Harry entró en el
ascensor del hotel, junto a él iba Louis. Habían decidido que era
mejor que se olvidaran de todo cogiendo la play y riéndose un poco.
Llegaron a la
planta dos. En el trayecto no hablaron demasiado, estaban algo tensos
aún haber quedado amigos como siempre. Escucharon unas risas y el de
cabellera rizada frunció el ceño:
-¿Niall está
aquí?-Preguntó.
-Tal vez haya
conocido algún ligue.-Louis se encogió de hombros mientras sonreía
pícaramente.
Harry esbozó una
media sonrisilla enseñando sus preciosos hoyuelos y abrió la puerta
para conocer al fin el rostro de aquella chica. Pero, todo lo
contrario a lo que imaginaban, no era ninguna desconocida.
Simplemente, era Kesha.
-Hola
chicos.-Saludó la pelirroja al verlos entrar por la puerta.
-Hola, ¿por qué
no estáis en la fiesta?-Preguntó Louis mientras se sentaba al lado
de la chica.
-Pues estábamos
cansados.
-Estabas
cansada.-Rectificó el rubio, picándola.
La chica le lanzó
una mirada con odio, mientras sonreía angelicalmente.
-¿Y
vosotros?-Preguntó Kesha.
-Pues...-Louis
buscó la mirada de Harry, quién comenzó a mirar hacia ninguna
parte
en concreto.
-¿Qué
pasa?-Preguntó Niall.
-Es que ha pasado
algo.-Louis comenzó a relatar lo que había sucedido a él y a su
amigo con Heather.
-¡Vaya!-Exclamó
la chica poniéndose la mano en la boca, sorpredida.-¿Estás bien,
Harry?
-Sí... Pero me
gustaría olvidar el asunto.
-Bueno.-La chica se
puso a su lado mientras con su mano le acariciaba la espalda
suavemente.-La play es una buena forma, ¿no?
Harry alzó la
vista, viendo a Kesha con una sonrisa, mientras le tendía su mando
de la play. Él le devolvió la sonrisa y lo cogió.
-¿Dos contra
dos?-Preguntó.
-¡Vale!-Exclamaron
los otros tres.
-Yo con
Hazza.-Vociferó la pelirroja mientras se abalanzaba a él y le
rodeaba el cuello con las manos. Le dio un beso en la mejilla y le
revolvió el pelo.-¡Ricitos!
-¡Roja!-Le soltó
él mientras le daba con sus nudillos en la cabeza.
Se miraron y rieron
a carcajadas.
-Bueno yo también
quiero mi beso.-Se quejó Niall poniendo voz de un pequeñajo de
cinco años.
Kesha se ruborizó
un poco, pero movió la cabeza, negando.
-Pues te vas a
quedar sin beso.-La chica se encogió de hombro, poniendo las manos
mirando hacia cada lado respectivamente.-Lo siento.
-Jum.-El rubio
hinfló sus mofletes unos segundos, para despuer sonreír.-Pues
entonces te lo doy yo.-Se acercó a ella, que, tragó saliva nerviosa
por la reacción que pudieran dar sus otros dos amigos. Niall la miró
unos segundos sonriendo y, ante la gran sorpresa de Harry y Louis, le
dio un suave y dulce beso en los labios.
~~~~~~~
Heather se sentó
en un banco fuera de la discoteca. Para ella la fiesta había
terminado hace tiempo. ¿Qué le pasaba? ¿Y si sentía algo hacia
Louis? Negó la cabeza. Eso era imposible... Quería a Harry, ¿no?
Se levantó con ira
y decidió pedir un taxi e ir al hotel.
Tras unos minutos,
se encontraba recorriendo los pasillos del lugar donde se alojaba.
Abrió la puerta número 212. Las luces se encontraban apagadas y
pensó rápidamente que Kesha aún no había venido. Pero su sorpresa
se disipó al ver el vestido de la pelirrroja encima de su cama. Tras
unos minutos se rindió. No estaba para enigmas.
-Me da igual lo que
haga.-Dijo encogiéndose de hombros.
Se desvisitió y se
puso una rebeca negra, unos leggins del mismo color, sus botas y un
pañuelo oscuro.
Recogió todas las
cosas y, con su maleta a cuestas, abrió la puerta, encontrándose de
frente con la única persona que no quería ver en ese momento.
-Hola.-Saludó
Harry, después señaló la maleta.-¿Ibas a algún sitio?
-No.-Respondió
secamente.-Y si es así, no es de tu incumbencia.
Comenzó a caminar
por el pasillo. Harry la seguía justo dos pasos por detrás.
-¿Qué te pasa?
¿Es que te he hecho algo?
Ella no contestó.
Se metió en el ascensor y dio al botón 0, para bajar. Harry retuvo
el ascensor poniendo el pie.
-¿A dónde vas,
Heather?
Ésta siguió sin
contestar, mirando hacia el suelo.
El chico resopló,
pero no se dio por vencido.
-No me voy a ir de
aquí hasta que me respondas.
-Eres un
cabezota.-Soltó.
-Igual que tú.
Heather se mordió
la lengua para no hablar más de la cuenta.
-Deja que me vaya.
-Contéstame.
Heather fue a
salir, cuando él le obstruyó el paso.
-¡Déjame
salir!-Vociferó.
Tras un forcejeo
con el chico, se rindió y resoplando se sentó en el ascensor.
-Aquí estaré
hasta que te de la gana y te vayas.-Comentó ella cruzándose de
brazos.
-Muy bien. Tenemos
toooodo el día para que me cuentes donde vas.
-¿Si te lo digo me
dejas ir?
-Sí.
-¿Lo prometes?
-¿Dudas de mi?
Ella lo miró con
recelo.
-Sí. Dudo de ti.
Di que lo prometes.
El chico dudó un
instante, bastante dolido ante la respuesta de su...¿novia? Por
ahora sí lo era...
-Prometido.-Jactó
al fin mirándola a los ojos.
-Me voy a casa.
Donde debería de estar ahora mismo. Ahora vete.
Harry se levantó,
salió del ascensor y se quedó esperando hasta que las puertas se
cerraran.
-¡Ah! Y por
cierto.-Le dijo ella.-Hemos terminado.-Y de repente, las puertas del
ascensor comenzaron a cerrarse, dejando un Harry estupefacto.
~~~~~~
Yuriko volvió a
colgar, desesperada.
-Louis tiene el
móvil apagado.-Resopló la oriental.
Zayn maldijo por lo
bajo mientras comenzaba a pegarse pequeños cabezazos contra la pared
del baño de las chicas.
-Estoy cansado.
¿Quién lo va a coger? Estarán todos disfrutando de la
fiesta.-Comentó, sin saber que todos o casi todos, habían tenidos
sus contratiempos esa noche.
-Ya... Seguro. Pero
debemos seguir intentando.
-¿Queda alguien?
-Mmmm. Sí. Liam,
Abie, Niall y Heather.
-¿Todos
esos?-Preguntó Zayn, a modo de queja.
-Sí. Todos esos.
-¡Jo!
-No te quejes,
anda.
El moreno se sentó
en la tapa del váter.
-¿Quieres
sentarte?
-¿Me lo preguntas
cuando te has sentado para que te diga que no?-Le dijo con una
sonrisilla.
Él soltó una
carcajada.
-Más o menos.
-No. No quiero,
gracias. Has tenido suerte.
Zayn le sonrió y
después dijo:
-Bueno... probemos
con la siguiente persona. Es...
~~~~~~~~~
Abie caminaba por
las calles. Escuchando alejarse el barullo de la fiesta. Hacía un
poco de frío y la suave brisa primaveral le movía el cabello. Una
de las tiendas le llamó la atención. Se fijó que en el escaparate
había un bonito diario encuadernado de terciopelo rojo. Sus ojos se
abrieron como platos y una sonrisa iluminó su rostro.
-¡Qué
bonito!-Murmuró.
Agarró el pomo de
la puerta con velocidad y al pasar, escuchó el sonido de una suave
campanita que había en el techo. Era tarde y no había nadie, pero
la tenue luz de la estancia aún seguía encendida.
-¿Hola?-Preguntó
ella, cautelosa.
Un hombre mayor
salió de una puerta que había tras el mostrador. Se colocó bien
sus gafas de pasta azul y abrió sus ojos color caramelo hacia la
chica.
-Pensé que había
cerrado la puerta.-Dijo.-Es un poco tarde, ¿no cree, señorita?
-Sí... Bueno... yo
solo venía porque parecía que la tienda estaba abierta... No le
molesto más. Buenas noches.
La morena se dio la
vuelta, pero una mano se posó en su hombro. Tras girarse, la sonrisa
del hombre le miraba cálidamente.
-No se preocupe.
¿Algo le llamó su atención?
-A decir verdad,
aquel diario.-Lo señaló.-Me ha cautivado.
El hombre se puso
bien la montura de sus gafas y se acercó lentamente hacia donde
indicaba la chica. Tomó el libro entre sus manos y añadió:
-Veo que tiene buen
gusto. Es uno de mis objetos preferidos.
-La verdad es que
me gusta mucho escribir, y creo que este diario es precioso.
-Pues quédatelo.
-¿Cuánto tengo
que pagarle?-Preguntó ella.
-Nada.
-¿Cómo que nada?
-Es tuyo.-Sonrió
el señor.-Pensaba quedármelo yo porque nadie venía a por él. Pero
has llegado y
bueno, como lo quieres, es un regalo. Acéptalo, por favor.
-Yo...Muchas
gracias, de verdad.-La chica lo cogió entre sus manos y acarició la
pasta aterciopelada
del libro.-De nuevo... gracias y... perdone si le interrumpí en
algo.
-No se preocupe.
Buenas noches.
-Buenas noches.
Abie salió de la
pequeña tiendecita y, mientras caminaba, abrió las páginas de su
nuevo diario, emblesada en la vejez de las hojas amarillentas. Tenía
un olor bastante agradable, parecido al del café a media mañana. En
cada hoja venía una letra. Al principio, pensó que era algo al
azar, pero al fijarse mejor, pudo observar que si las unía podíar
formar una palabra.
-"La bella
en peligro está, solo un valeroso príncipe la podrá salvar. Aquel
que tenga el diario entre sus manos, se dará cuenta de la
verdad."-Leyó en voz baja. Frunció el ceño extrañada.
¿Qué quería decir? En la última hoja del diario había una
pequeña nota en forma de cuadrado. La cogió y leyó.-"En sus
manos está su libertad. Descubre la verdad."
Abie no entendía
el mensaje.
-Esto tengo que
contárselo a Kesha. Ella podrá ayudarme.-Y fue hacia la parada de
taxi más cercana. La fiesta había terminado, pero aún le quedaba
descubrir el misterio de aquel extraño diario.
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Aquí el capítulo 34! Espero que os guste!!
Otra cosita.. ya he comenzado con las mini-historias de vosotras y 1D. Muchas gracias a todas por vuestra colaboración! Los haré dependiendo quién comentó antes, pero tranquilas que los haré todos. Me alegro muchísimo de que os gustara la idea :)
Besitos :)
Me ha encantado como siempre cielo. Pobre Harry como se ha quedado porque que sutil es Heather eee madre mia jajjaja
ResponderEliminarY niall y kesha son muy mdicmeicrnivunruv espero el siguiente con ansia. Un besazo cielo :))
No he podido parar de leer !! Me encanta la novela es BU-E-NI-SI-MA
ResponderEliminarDe verdad me encanta tienes mucha imaginación y eres muy buena escritora :D
Me recuerdas un poco a mi pero tu escribes mejor ;)
Sigue pronto con la novela me tienes intrigadisima!!
PS:Muy bueno lo del diario :)
¡Pobre Harry! ¿Por qué lo ha hecho Heather? ¿A escogido a Louis? ¿O, simplemtente, no ha escogido a nadie?
ResponderEliminarYuriko y Zayn siguen en el baño jajajaja ¿Conseguirán salir? :P Mantengo mi hipótesis de que tal vez pase algo entre ellos... Pero todo se verá ;)
Un besito