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Capítulo 29: El agua como enemigo


Abie miró a aquellos hombres que susurraban en la recepción del hotel. Uno de ellos se fijó en ella y rápidamente, la morena apartó la vista atemorizada.
Se cruzó de brazos esperando impacientemente la llegada del ascensor. Pasaron unos segundos casi interminables y..¡Bien! Las puertas del ascensor se abrieron y la chica entró lo más rápido que pudo y marcó el botón para ir a la planta 2.
Antes de que se cerraran del todo las puertas, alguien abrió y ambos hombres aparecieron metiéndose de lleno en el ascensor.
-Hola.-Saludaron cortésmente.
-Ho..hola.-Respondió la chica, intentando que su nerviosismo se notara lo más mínimo.
Antes de que se cerraran del todo las puertas un par de chicas de unos dieciséis años entraron escandalosamente.
-Bonjour!-Gritaron las dos a la vez.
La morena sonrió aliviada y les saludó con la mano.
La chica al fin llegó a la planta deseada.
Se despidió rápidamente y cuando se cerraron las puertas del ascensor, comenzó a
correr hacia su habitación.
-¡Yuriko abre! ¡Yuriko!-Gritaba mientras llamaba con los nudillos en la puerta.
La oriental abrió y preguntó molesta:
-¿Pero a qué vienen esos portazos?
-Tengo que hablar contigo, con Heather y Kesha.
-¿Ahora?
-Sí. ¡Ahora! ¿Te has cambiado ya?
-Sí, pero...
A la chica no le dio tiempo de terminar la frase porque su amiga le había cogido de la muñeca y tiraba de ella.
Salieron del cuarto y Abie llamó a la habitación 212.
-¿Qué pasa?-Preguntó Heather, abriendo de mala gana.
-Os tengo que contar una cosa súper fuerte.-Contestó Abie cerrando la puerta del dormitorio.
-¿Súper fuerte?-Preguntó Yuriko arqueando las cejas.-¿Qué puede ser más fuerte que no he acabado de peinarme?
La morena resopló.
-He escuchado a dos tíos hablando en recepción.
-¿Y?-Preguntó Heather.-Estoy desperdiciando unos segundos de mi vida, ¿por esta tontería?
-No es ninguna tontería.-Negó Abie, señalándola con el dedo seriamente.
-¿Qué es Abie?-Preguntó Kesha echando la cabeza hacia delante para hacerla comprender que estaba escuchándola perfectamente.
-Esos tíos hablaban de matar a alguien.
Kesha y Yuriko se miraron entre ellas, impactantes, y volvieron a mirar a la chica que estaba hablando.
-¿En serio?-Preguntó Kesha.
-Sí. Totalmente.-Respondió Abie rotundamente.
-¿Y?-Preguntó Heather levantándose de la cama.-No nos afecta. Si mata a alguien, ¡que lo mate! No es nuestro problema, no podemos hacer nada o nos matarán a nosotros.
-Ya. Eso sería si no hubiese escuchado el número de habitación.
-Y...¿qué número era?-Preguntó Yuriko.
-La 214.
Hubo un gran silencio, lleno de dudas, de temores, de miedos, hasta que Kesha reaccionó y se le escapó un grito.
-¡Bryan y Louis!
-¿Qué hacemos?-Preguntó Yuriko.
-Hay que avisarles.-Respondió Heather, decidida.
-¡NO!-Le paró la pelirroja, agarrándola del brazo fuertemente.
-¿Por qué no? ¡Están en peligro!-Dijo Heather zarfándose de la mano de su amiga.
-Porque si lo que plantean es matarles y saben que alguien ha descubiero su plan, vendrán a por Abie y también a por todos los demás. Es decir....¡Nos matarían a todos!
Heather gruñó.
-¡Es todo por tu culpa!-Vociferó señalando a Abie.
-¿Mi culpa?-Preguntó ella, temblorosa.
-¡No!-Gritó Yuriko.-No es por su culpa.
-¿Ah, no?-Preguntó Heather impresionada.
-No. Abie no tiene la culpa de nada.-Contestó la oriental.
-Si no hubiese escuchado una conversación ajena no nos habríamos enterado.-Respondió la morena.
-En eso no tienes razón, Heather.-Le explicó Kesha.-Sin ella no hubiésemos podido descubrir que quisieran matarlos y a lo mejor mañana ya no estarían con nosotros.
-¡Eso es!-Apremió Yuriko.
-Vale, muy bien. Pero, ¿qué hacemos?-Preguntó Heather nerviosa, moviéndose de un lado para otro de la habitación.
-No lo sé.-Suspiró Kesha sentándose en la cama, mientras nerviosa, se movía y removía un mechón de su pelo rojizo.
Yuriko se levantó de donde estaba y caminó hacia la puerta.
-Lo más sensato será que actuemos con normalidad. Y Abie: Si ves a los tíos nos avisas para que sepamos quiénes son y los pillemos con las manos en la masa. ¿Va?
La morena asintió con la cabeza.
Las chicas salieron y bajaron hacia el comedor.
Allí los chicos les recibieron con una sonrisa. Eran las últimas en llegar.
Se sentaron y comenzaron a comer.
-Esta noche...¡Fiesta!-Gritó Louis emocionado.-La verdad, es que va a ser divertido, ¿verdad?
-No va a estar mal.-Respondió escueta Heather, tan normal como siempre, mientras pinchaba con su tenedor un trozo de lechuga.
-¡Qué seca eres!-Le recriminó su novio.
-Pues no me escuches si no quieres.-Le contestó sin mirarle a los ojos.
-¡Ay! Era broma tontita.-Sonrió Harry mientras le revolvía el pelo de forma cariñosa.
-¡Déjame!-Se quejó la chica apartándose. Reacción que hizo que todas las miradas se centraran en ella por haber gritado.
-¿Qué te pasa?-Preguntó Harry sorprendido.
La morena resopló, con las manos apartó el plato que tenía en frente y se levantó.
-No tengo hambre.
Los demás intentaron no centrarse en ella y siguieron su comida.
Heather salió del comedor. No tenía hambre ni tenía humor para nada y menos con aquella noticia que Abie le acababa de dar. Se metió en el ascensor y subió hacia la planta 2.
Caminó hacia su habitación, pero antes de que pudiera abrirla se fijó que había una puerta entreabierta. Se acercó a ella y miró el número: 214.
Tragó saliva. ¿Qué hacía? ¿Entraba? ¿O era mejor quedarse fuera?
Toda la vida había seguido el camino del riesgo, y esa vez no iba a ser una excepción. Así que abrió la puerta completamente. Todo estaba oscuro. Pero gracias a la tenue luz del pasillo pudo ver un poco mejor.
Cogió el móvil y lo encendió para poder ver mejor.
-¿Hola? ¿Hay alguien ahí?-Preguntó.
Comenzó a caminar, y a cada paso que daba, podía notar que su respiración era cada vez más agitada y que los latidos de su corazón comenzaban a sentirse más y más.
Tragó saliva. ¿Qué era eso que estaba escuchando?
Parecía como unas pisadas. Se dio la vuelta para comprobarlo pero cayó al suelo tras recibir un fuerte golpe en la cabeza.

                                                       ~~~~

Los chicos acabaron de cenar. Se levantaron de sus asientos y caminaron hacia el ascensor.
-¿Qué le habrá pasado a Heather?-Preguntó Harry, una vez más, preocupado por su novia.
-No lo sé. Pero estate tranquilo, Harry. Será un enfado que le durará poco.-Le intenta animar, Louis.
Las chicas no dijeron nada. En ese momento tenían otras cosas en qué pensar mucho más importantes que una rabieta de la morena malhumorada.
Llegaron a la planta dos.
Louis y Bryan se extrañaron.
-La puerta está abierta.-Dijo Louis.
-Juraría que la cerré antes de salir.-Contestó Bryan.
Las tres chicas se miran entre ellas.
-¡No abrid!-Gritó Kesha.
Demasiado tarde. Bryan abrió la puerta y metió la tarjeta en un mecanismo para encender la luz. De repente las luces de la habitación se encendieron.
No había nada ni nadie sospechoso.
-¿No hay nadie?-Preguntó Kesha, aún sin sentirse segura en aquella habitación.
-No. ¿Quién va a haber? Seguro que fue un descuido nuestro.-Aclaró Bryan sonriendo.
Las tres chica se miraron entre ellas. Era el momento de contarles la verdad.
-Escuché a dos tíos diciendo que iban a matar a los chicos de la habitación 214.-Explicó Abie.
Los seis chicos le miraron.
-¿Es eso cierto?-Preguntó Liam.
La chica asintió con la cabeza.
-Deberíais habérnoslo contado.-Dijo Louis.-No nos ha pasado nada, de milagro.
-No sabíamos como ibáis a tomároslo ni cómo ibáis a reaccionar.-Contestó Kesha.
-Ya. Pero nos habrían cambiado de habitación o algo.-Le dijo Bryan.
-Es verdad.
Tras aclararlo todo. Los chicos fueron a salir, cuando Harry miró la puerta del cuarto de baño.
-¿Y si están aquí?
El chico de cabellera rizada abrió lentamente la puerta.
-¡Heather!-Gritó.
La chica se encontraba en el fondo de la bañera atada de tal forma que no podía moverse, con el agua rebosando.
Harry cerró el grifo y desató rápidamente a su novia.
La morena salió rápidamente y cogió una gran bocanada de agua. Tosió un par de veces y comenzó a respirar pronfundamente.
Tras eso, todos la envolvieron en mantas y la pusieron en la cama.
-Esos tíos me.... me han dejado insconciente y cuando me he despertado estaba atada de pies y manos a la bañera y la bañera comenzó a llenarse y... y no podía hacer nada para cerrar el grifo.-Explicó, mientras aguantaba las lágrimas.
-Tranquila. Ya estás bien.-Le tranquilizó Harry mientras le besaba en la frente.
-Gracias chicos. Sin vosotros no hubiese sobrevivido.
-¿Cómo pasó todo?-Preguntó Louis.
-Entré en la habitación que estaba con la puerta entreabierta y alguien me dio por detrás. Después pues no recuerdo nada, hasta que me di cuenta de que estaba en la bañera.
-Esos malnacidos se van a enterar de lo que te han hecho.-Aseguró Harry.
La morena sonrió.
-Bueno. Es mejor que descanses.-Le dijo Kesha.-Vamos al cuarto.
Cada uno se fue a su dormitorio, aliviados de que a Heather no le hubiese pasado nada.
Aunque aún quedaba un enigma por descifrar. ¿Volverían aquellos tipos a intentar matarlos de nuevo? ¿Y si esa vez tenían más suerte... y lo conseguían?
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Espero que os guste y comentéis!!
Besitos:)

7 comentarios:

  1. Ufff, menos mal que al final no le ha pasado nada a Heather, uyys tengo ganas de sabes que pasara.
    El cap está fantástico!!
    Muakis

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    1. Sí, menos mal xD
      Muchas gracias por tu comentario, siempre me saca una sonrisa
      Besitos guapa :)

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  2. Amistad, por qué no contestas a mi comentario??
    Muakis

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    1. Ya lo contesté!
      Y gracias por recordármelo! Tenía que contestarlo pero se me pasó y gracias a este comentario he contestado el otro!
      Bueno, que sepas que aunque a veces no conteste a tu comentario por cualquier cosa, porque se me olvide o otra cosa... que me encantan y que siempre me hacen sacar una sonrisa así que gracias por tu apoyo! GRACIAS :)
      Besitos guapa :)

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  3. Jajaja ok, creía que te habías enfadado!!
    Muakis

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    1. Contigo es casi imposible enfadarse, Claris!
      Si eres súper maja y buena conmigo, no podría enfadarme aunque quisiera :D
      Besitos :)

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  4. Menos mal que Heather, está bien. Pero todavía no están a salvo... Que no les pase nada, por favooor.
    Me lanzo a por el siguiente!
    Un besito

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Holaa! Gracias por leer esta novela, sin vosotros no sería nada.
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Así ¿a qué esperas para escribirlo? GRACIAS DE ANTEMANO!