Capítulo 33: Lucha por amor

Kesha sintió un tremendo picor en los ojos y se los frotó un poco con las yemas de los dedos.

-Tengo sueño.-Susurró mientras dejaba de bailar.

-¿Vamos al hotel?-Le preguntó Niall.

-No hace falta que vengas. Quédate aquí si quieres y disfruta de la fiesta.

-Da igual. Te acompaño. También estoy un poco cansado.

Ambos salieron a la tenue luz de la luna. Caminaron un poco y llegaron a una parada

de taxi. Había uno allí parado y lo cogieron antes de que alguien lo hiciera. Se sentaron y Niall dijo la dirección.

En unos minutos se encontraron frente al hotel. Pagaron al taxista y caminaron hacia el interior.

Anduvieron hacia la segunda planta.

-¿Qué tal si jugamos un rato a la play?-Propuso la chica.-Así te machaco de nuevo como antes.

-Eso no lo verán tus ojos de nuevo.

-Ya veremos rubillo. Voy a ponerme el pijama. Ahora vengo.

-Bien. Yo también voy a cambiarme.-Le dijo con una sonrisa.

Niall entró en su habitación. Encendió la luz y se cambió, poniéndose un pijama de Perry el Ornitorrinco de color celeste.

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Kesha cerró la puerta de la habitación 212. Encendió la luz y se metió en el baño con el fin de quitarse el vestido de una vez por todas. Comenzó a tatarear la canción de "California" de Katy Perry. Se puso su tan añorado pijama negro de la vaquita Moo y salió del cuarto de baño. Abrió la puerta dispuesta a salir, pero se acordó de algo.

-La tarjeta..-Murmuró.

Volvió a meterse en el mismo lugar de antes. Cogió la tarjeta y se miró en el espejo una última vez. Pero no estaba sola. Se dio la vuelta asustada.

-¿Qué haces tu aquí?-Preguntó.

El hombre hizo un gesto acercando su dedo índice a los labios para que se callara, pero ella no le hizo caso y abrió la boca para gritar, cuando alguien se abalanzó sobre ella, cubriéndola con una sábana blanca.

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Niall dejó el mando de la play a un lado y esperó a que ésta se cargara. La música de "Little Things" le interrumpió de sus pensamientos. Tenía un mensaje.

Cogió el móvil y comenzó a leer.

De: Anónimo Para: Niall

Tenemos a tu querida amiguita secuestrada. Si la quieres recuperar, tendrás que hacer lo que te digamos. Y si se lo dices a alguien... ya sabes lo que le pasará.

A Niall se le hizo un gran nudo en la garganta y sus ojos color cielo se cubrieron de lágrimas, haciéndolos cristalinos.

Volvió a leer el mensaje y se levantó rápidamente de la cama en la que estaba sentado. Corrió hacia la habitación de Kesha y comenzó a dar golpes con los puños.

-¿Kesha? ¿Estás ahí?

Tras unos minutos insistiendo, se rindió.

-Maldita sea.-Maldijo por lo bajo.

Dejó caer el móvil al suelo y se sentó en él, cruzándose de piernas y apoyando la cara entre las manos. Una lágrima resbaló por su mejilla, pero rápidamente la apartó y volvió a coger su móvil para responder a quienquiera que fuese aquel que le había mandado el mensaje.

De: Niall Para: Anónimo

¿Qué quieres que haga?

Esperó unos minutos cuando, de nuevo, la música lo volvió a la realidad y abrió el mensaje lo antes posible.

De: Anónimo Para: Niall

Ve hacia la piscina del hotel. Allí habrá una nota, bajo una de las butacas. Cuando la encuentres llama a este número. Hazlo en menos de tres minutos o la vida de tu amiga correrá peligro.

Niall se levantó de un salto al acabar de leer el mensaje. Corrió por el pasillo y, descartando la idea de bajar por el ascensor, descendió por las escaleras saltando de dos en dos o tres en tres escalones para así ir más rápido. En cuanto estuvo en recepción una música hawaina inundó sus oídos. Unas cuantas parejas de personas de la tercera edad se encontraban bailando y riendo. Sin prestar atención, comenzó a correr hacia la puerta del jardín donde se encontraba la piscina. Unas cuantas butacas azules estaban depositadas en la hierba verde y, sin pensárselo comenzó a buscar bajo la luz de las farolas.

Encontró tan ansiada nota bajo una de las butacas que se encontraban justo en frente de la piscina. Sacó el móvil del bolsillo de su pantalón y llamó al número anónimo, mientras miraba hacia alrededor por si veía a alguien espiándolo.

-¿Lo has encontrado?-Preguntó una voz al otro lado de la línea.

-Sí. La tengo.

-¿Por qué no la lees en voz alta?

Niall desdobló la nota e hizo lo que la habían pedido.

-"Si quieres recuperarla tendrás que entregar a alguno de la banda"

-Ese es el trato. O entregas a algunos de tus amiguitos o tu querida Kesha morirá. Tú decides.

Niall se quedó en blanco por un momento.

-¿Puedo entregarme a mí mismo?-Preguntó tras unos segundos, un tanto nervioso.

Una risa sonora se escuchó al otro lado de donde se encontraba el irlandés.

-Vaya, vaya.. Qué noble por tu parte. El bello príncipe que rescata a su princesa. En cambio este cuento de hadas no acabará bien, ¿me equivoco?

Niall tragó saliva.

-¡No lo hagas Niall!-Se oyó gritar una voz de fondo.

-Kesha.-Murmuró el irlandés mostrando una media sonrisa realmente adorable.

-¡Cállate, nadie ha pedido tu opinión!-Chilló el hombre y acto seguido se escuchó el sonido de una fuerte bofetada.

-¡No le hagas daño!-Exclamó Niall al escucharlo, mientras sentía que el corazón se le hacía añicos.

-Vale rubito. El juego terminó. Nos vemos en el parking del hotel. Allí haremos un cambio entre la vida de tu princesita y la tuya.-Con una voz irritablemente aguda exclamó.- ¡Suerte!-Y unos pitidos anunciaron que había descolgado.

Niall apagó el móvil lentamente, y sin pensarlo, comenzó a correr hacia el parking del hotel.

Entró en aquel oscuro cobertizo. Olía a gasolina y se escuchaba el ruído del motor de un coche que pasó por su lado sin tan siquiera darse cuenta de la presencia del chico.

El rubio de ojos azules miraba de un lado a otro con tal de encontrarse a aquel hombre, cual hace unos minutos hablaba.

De repente, vio la silueta entrecortada de una chica, sentada, con la cabeza boca abajo. Se podía dislumbrar el pelo rojizo y Niall gritó en seguida, reconociéndolo:

-¡Kesha!

El rubio corrió hacia ella. Le sujetó la cara entre sus manos y le sonrió. Le desató la cuerda de la boca, de las manos y por último la de los pies.

La chica se abalanzó a él, rodeándole el cuello con sus brazos. Se apartó y se levantó rápida como un rayo.

-Niall hay que salir de aquí. Es todo una trampa. Nos quieren a los diez para matarnos. Nosotros dos seremos los primeros si no salimos ahora.

-¡Vaya, vaya, vaya!-Se escuchó una voz masculina tras ellos, mientras un hombre se acercaba a ellos con lentitud.-Veo que has contado nuestro plan. Muy mal, Kesha, muy mal. Eres una chica mala. ¿Y sabes lo que le hacemos a los chicos malos? ¡Los matamos!-El hombre no venía solo, junto a él otro de mayor estatura y físicamente más atractivo, fuerte, y al contrario que su amigo, moreno.

Kesha tiró rápidamente de la mano del rubio y ambos comenzaron a correr, no sin antes soltarse para poder ir más rápido.

La pelirroja se escondió tras un coche. Tras inspeccionar por los cristales por si veía algo, pudo comprobar que no había rastro del irlandés.

-¿Lo buscabas?-Preguntó una voz tras ella.

La chica se dio rápidamente la vuelta, viendo al hombre rubio de antes amenazando a Niall con un cuchillo justo delante de su cuello.

Ella dio un paso hacia detalante.

-¡Quieta!-Le ordenó el rubio.-Las manos arriba.

Kesha hizo lo que él le pidió. Después retrocedió unos pasos y se quedó totalmente parada.

De repente la música de su móvil comenzó a sonar.

-Es el mío.-Señaló ella señalando el bolsillo de su pantalón.

-¡Cógelo!

La pelirroja lo sacó y al ver el número se alegró enormemente.

-¿Sí?-Preguntó tras darle a la tecla verde.

-¡Kesha!

-Ho..hola Zayn. ¿Qué pasa?

-Estoy en el baño de las chicas.

-¿De las chicas?

-Eh.. sí. Es una larga historia. Estoy con Yuriko.

La pelirroja frunció el ceño. No entendía hasta dónde quería llegar a parar.

-¿Y qué os ha pasado?

-Bueno... es difícil de explicar.

Hubo un silencio.

-¿Zayn? ¿Estás ahí?

-¿Kesha?-Preguntó esta vez una voz femenina.

-¿Yuriko?

-Sí. Soy yo. ¿Estás cerca de aquí?

-Bu..bueno yo...-Miró a Niall.-No. Estoy en el hotel. He venido a descansar.

-Ah, vale.-Su tono venía con un largo suspiro de tristeza.-Bueno, si puedes venir a rescatarnos sería un gran favor. Un besito.

Kesha iba a colgar cuando se le ocurrió una idea.

-Bueno que sí. Que ahora le mando un mensaje, ¿vale? Venga. Un besito guapísima.

Colgó sonriente, dejando a una Yuriko un tanto confundida al otro lado de la línea.

-¿Y bien?-Preguntó el hombre.

-Tengo que enviar un mensaje a mi amiga Abie.

-¿Para qué?

-Porque una amiga está en el baño encerrada y me ha dicho que le envía un mensaje a otra para que pueda rescartarla.

-Pues mándaselo rápido.

-Sí.

La pelirroja tecleó el número de la policía. Mandó un mensaje pidiendo ayuda y cerró el móvil.

-Ya.

-Bien. Ahora, ¿por qué no me enseñas el mensaje?-Preguntó el hombre con una sonrisa pícara en el rostro,

La pelirroja tragó saliva. No tenía escapatoria. ¿Qué hacía? Lo mejor sería sacar tiempo hasta que viniera la policía.

-Vale. Pero antes, suelta a Niall.

-¿Por qué iba a hacerlo?

-Suéltalo o no ves el mensaje.

-¿Me estás amenazando?

-No. Simplemente es un trato. Tú sueltas al chico, y yo te enseño el mensaje.

El hombre soltó una sonora carcajada.

-¡Cod!-Gritó.

El moreno robusto se acercó hacia él.

-Coge al rubito.

El moreno hizo lo que le había pedido sin rechistar y el otro se acercó a Kesha, mientras le ponía el cuchillo justo en su cuello, rozándole suavemente, y cualquier impulso, sería una gran peligro.

-Pon ahora el...-Su voz fue interrumpida porque la puerta del garaje se abrió, entrando el coche de policía. Los cuatros miraron hacia él y se quedaron de piedra. Kesha soltó

una leve sonrisita. Se apartó del hombre, y, arrebatando a Niall del tal Cod, anduvo lejos de los malos.

Tras unos minutos los policías detuvieron a ambos hombres e hicieron unas preguntas a los chicos que respondieron amablemente.

-Buenas noches y gracias por la colaboración. Ya podéis dormir tranquilos.-Se despidió el policía haciendo un gesto con el sombrero de policía.

-De nada. Buenas noches.-Respondió Niall.

El agente se metió en el coche patrulla, y escuchando la sirena, vieron como se alejaba de allí.

-Bueno.-Suspiró Kesha.-Todo ha terminado.

-Sí. Y lo mejor de todo es que estás bien.-Dijo Niall sonriendo a medias.

-Gracias. Sin ti no sé lo que me hubiera pasado.

-No las des. Hice lo que me dictó el corazón.

Kesha sonrió, ruborizándose un poco.

-¡Qué mono eres!-Le soltó revolviéndole el pelo.-Anda.. vamos a jugar a la play para olvidarnos de todo.

-Te voy a ganar.

-¿Otra vez con eso? Soy una crack y lo vas a ver.

Y con pequeñas discusiones encantadoras, ambos subieron a la habitación para olvidar el mal trago que habían pasado.

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Aquí el capítulo 33! Siento haber tardado, la inspiración es muy mala xD

Muchas gracias a todas por leer y espero que os guste el cap y comentéis!

Besitos :)