengo, voy a por un jarrón.

Tras unos segundos, volvió con un precioso jarrón de cristal. Lo colocó en el centro de la mesa y puso el ramo de flores.

-Ya está. ¿Os gusta?

-Sí.-Afirmaron todos con una enorme sonrisa.

-¿Y esto?-Preguntó refiriéndose a la bolsa.

-¡Ábrelo!-Exclamó Abie emocionada.

Heather le hizo caso. Lo abrió con sumo cuidado y sacó la caja musical. Emitó una exclamación de sorpresa y levantó la tapa de la pequeña cajita musical. Se comenzó a escuchar la canción de "El Cisne", cogió la tarjetita cuidadosamente y la leyó para sí. Unas lágrimas resbalaron por sus mejillas. Se mordió el labio inferior para no llorar.

-Gracias.-Dijo mirando a los presentes, con los ojos brillantes e hinchados, se quitó las lágrimas que corrían por sus mejillas con la manga de su camiseta de pijama, negra y sonrió.-Muchísimas gracias.

Se levantó y comenzó a dar abrazos uno por uno y cuando se sentó dijo, con su habitual tono seco.

-Que sepáis que sois afortunados por haberos abrazado. No penséis que voy a hacerlo muchas veces.

Los demás rieron, y ella se unió a las risas. Siempre iba a ser ella, y lo tenía muy claro.

-¡Las palomitas!-Exclamó Niall cuando le llegó el olor a quemado.

Corrió hacia la cocina.

-¿Se han quemado?-Preguntó Heather que le había seguido.

-No.-Suspiró él, aliviado.

-Menos mal.

Sonrieron y volvieron al salón.

-Palomitas preparadas.-Dijo el irlandés con el gran bol amarillo entre sus manos.-¿Quién quiere?

Todos levantaron la mano, y en menos de diez minutos, el bol estaba vació, y las palomitas se hallaban en los estómagos de los diez chicos.

-¿Estás sola?-Preguntó Harry a la morena, al ver que su madre no estaba.

-Sí. Mi madre ha tenido que ir un momento a casa de mi abuela.

-Pero...¿volverá pronto?

-Sí. Me dijo que volvería lo antes posible para que no estuviese sola mucho tiempo. No te preocupes.

-Vale.-Él sonrió.

-Bueno..Heather, ¿tienes algún juego para que juguemos todos juntos?-Preguntó Zayn, para aportar alguna idea.

-¿Un juego?...-Se quedó dubitativa hasta que chasqueó los dedos.-¿Jugamos al Ni sí ni no?

-¿Cómo se juega?-Preguntó Abie quien nunca había oido hablar sobre aquel juego de mesa.

-Pues tienes que contestar a preguntar sin decir ni si, ni no.. Claro.-Explicó Kesha, con su manera tan peculiar de explicar las cosas.

-Vale. Suena divertido.-Sonrió la morena.

-Pues voy a por él.-Heather se levantó, pero la mano de Harry le impidió seguir caminando.

-No te muevas. Voy yo, ¿dónde está?

-En el trastero, en una gran bolsa llena de juegos.

-Vale. Voy a por él. Quédate aquí.

-Gracias.

Intercambio de sonrisas.

Ella se volvió a sentar en el sillón y el chico bajó tras unos escasos minutos.

Sacaron las fichas.

-Amarillo.-Pidió Abie contenta, mientras cogía la fichita.

-¿Negro?-Preguntó Kesha, cogiendo uno cuyo color era el que había mencionado.-No sabía que había uno así.. En el mío no viene.

-Es que es único.-Heather se lo arrebató de la mano.-Era rosa, pero como destesto ese color, pues lo pinté de negro.

-Ah. Muy normal.-Ironizó la pelirroja con una sonrisa.

Heather la fulminó con la mirada.

-Hay que jugar por parejas.-Avisó la morena.-No hay bastantes fichas por lo que veo.

-Tienes razón.-Asintió Niall.-¿Cómo nos ponemos?

-¡Yo con Liam!-Exclamó Abie. Todo el mundo la miró, ella se sonrojó notablemente y agachó la cabeza.-Bueno, si él quiere, claro..

-Vale.-Sonrió el chico.

Ella sonrió, y suspiró alviada.

-Pues yo me pongo con Heather, me encanta la ficha negra.-Admitió Harry.

-A ti lo que te gusta no es la ficha, si no quien pintó la ficha.-Dijo Louis en tono pícaro.

El de cabellera rizada le dio una colleja.

-Calla.-Le reprochó.

Heather sonrió al comprobar la escena.

-Vale. Niall, ponte con Kesha, estáis al lado.

El irlandés se encogió de hombros.

-Yuriko con Louis y Bryan con Zayn. ¿Os gusta?-Preguntó Heather, tras formar los equipos que quedaban.

Los cuatro se miraron entre ellos y sonrieron, mientras movían la cabeza de arriba a abajo en señal de aprobación.

Comenzaron a jugar.

Los primeros fueron Harry y Heather.

-Vale.-Niall y Kesha, que eran los de la derecha de la pareja, cogieron una carta y comenzaron a preguntar, no sin meter alguna que otra pregunta para que se equivocasen.

Siguieron con el juego, que no paraba de tener diversión, risas, bromas y algunas que otras trampas para que los otros no ganasen.

Pararon cuando Abie y Liam ganaron.

-¡Somos los ganadores!-Exclamaron a la vez cuando ganaron. Y se chocaron los cinco en señal de victoria.

-Habéis ganado porque los dos sois unos empollones.-Se quejó Harry, resoplando.

-Pero, ¿quiénes son los ganadores? ¿Tú? No, verdad. Pues..shh.-Le respondió Abie con tono burlón.

-¡Vaya con la morena, calladita! Y parecía tonta cuando la compramos.-Sonrió el de cabellera rizada.

-Soy callada, pero no tonta.-Se defendió la aludida.

-Ya, ya... Nos hemos dado cuenta.-Afirmó Harry.

-Bueno..¿quéreis comer?-Preguntó Heather al compronar la hora.

-Vale. ¿Te ayudamos?-Se ofreció Louis.

-Venga. Así terminamos antes. Gracias.

Todos fueron hacia la cocina.

-Y..¿qué preparamos?-Preguntó Kesha.

-¿Os gustan los tacos?-Dio una idea, Heather.

-A mí me encantan.-Afirmó Yuriko.

-Sí, están buenos. A los chicos y a mí, nos molan mucho.-Asintió Louis.

Heather miró a las dos que quedaban y asintieron, en señal de aprobación.

-Pues no se hable más. Tacos para comer.

Comenzaron a sacar todo lo necesario para hacerlos y en un rato lo prepararon. Pusieron la mesa y comenzaron a comer.

El sonido de la pueta al abrir, los hizo sobresaltar.

-¡Heather, cariño, estoy en casa!-Gritó la madre desde la puerta.

-Vale.-Vociferó la morena.-Estamos comiendo.

-¿Estamos? ¿Con quién estás? ¿Con aquel chico tan mono de pelo rizado que tanto te gusta?

-¡Calla mamá!-Exclamó Heather molesta. Negó con la cabeza y agachó la cabeza para ocultar sus pómulos sonrosados.

Los demás rieron ante la escena.

-Vale, vale..-Cuando la madre entró en el salón, emitió una exclamación.-¡Cuántos amigos tiene mi hija!

-No todos son mis amigos. Son compañeros de clase.-Expecificó su hija.

-¿En serio?-Preguntó Liam.

-Sí.-Dijo en tono seco mientreas se llevaba a la boca el tenedor y lo masticaba.

-Eso no es verdad. Nos adoras.-Le contradijo Harry mientras le guiñaba el ojo.

La chica no pudo evitar ponerse colorada y sonrió.

-Vale... Lo admito. Sois mis amigos, ¿contentos? ¡Bien!

Los demás soltaron una carcajada.

La morena se cruzó de brazos, haciéndose la molesta.

-¿Os reís de mí?

-No seas tonta. Estamos de broma.-Le dijo Harry.

-Mentira.

-Que sí, de verdad.-Y el chico se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla.-¿Nos perdonas?

-No.

Volvió a darle otro beso.

-¿Y ahora?

La chica negó con la cabeza.

Él le agarró por la barbilla, sonrió y le dio un beso en la boca.

-¿Y ahora?

La chica tembló, pero no iba a dar su brazo a torcer.

-Que vá.

-Eres muy cabezona.-Le recriminó el chico.

-¿Qué quieres, que todos te besamos?-Preguntó Louis, en tono burlón.

-No. Os habéis reído de mí, eso no hacen los amigos...

-No seas así, tonta. Anda, no le hagáis caso. Eso lo hacía para conseguir un beso de su amor.-Dijo la madre.

-Mamá, cállate.-La chica volvió a ponerse colorada.-Me estár dejando en ridículo. Anda vete.

-Vale, vale. Ya me voy.-Su madre suspiró y dejó en el salón a los diez chicos.

-Bueno... es verdad, no estaba enfadada. Solo me hacía la enfadada, pero no era para conseguir nada. Eso, simplemente ha sido suerte. Mala o buena. Pero suerte.-Sonrió la morena.

-Seguro que soy el mejor chico que has besado en tu vida.-Fanfarroneó el de cabellera rizada.

La chica negó con la cabeza.

-Anda recogemos la comida.-Propuso para cambiar de tema.

Recogieron y estuvieron toda la tarde riendo, haciendo bromas y charlando. Después cada uno se fue a su casa, ya que había que descansar para el día siguiente.

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Capítulo 17:) Espero que os guste:)