Camino bajo la luz de la
luna, hoy me he atrasado un poco en la biblioteca y voy a llegar
tarde a casa, aunque eso, no es lo que más me preocupa. Me pongo un
mechón de mi larga melena bajo la oreja y miró hacia atrás
cuidadosamente. No sé por qué, pero tengo la sensación de que
alguien me sigue.
Vuelvo a mirar hacia
delante, y, respirando profundamente, agarro con fuerza mi carpeta
rosa. Las farolas iluminan levemente mi camino.
De repente escucho un
ruido y me paro en seco. Esto me está empezando a dar un poco de
miedo, aún así, reuno la suficiente valentía como para mirar en el
callejón que tengo al lado, hay unas cuantas bolsas de basura, en la
pared hay pintado en color azul de grafiti un dibujo y unas letras a
conjunto, miro hacia un lado, luego al otro y
pregunto con voz ronca:
-¿Hay alguien
ahí?-Carraspeo un poco y, tras un silencio absorto, me doy cuenta de
lo tremendamente absurda que ha sido mi pregunta. Como si alguien
fuera a responder: “Sí, estoy aquí y llevo una navaja, pero tú a
lo tuyo, no tengas miedo...”
Este pensamiento me hace
sacar una sonrisita, a pesar de que mi miedo aún no ha desaparecido
del todo.
Doy un paso, luego
otro.....
-¡¡¡MIAAU!!!
Pego un salto y emito un
pequeño grito, mientras veo, como un pequeño gatito negro sale tras
las bolsa de basura y corre hacia la calle.
Cojo aire con fuerza,
cierro los ojos, suspiro y vuelvo a abrirlos, encontrándome de
frente, con un guapo chico rubio, de preciosos ojos azules.
-¿Quién
eres?-Pregunto.-¿Y por qué me seguías?
-Soy Niall.-Me contesta
con una sonrisa.-Y no te seguía, pasaba por aquí y te he visto.
No me creo su palabra,
pero lo dejo estar.
-Ah, vale.
Me sacudó el pantalón
corto un poco y salgo del pequeño callejón.
-Y tú, ¿cómo te
llamas?-Pregunta el chico.
-Claris. Claris Hollister.
-¿Y qué haces por aquí
tan de noche?
-Venía de la
biblioteca.-Explico y, tras eso, caigo en algo.-Pero no debería
decírtelo, eres un desconocido.
El joven se ríe.
-¿Aún crees que te
seguía?
-Claro que sí. Si no eras
tú, ¿quién era entonces?
Él se encoge de hombros.
-Ni idea. Tal vez tuvieses
miedo y te lo imaginaste.
-Yo no tenía
miedo.-Miento, disimulando un enfado.
-Vale, vale.-Me dice
mientra levanta ambas manos como si estuvieran atracándole.
-Bueno, me voy.-Digo,
dando terminar a la conversación.
-Ya nos veremos Claris.
-Espero que no vuelva a
toparme contigo, pesado.-Murmuro y después digo en voz alta, aún
sin darme la vuelta.-Sí, ya nos veremos.
~~~~~~~~~~
Me peino y me miro al
espejo mientras sonrío. Hoy me apetece ir al parque, así que,
cogiendo la cartera y el móvil, abro la puerta y salgo de casa
sonriente.
Tarareo una canción en
inglés mientras voy saltando a la heladería, como si fuera una niña
pequeña.
Paso por una pequeña
tiendecita de electrodomésticos y veo unas cuantas teles. Me paro en
seco y miro la pantalla más grande con alegría.
-¡Vamos chicos, podéis
con el rey Hielo!-Grito en medio de la calle, mientras una
pareja y un par de
personas mayores me miran como si estuviera loca.
Sigo mi camino con
alegría, y tras una esquina choco con alguien.
-¡Au!-Emito mientras me
levanto y me froto la parte dañada. Me ha salido un poco de sangre
en la rodilla.
-Lo siento.-Me dice una
voz dulce.
Esa voz....
-¿Niall?-Pregunto
levantando la cabeza.
El rubio me mira
sonriente.
-¡Claris! ¡Qué
sorpresa!
-Y que lo digas..
-Oh. Te has hecho daño.
Ven, te voy a curar esa herida.
-No pasa nada, no tiene
mucha importancia.
-Pero hay que sanarla, que
sino, puede empeorar.-Me insiste.
-Pero...
-¡Calla! No te voy a
dejar que te vayas hasta que no te cure eso.-Me interrumpe.
Resoplo, pero después
muestro una cálida sonrisa. Es una buena persona.
Llegamos al parque tras
unos segundos. Se acerca a pedir una pequeña toalla limpia en un de
los kioscos y luego vamos a la fuente.
-Siéntate en el banco y
estira la pierna.-Me ordeno.
Asiento y hago lo que me
dice. Tras unos segundos llega, coge mi piernas, se sienta y se la
pone encima de su muslo. Con suavidad me limpia la herida, mientras
poco a poco, va desapareciendo la sangre.
-Ya está. Como nueva.-Me
dice mientras me da unos pequeños golpecitos en el pie.
Bajo la pierna y, con
ella, doy unos cuantos golpecitos en el suelo.
-Gracias.-Le digo
sonriente.
-Es lo menos que podía
hacer.-Me contesta cariñosamente.-Bueno, y ahora, déjame invitarte
a un helado, por lo menos.
Al principio deniego la
idea de que me invite, pero al final, tras unas insistencias, acabo
cediendo.
Me pido uno de chocolate
mientras él se lo pide de vainilla y fresa, y nos sentamos en un
banco bajo un árbol, para tomárnoslos.
-Mmm, esto está
riquísimo.-Digo, picándole.
-¿En serio?
-Ajá. Es el mejor helado
de chocolate que he tomado nunca.-Dramatizo, exageradamente.
-¡Déjame probar!-Dice
mientras intenta coger un poco con su cucharilla.
-¡No!-Exclamo apartando
mi tarrina de su vista y refugiéndola entre mis manos.-Es solo mía,
haberte comprado otra.
-Pues hacemos un pacto. Yo
te doy, tú me das.
-No me gusta el helado de
vainilla.-Miento mientras sonrío pícaramente.
Resopla.
-Entonces, te doy un poco
del de fresa.
-Tampoco me gusta.-Vuelvo
a mentir.
-Pues entonces por las
malas.-Deja su tarrina a un lado y se acerca a mí. Me levanto a
prisa y comienzo a correr,
lo más rápido posible sin que se me caiga el helado de las manos.
Corro muy rápido, pero él
también, y acaba cogiéndome por detrás mientras me tira al césped.
Con esto del barullo, el helado se me resbala de las manos y cae al
suelo antes de que pueda cogerlo.
-Mira lo que has hecho.-Le
grito mientras me levanto y señaló el helado, derretido por el
suelo.
-¿Yo? ¡Has sido tú!
-Já. Por tu culpa se me
ha caído.
-¡Qué mentirosa!
-¿Perdona? ¡Yo nunca
miento!
Suelta una sonora
carcajada.
-Esa es la mayor mentira
que he escuchado nunca.
-Bueno, la cuestión es
que el helado se ha caido y ahora ¿qué? No voy a poder comérmelo.
-Ni yo probarlo.
-¡Pero si ha sido por tu
culpa!-Exclamo.
-¡Que no!
-¡Que sí!
-¡Que no!
-¡Que sí!
-¡Que no!
-¡Que síiiiii!-No me da
tiempo terminar y me calla, con un beso. Él está con los ojos
cerrados, mientras yo, tengo los ojos como platos ya que no me lo
esperaba.
Se separa y me sonríe.
-¡Que no y punto!
Ni si quiera le contesto,
estoy en estado de shock, ¿esto ha ocurrido?
Suena una carcajada y me
doy cuenta de que me he quedado embobada.
-Que sí, idiota.-Suelto
tras carraspear un poco.
Me sonríe y se vuelve a
acercar a mí para darme un abrazo, y otro beso. Al principio me dejo
hacer, pero luego lo aparto.
-Anda quita, no seas
empalagoso.
-Pues ahora voy a ser una lapa.-Me dice para contrariarme.
Se vuelve hacia a mí para
hacerme cosquillas, mientras caemos en el césped, escucho un ruido y
comienzo a notar como cae agua en cara, cabello y mis pies.
-¿Niall está
lloviendo?-Pregunto, aún sabiendo que es algo estúpido ya que
estamos en pleno julio.
-No.
Nos levantamos mientras
vemos los aspersores encendidos. Ambos gritamos, nos damos la mano y
comenzamos a correr para salir de allí, mientras reímos, como una
pareja de enamorados.
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Esta es tu historias Claris!! Espero que te guste jiji!!
Besitos :)
Muchas gracias!!!!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho :)
Y en lo de las televisiones, te referías que estaba viendo Hora de Aventuras no??? Jeje
Me ha gustado de verdad, muchas gracias.
Ya me gustaría que esta historia se cumpliera alguna vez...
Muakis
Me alegro mucho de que te haya gustado :)
EliminarSí, efectivamente, el rey Hielo es inconfundible xD
Besitos :)
OMG!! Me encanto, no puedo esperar para leer el mio!!!
ResponderEliminarGracias por ser tan buena escritora y mi inspiracion <3
Muchas gracias!!
EliminarGracias a ti por leer mi blog y por hacer un blog y una novela tan bonita y tan genial como la tuya. De verdad, tú si que eres buena escritora!
Besitos :)