Tras unos minutos
de paz y tranquilidad entre los presentes, una voz femenina, fuerte y
clara, proveniente del algún lugar, anunció:
-¡Atención, por
favor, los pasajeros del vuelo número doce que pasen por la puerta
de
embarque!
-Es el
nuestro.-Anunció Liam levantándose y alisándose la camiseta con
las manos.
-Sí.-Afirmó
Louis.-Vayamos a pedir los billetes.
Cada uno cogió su
maleta y anduvieron hacia la puerta de embarque. Allí, una chica que
parecía muy simpática les pidió los billetes.
-No los tenemos.
Nos tienen reservados diez plazas por un concurso que se hizo en un
instituto.-Explicó Louis.
-Ah. Ya sé cual
es.-La chica miró una cosa en su archivo y anunció.-¿Has dicho
diez? Pues solo tengo nueve plazas reservadas. Uno de vosotros tendrá
que quedarse fuera.
Se miraron entre
ellos.
-Que se quede
Kesha.-Dijo Heather.
-¿Por qué
yo?-Preguntó la aludida, un tanto molesta.
La morena se
encogió de hombros.
-Nadie se va a
quedar aquí.-Intervino Abie.-Podemos pagar una plaza ahora, ¿no?
La chica negó con
la cabeza.
-Lo siento, pero no
podemos hacer eso.
-¿Nos deja
pensarlo un momento?-Pidió el mayor de todos.
-Claro. Estaré por
aquí por si lo necesitan.
Los chicos se
miraban entre ellos.
-Me quedo yo. No me
importa.-Fue Liam el que habló.
-No te vas a quedar
aquí solo.-Le contradijo Harry.-No vamos a permitir que te quedes
aquí cuando nosotros vamos a estar en París disfrutando.
-Pero no hay otra
solución...
-Sí. Sí que la
hay.-Afirmó Kesha.-¿Alguien tiene el número del director?
-Nosotros.-Respondió
Niall.
-Bien. Vamos a
llamarlo y a contarle nuestro problema. ¡Él seguro que nos lo
soluciona! Tiene que haber un error con las reservas.
Aceptaron la idea.
Louis llamó al director y tras unos minutos hablando con él, apagó
el móvil y sonrió.
-Está solucionado.
Podemos entrar en el avión los diez.
-Pero, ¿qué error
ha habido?-Preguntó Yuriko.
-Por lo visto se
confundieron al hacer la reserva.
-Menos mal...Bueno,
¡Entremos!
Kesha y Yuriko
fueron las primeras en entrar. Corrieron por el pasillo, bajaron las
escaleras y salieron al exterior, donde una ligera brisa les despeinó
el cabello. Desde allí veían aquel precioso avión blanco donde
iban a montarse para embarcar en un viaje alucinante.
-Vamos nena.-Gritó
Yuriko animando a su amiga.
La pelirroja la
miró con una sonrisa y ambas comenzaron a correr hacia el avión,
como si fueran dos niñas pequeñas.
-Me pido el lado de
la ventana.-Pidió Kesha.
-No. Ese es mío.
Se miraron y
comenzaron a correr y a darse empujones para competir sobre quien
llegaría primero al asiento de al lado de la ventana.
Al final fue Yuriko
la que ganó y gritó.
-¡Ajá! Yuriko es
la vencendora.
-Calla.-Le espetó
su amiga dándole una colleja.
-No me pegues mal
perdedora.
-¿Mal perdedora?
¡Pero si me has pegado un bocado y todo para ganar!
-¡Mentira!
-Es verdad.
-Tonterías..-Resopló
la oriental dando fin a la conversación.
Los demás entraron
y se fueron sentando poco a poco. Harry y Heather en el asiento
detrás de Kesha y Yuriko. Al lado de ellos, Zayn y Bryan. A la
derecha de las dos amigas Niall y Louis y frente a ellos Liam y Abie.
Ésta última, algo cortada, se sentó suavemente en su asiento y le
sonrió al chico que estaba a su lado. Después abrió una pequeña
mochila en la que llevaba un par de cosas y sacó el libro de
"Perdona si te llamo amor" de Federico Moccia.
-¿Lo estás
leyendo?-Preguntó el chico.
-Sí. Está
genial.-Respondió ella alzando la vista hacia él.-¿Lo has leído?
-No. Pero me
gustaría.
-Si quieres, cuando
termine te lo puedo prestar. ¿Qué te parece?
-Vale. Me haría
mucha ilusión. ¡Gracias!
-No hay de qué.
Tras unos minutos
él retomó la conversación.
-Cuando termine el
viaje tú y yo tenemos una cita pendiente.
La chica se puso
colorada al oír la palabra "cita"
-¿Qué?-Preguntó.
-Sí. Quedamos en
mi casa, tú me traes el libro y tú te llevas el libro que quieras
para poder leerlo y así todas las veces que quieras. O como si te
quieres llevar cinco libros del tirón.
La morena sonrió.
-Gracias. Será
genial.
Y tras eso. La
chica comenzó a sumergirse en su libro, y él en el suyo.
Heather abrió una
botella de agua y se tomó un poco de ella.
-¿Quieres?-Preguntó
a Harry.
-No, gracias. Para
ti.
-Vale.-La chica se
encogió de hombros y volvió a guardarla.
Miró por la
ventana y pudo comprobar que solo se veía una gran manta blanca que
cubría por todo el avión.
-No se ve nada.-Se
quejó.
-Es normal. Estamos
en el aire.
-Ya..
Se quedaron
callados un rato, hasta que él sacó unos auriculares del bosillo de
sus vaqueros.
-¿Escuchamos
música?
-Vale. ¿Cuál
tienes?
-Mmm. Muchas. Di
una y te diré si la tengo o no.
-Vale.-Se quedó
pensativa y preguntó.-¿Die Young de Kesha?
-Sí Esa la
tengo.-Buscó en su lista de reproducción y encontró la canción
que buscaba. Cada uno cogió un auricular y tras ponérselo comenzó
a sonar la canción..
"I
hear your heart beat to the beat of the drums
Oh, what a shame that you came here with someone
So while you're here in my arms
Let's make the most of the night like we're gonna die young
We're gonna die young
We're gonna die young
Let's make the most of the night like we're gonna die young..."
Heather comenzó a tatarearla. Le encantaba. Entonces recordó aquel día. En el instituto, ese día en que todo empezó. El día que comenzó a salir con ese idiota que estaba a su lado. Ese chico del que se había enamorado, por primera vez. Ese, que comenzó siendo un "cualquiera" y terminó siendo lo que ahora mismo era. Su novio, y la persona con la que querría compartir una bonita historia de amor.
Oh, what a shame that you came here with someone
So while you're here in my arms
Let's make the most of the night like we're gonna die young
We're gonna die young
We're gonna die young
Let's make the most of the night like we're gonna die young..."
Heather comenzó a tatarearla. Le encantaba. Entonces recordó aquel día. En el instituto, ese día en que todo empezó. El día que comenzó a salir con ese idiota que estaba a su lado. Ese chico del que se había enamorado, por primera vez. Ese, que comenzó siendo un "cualquiera" y terminó siendo lo que ahora mismo era. Su novio, y la persona con la que querría compartir una bonita historia de amor.
Lo miró y lo fichó
mirando hacia a algún punto fijo.
Sonrió. Esa
sonrisa suya que le mataba, pero a la vez, le hacía perder el
control. Ese famoso que todas piensan que está con todas, pero que
se había enamorado de ella. ELLA. ¡Quién podía haberlo imaginado!
Una chica solitaria, cabezota, malhumorada y con una gran perspicacia
y picardía.
Él se dio cuenta y
también la miró. La chica giró rápidamente la cabeza, centrándose
en aquella espesa manta blanca a la que llamaban cielo. Él se acercó
y cuando ella se dio la vuelta, le dio un inesperado beso. Limpio,
natural, fresco, sincero. Sí. Un beso como en las películas, solo
que en ese caso era real...
Kesha abrió la
bolsa de los "Conguitos" de colores y cogió uno.
-¿Quieres?-Preguntó
a la oriental.
-¿Qué?-Gritó
esta, al no oír por la música a alto volumen que salía de sus
cascos color leopardo.
-¿Que si quieres
Conguitos?
-No. No quiero
ningún perrito.
Kesha resopló.
Agarró los cascos y les dio un tirón, haciendo que se callesen al
suelo.
-¿Pero qué
haces?-Preguntó la oriental, molesta.
-Que no te enteras
con tu música. Te he preguntado que si quieres conguitos y me has
contestado que no quieres perritos.
-Pero no tenías
por qué tirarme los cascos al suelo.
-Pues te aguantas.
Pon la música a menos volumen.
-No quiero.
-Pues haber si te
vas a quedar sin cascos, monada.
-Vaaaale.
-¡Bien!
-Anda dame
conguitos.
-Y la palabra
mágica, ¿qué?
-O me das conguitos
o te arranco la cabeza.
La pelirroja agarró
fuertemente la bolsa e hinchó de aire sus mofletes.
-¿Qué haces? Dame
conguitos.-Exigió la oriental.
-No. No
quiero.-Replicó la pelirroja como una niña pequeña.
-Que me des
uno.-Insistió la otra.
Yuriko intentó
coger esa bolsa de las manos de su amiga y al final formaron un gran
estruendo cuando una se callón encima de la otra, dándose de bruces
contra el suelo.
-Au...-Se quejó la
pelirroja frotándose la cabeza.
-¡Mías!-Gritó la
oriental con la bolsa en la mano.-¡Buajaja! De nuevo, gano yo.
-Me da igual. El
porrazo me ha dolido tanto que ni tengo hambre.
-¿Estás
bien?-Preguntó la oriental ofreciéndole la mano para levantarse.
-Es que eres muy
bruta..
-No te quejes. Que
no querías darme la bolsita de conguitos.
-Es verdad.
Se miraron y
sonrieron. De repente un chico se acercó a ellas.
-Perdone,
señoritas. Algunos pasajeros se han quejado de vuestros ruidos.
Siento molestarlas, pero por favor, bajen el volumen.
-Lo sentimos. No
volverá a ocurrir.-Se disculpó Kesha, algo azorada.
-Eso espero.
Disfruten del vuelo.-El muchacho sonrió, haciendo vivarachos sus
preciosos ojos miel.
Se dio la vuelta y
Kesha soltó.
-¡Qué guapo...!
-Y que lo digas.
Ambas,
momentáneamente, miraron por el hueco libre y lo pudieron ver, de
espaldas.
-Y tiene buen
culo.-Afirmó la oriental.
El comentario hizo
que ambas amigas se miraran y soltaran una carcajada.
Niall y Louis, que
estaban a su lado, escucharon la conversación.
-Estáis
locas.-Resopló el irlandés.
-¿Locas? ¡Venga
ya! Si viniese una chica buenísima, ¿no le miraríais el culo? ¡Já!
No me lo creo...-Jactó la oriental.
-Pues claro que sí.
Pero no tan descaradamente como vosotras.-Afirmó Louis.
-Es que las chicas
somos así. Muy descaradas y no nos importa-Explicó Kesha.
-¿Todas?-Preguntó
el rubio.
-Bueno... no todas,
pero la gran mayoría.-Expecificó la pelirroja.
Hablaron un rato
más hasta que anunciaron que iban a embarcar y que debían ponerse
los cinturones de seguridad.
-¡Estamos en
París!-Chilló Yuriko, radiante de felicidad.
-Sí. ¡Qué
guay!-Afirmó su amiga.
En unos minutos
llegaron. Bajaron del avión y fueron a recoger las maletas.
-Y...¿quién nos
lleva al hotel?-Preguntó Liam, cuando ya todos estaban con su
equipaje.
-Según el
director, una señora nos venía a recoger.-Respondió Louis.
Se sentaron justo
al lado de la puerta giratoria que daba a la salida de la parada de
taxis.
Tras unos minutos,
una chica rubia, con el flequillo en forma de cortinilla hacia el
lado, de ojos marrones, casi negros, en los que llevaba puesto unas
gafas negras de
pasta, se acercó a
ellos.
Los chicos se
sorprendieron al ver quien era la supuesta "señora" que
iba a ir a recogerlos ¡Si tenía la misma edad que ellos! Llevaba
los brazos con tatuajes de diferentes formas y colores. La ropa que
llevaba era algo corta para la estación que estaban. Unos shorts
vaqueros muy ajustados que cubrían solo lo necesario, unas botas
negras, una camiseta del mismo color de las botas en la que ponía en
letras dorada: Je t'aime, que dejaba ver un piercing en el ombligo,
un abrigo sin mangas con una capucha con los bordes de pelitos de un
color más claro y una mochila rosa a la espalda.
-Soy Clare.
¿Vosotros sois los que ganastéis el concurso?
-Sí.
Nosotros.-Afirmó Niall.
-Ah. Bien.. Os
tengo que llevar a un hotel de por aquí. ¿Vamos?
-¿Eres tú la que
nos lleva?-Preguntó Heather.
-Sí. ¿Por qué?
-Nos dijeron que
eras una mujer y tú eres una cría.
-Tendré la misma
edad que tú. Así que no me llames cría.-Respondió seca.
-O si no qué.
Ambas se miraron
con furia. Heather de brazos cruzados, y despreocupada por la
situación. Clare con una mueca de fastidio y los puños cerrados.
-Tengamos la fiesta
en paz.-Dijo Louis, separándolas.
La rubia los
condució hacia un descapotable rosa fucsia.
-Como no cabemos
todos, he llamado a mi amiga Lou para que lleve ella también unos
cuantos... Estará al caer.
De su mochila sacó
un paquete de tabacos, cogió un cigarrillo y lo posó en sus labios.
Rebuscó un poco y
encontró un mechero de color leopardo, encendió el cigarrillo y dio
una bocanada de humo.
Después, ante la
sorpresa de los demás, sacó una botella de vodka casi al terminar
se bebió gran parte de lo que quedaba del tirón.
Louis al verla le
cogió la botella.
-¿Qué
haces?-Preguntó la rubia, molesta.
-¿Vas a conducir y
aún así bebes?
-Sí. ¿Y?
-Estamos en el
coche contigo. Podríamos morir todos por culpa de la bebida.
-Me da igual. No
eres mi padre. Dame eso.
-No.-Respondió el
firme. Y ante la sorpresa de la chica lo tiró, haciendo que la
botella se hiciese añicos y el líquido que estaba en él, se
derramase por el suelo.
-¡Tío!-Se
quejó.-Esta botella me costó la mitad del sueldo de un pequeño
servicio que hice.
-Pues deja de
derrochar dinero en comprar bebida. Y utilízalo en cosas necesarias.
-No me da la ganas.
¿Quién te crees que eres para hablarme así? Y que sepas que me
debes una botella, que si no, te las verás conmigo.
De la rabia tiró
el cigarrillo y lo pisó fuertemente con el talón de sus botas.
-No te la pienso
pagar.
-Idiota...-La chica
cogió otro cigarrillo y fue a encenderlo cuando Liam se lo cogió.
-Si quieres el
dinero. Haznos un favor y no fumes.
La rubia resopló.
Cogió el cigarro y lo volvió a meter en el paquete.
-Todo sea por la
pasta.-Se resignó.
De repente, un
coche pintado de negro, y con la música de Avril Lavigne a todo
volumen, entró en el aparcamiento del aeropuerta.
-Es mi amiga
Lou.-Del coche salió una preciosa chica de ojos celestes, con el
pelo de la misma forma de su amiga pero negro que llegaba hasta los
hombros. Tenía un piercing bajo el labio en la parte derecha.
Llevaba un short
vaquero, al igual que Clare, que tapaba lo justo y una sudadera de un
grupo rockero escrito en francés.
Se presentó a los
chicos.
-Bueno. ¿Nos
vamos?-Preguntó a su amiga.
-Cuando quieras.
-Cuanto antes
mejor..
Y tras repartirse
en dos grupos. Los chicos se montaron en el coche rumbo al hotel.
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Aquí el capítulo 26!! Espero que os guste y comentéis:)
Por cierto. Ahora hay dos nuevos personajes. Los pondré en la sección de personajes.. Así que..¡¡corred a verlo!! :)
Besitos y gracias a todas por leer y opinar:)
Es genial!!!
ResponderEliminarMe encantan las dos nuevas chicas, es genial que no sean las tipicas chicas normales asi es mas divertido
Besitos :D
Muchas gracias por tus comentarios
EliminarJaj me alegri de que te gusten las dos nuevas perdonajes
Besitos:)
Perdón Amistad, se que no me he acordado de comentar, lo siento de verdad. Está genial como siempre.
ResponderEliminarMuakis!!
PD: de verdad, lo siento
Ainss, no te preocupes, no pasa nada:)
EliminarMe alegro mucho de que te guste!
Besitos:)
Pensé que uno se iba a quedar y ya me estaba poniendo nerviosa, menos mal que pudieron ir todos :)
ResponderEliminarEsas dos chicas no son lo que una se esperaba de quienes los llevarían a un hotel. No son el tipo de persona que te imaginas al pensar en París, que tiene ese aire "culto y romántico", por así decirlo. No acaban de gustarme como personas, pero sí como personajes. Me explico: No son el tipo de personas con las que tendría amistad, pero me parece que pueden resultar interesantes en la historia ;)
Un beso, intentaré leerte un poco más hoy ^^