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Capítulo 26: Equivocaciones y embarques


Tras unos minutos de paz y tranquilidad entre los presentes, una voz femenina, fuerte y clara, proveniente del algún lugar, anunció:
-¡Atención, por favor, los pasajeros del vuelo número doce que pasen por la puerta de
embarque!
-Es el nuestro.-Anunció Liam levantándose y alisándose la camiseta con las manos.
-Sí.-Afirmó Louis.-Vayamos a pedir los billetes.
Cada uno cogió su maleta y anduvieron hacia la puerta de embarque. Allí, una chica que parecía muy simpática les pidió los billetes.
-No los tenemos. Nos tienen reservados diez plazas por un concurso que se hizo en un instituto.-Explicó Louis.
-Ah. Ya sé cual es.-La chica miró una cosa en su archivo y anunció.-¿Has dicho diez? Pues solo tengo nueve plazas reservadas. Uno de vosotros tendrá que quedarse fuera.
Se miraron entre ellos.
-Que se quede Kesha.-Dijo Heather.
-¿Por qué yo?-Preguntó la aludida, un tanto molesta.
La morena se encogió de hombros.
-Nadie se va a quedar aquí.-Intervino Abie.-Podemos pagar una plaza ahora, ¿no?
La chica negó con la cabeza.
-Lo siento, pero no podemos hacer eso.
-¿Nos deja pensarlo un momento?-Pidió el mayor de todos.
-Claro. Estaré por aquí por si lo necesitan.
Los chicos se miraban entre ellos.
-Me quedo yo. No me importa.-Fue Liam el que habló.
-No te vas a quedar aquí solo.-Le contradijo Harry.-No vamos a permitir que te quedes aquí cuando nosotros vamos a estar en París disfrutando.
-Pero no hay otra solución...
-Sí. Sí que la hay.-Afirmó Kesha.-¿Alguien tiene el número del director?
-Nosotros.-Respondió Niall.
-Bien. Vamos a llamarlo y a contarle nuestro problema. ¡Él seguro que nos lo soluciona! Tiene que haber un error con las reservas.
Aceptaron la idea. Louis llamó al director y tras unos minutos hablando con él, apagó el móvil y sonrió.
-Está solucionado. Podemos entrar en el avión los diez.
-Pero, ¿qué error ha habido?-Preguntó Yuriko.
-Por lo visto se confundieron al hacer la reserva.
-Menos mal...Bueno, ¡Entremos!
Kesha y Yuriko fueron las primeras en entrar. Corrieron por el pasillo, bajaron las escaleras y salieron al exterior, donde una ligera brisa les despeinó el cabello. Desde allí veían aquel precioso avión blanco donde iban a montarse para embarcar en un viaje alucinante.
-Vamos nena.-Gritó Yuriko animando a su amiga.
La pelirroja la miró con una sonrisa y ambas comenzaron a correr hacia el avión, como si fueran dos niñas pequeñas.
-Me pido el lado de la ventana.-Pidió Kesha.
-No. Ese es mío.
Se miraron y comenzaron a correr y a darse empujones para competir sobre quien llegaría primero al asiento de al lado de la ventana.
Al final fue Yuriko la que ganó y gritó.
-¡Ajá! Yuriko es la vencendora.
-Calla.-Le espetó su amiga dándole una colleja.
-No me pegues mal perdedora.
-¿Mal perdedora? ¡Pero si me has pegado un bocado y todo para ganar!
-¡Mentira!
-Es verdad.
-Tonterías..-Resopló la oriental dando fin a la conversación.
Los demás entraron y se fueron sentando poco a poco. Harry y Heather en el asiento detrás de Kesha y Yuriko. Al lado de ellos, Zayn y Bryan. A la derecha de las dos amigas Niall y Louis y frente a ellos Liam y Abie. Ésta última, algo cortada, se sentó suavemente en su asiento y le sonrió al chico que estaba a su lado. Después abrió una pequeña mochila en la que llevaba un par de cosas y sacó el libro de "Perdona si te llamo amor" de Federico Moccia.
-¿Lo estás leyendo?-Preguntó el chico.
-Sí. Está genial.-Respondió ella alzando la vista hacia él.-¿Lo has leído?
-No. Pero me gustaría.
-Si quieres, cuando termine te lo puedo prestar. ¿Qué te parece?
-Vale. Me haría mucha ilusión. ¡Gracias!
-No hay de qué.
Tras unos minutos él retomó la conversación.
-Cuando termine el viaje tú y yo tenemos una cita pendiente.
La chica se puso colorada al oír la palabra "cita"
-¿Qué?-Preguntó.
-Sí. Quedamos en mi casa, tú me traes el libro y tú te llevas el libro que quieras para poder leerlo y así todas las veces que quieras. O como si te quieres llevar cinco libros del tirón.
La morena sonrió.
-Gracias. Será genial.
Y tras eso. La chica comenzó a sumergirse en su libro, y él en el suyo.
Heather abrió una botella de agua y se tomó un poco de ella.
-¿Quieres?-Preguntó a Harry.
-No, gracias. Para ti.
-Vale.-La chica se encogió de hombros y volvió a guardarla.
Miró por la ventana y pudo comprobar que solo se veía una gran manta blanca que cubría por todo el avión.
-No se ve nada.-Se quejó.
-Es normal. Estamos en el aire.
-Ya..
Se quedaron callados un rato, hasta que él sacó unos auriculares del bosillo de sus vaqueros.
-¿Escuchamos música?
-Vale. ¿Cuál tienes?
-Mmm. Muchas. Di una y te diré si la tengo o no.
-Vale.-Se quedó pensativa y preguntó.-¿Die Young de Kesha?
-Sí Esa la tengo.-Buscó en su lista de reproducción y encontró la canción que buscaba. Cada uno cogió un auricular y tras ponérselo comenzó a sonar la canción..
"I hear your heart beat to the beat of the drums
Oh, what a shame that you came here with someone
So while you're here in my arms
Let's make the most of the night like we're gonna die young
We're gonna die young
We're gonna die young
Let's make the most of the night like we're gonna die young..."
Heather comenzó a tatarearla. Le encantaba. Entonces recordó aquel día. En el instituto, ese día en que todo empezó. El día que comenzó a salir con ese idiota que estaba a su lado. Ese chico del que se había enamorado, por primera vez. Ese, que comenzó siendo un "cualquiera" y terminó siendo lo que ahora mismo era. Su novio, y la persona con la que querría compartir una bonita historia de amor.
Lo miró y lo fichó mirando hacia a algún punto fijo.
Sonrió. Esa sonrisa suya que le mataba, pero a la vez, le hacía perder el control. Ese famoso que todas piensan que está con todas, pero que se había enamorado de ella. ELLA. ¡Quién podía haberlo imaginado! Una chica solitaria, cabezota, malhumorada y con una gran perspicacia y picardía.
Él se dio cuenta y también la miró. La chica giró rápidamente la cabeza, centrándose en aquella espesa manta blanca a la que llamaban cielo. Él se acercó y cuando ella se dio la vuelta, le dio un inesperado beso. Limpio, natural, fresco, sincero. Sí. Un beso como en las películas, solo que en ese caso era real...
Kesha abrió la bolsa de los "Conguitos" de colores y cogió uno.
-¿Quieres?-Preguntó a la oriental.
-¿Qué?-Gritó esta, al no oír por la música a alto volumen que salía de sus cascos color leopardo.
-¿Que si quieres Conguitos?
-No. No quiero ningún perrito.
Kesha resopló. Agarró los cascos y les dio un tirón, haciendo que se callesen al suelo.
-¿Pero qué haces?-Preguntó la oriental, molesta.
-Que no te enteras con tu música. Te he preguntado que si quieres conguitos y me has contestado que no quieres perritos.
-Pero no tenías por qué tirarme los cascos al suelo.
-Pues te aguantas. Pon la música a menos volumen.
-No quiero.
-Pues haber si te vas a quedar sin cascos, monada.
-Vaaaale.
-¡Bien!
-Anda dame conguitos.
-Y la palabra mágica, ¿qué?
-O me das conguitos o te arranco la cabeza.
La pelirroja agarró fuertemente la bolsa e hinchó de aire sus mofletes.
-¿Qué haces? Dame conguitos.-Exigió la oriental.
-No. No quiero.-Replicó la pelirroja como una niña pequeña.
-Que me des uno.-Insistió la otra.
Yuriko intentó coger esa bolsa de las manos de su amiga y al final formaron un gran estruendo cuando una se callón encima de la otra, dándose de bruces contra el suelo.
-Au...-Se quejó la pelirroja frotándose la cabeza.
-¡Mías!-Gritó la oriental con la bolsa en la mano.-¡Buajaja! De nuevo, gano yo.
-Me da igual. El porrazo me ha dolido tanto que ni tengo hambre.
-¿Estás bien?-Preguntó la oriental ofreciéndole la mano para levantarse.
-Es que eres muy bruta..
-No te quejes. Que no querías darme la bolsita de conguitos.
-Es verdad.
Se miraron y sonrieron. De repente un chico se acercó a ellas.
-Perdone, señoritas. Algunos pasajeros se han quejado de vuestros ruidos. Siento molestarlas, pero por favor, bajen el volumen.
-Lo sentimos. No volverá a ocurrir.-Se disculpó Kesha, algo azorada.
-Eso espero. Disfruten del vuelo.-El muchacho sonrió, haciendo vivarachos sus preciosos ojos miel.
Se dio la vuelta y Kesha soltó.
-¡Qué guapo...!
-Y que lo digas.
Ambas, momentáneamente, miraron por el hueco libre y lo pudieron ver, de espaldas.
-Y tiene buen culo.-Afirmó la oriental.
El comentario hizo que ambas amigas se miraran y soltaran una carcajada.
Niall y Louis, que estaban a su lado, escucharon la conversación.
-Estáis locas.-Resopló el irlandés.
-¿Locas? ¡Venga ya! Si viniese una chica buenísima, ¿no le miraríais el culo? ¡Já! No me lo creo...-Jactó la oriental.
-Pues claro que sí. Pero no tan descaradamente como vosotras.-Afirmó Louis.
-Es que las chicas somos así. Muy descaradas y no nos importa-Explicó Kesha.
-¿Todas?-Preguntó el rubio.
-Bueno... no todas, pero la gran mayoría.-Expecificó la pelirroja.
Hablaron un rato más hasta que anunciaron que iban a embarcar y que debían ponerse los cinturones de seguridad.
-¡Estamos en París!-Chilló Yuriko, radiante de felicidad.
-Sí. ¡Qué guay!-Afirmó su amiga.
En unos minutos llegaron. Bajaron del avión y fueron a recoger las maletas.
-Y...¿quién nos lleva al hotel?-Preguntó Liam, cuando ya todos estaban con su equipaje.
-Según el director, una señora nos venía a recoger.-Respondió Louis.
Se sentaron justo al lado de la puerta giratoria que daba a la salida de la parada de taxis.
Tras unos minutos, una chica rubia, con el flequillo en forma de cortinilla hacia el lado, de ojos marrones, casi negros, en los que llevaba puesto unas gafas negras de
pasta, se acercó a ellos.
Los chicos se sorprendieron al ver quien era la supuesta "señora" que iba a ir a recogerlos ¡Si tenía la misma edad que ellos! Llevaba los brazos con tatuajes de diferentes formas y colores. La ropa que llevaba era algo corta para la estación que estaban. Unos shorts vaqueros muy ajustados que cubrían solo lo necesario, unas botas negras, una camiseta del mismo color de las botas en la que ponía en letras dorada: Je t'aime, que dejaba ver un piercing en el ombligo, un abrigo sin mangas con una capucha con los bordes de pelitos de un color más claro y una mochila rosa a la espalda.
-Soy Clare. ¿Vosotros sois los que ganastéis el concurso?
-Sí. Nosotros.-Afirmó Niall.
-Ah. Bien.. Os tengo que llevar a un hotel de por aquí. ¿Vamos?
-¿Eres tú la que nos lleva?-Preguntó Heather.
-Sí. ¿Por qué?
-Nos dijeron que eras una mujer y tú eres una cría.
-Tendré la misma edad que tú. Así que no me llames cría.-Respondió seca.
-O si no qué.
Ambas se miraron con furia. Heather de brazos cruzados, y despreocupada por la situación. Clare con una mueca de fastidio y los puños cerrados.
-Tengamos la fiesta en paz.-Dijo Louis, separándolas.
La rubia los condució hacia un descapotable rosa fucsia.
-Como no cabemos todos, he llamado a mi amiga Lou para que lleve ella también unos cuantos... Estará al caer.
De su mochila sacó un paquete de tabacos, cogió un cigarrillo y lo posó en sus labios.
Rebuscó un poco y encontró un mechero de color leopardo, encendió el cigarrillo y dio una bocanada de humo.
Después, ante la sorpresa de los demás, sacó una botella de vodka casi al terminar se bebió gran parte de lo que quedaba del tirón.
Louis al verla le cogió la botella.
-¿Qué haces?-Preguntó la rubia, molesta.
-¿Vas a conducir y aún así bebes?
-Sí. ¿Y?
-Estamos en el coche contigo. Podríamos morir todos por culpa de la bebida.
-Me da igual. No eres mi padre. Dame eso.
-No.-Respondió el firme. Y ante la sorpresa de la chica lo tiró, haciendo que la botella se hiciese añicos y el líquido que estaba en él, se derramase por el suelo.
-¡Tío!-Se quejó.-Esta botella me costó la mitad del sueldo de un pequeño servicio que hice.
-Pues deja de derrochar dinero en comprar bebida. Y utilízalo en cosas necesarias.
-No me da la ganas. ¿Quién te crees que eres para hablarme así? Y que sepas que me debes una botella, que si no, te las verás conmigo.
De la rabia tiró el cigarrillo y lo pisó fuertemente con el talón de sus botas.
-No te la pienso pagar.
-Idiota...-La chica cogió otro cigarrillo y fue a encenderlo cuando Liam se lo cogió.
-Si quieres el dinero. Haznos un favor y no fumes.
La rubia resopló. Cogió el cigarro y lo volvió a meter en el paquete.
-Todo sea por la pasta.-Se resignó.
De repente, un coche pintado de negro, y con la música de Avril Lavigne a todo volumen, entró en el aparcamiento del aeropuerta.
-Es mi amiga Lou.-Del coche salió una preciosa chica de ojos celestes, con el pelo de la misma forma de su amiga pero negro que llegaba hasta los hombros. Tenía un piercing bajo el labio en la parte derecha.
Llevaba un short vaquero, al igual que Clare, que tapaba lo justo y una sudadera de un grupo rockero escrito en francés.
Se presentó a los chicos.
-Bueno. ¿Nos vamos?-Preguntó a su amiga.
-Cuando quieras.
-Cuanto antes mejor..
Y tras repartirse en dos grupos. Los chicos se montaron en el coche rumbo al hotel.
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Aquí el capítulo 26!! Espero que os guste y comentéis:)
Por cierto. Ahora hay dos nuevos personajes. Los pondré en la sección de personajes.. Así que..¡¡corred a verlo!! :)
Besitos y gracias a todas por leer y opinar:)

5 comentarios:

  1. Es genial!!!
    Me encantan las dos nuevas chicas, es genial que no sean las tipicas chicas normales asi es mas divertido
    Besitos :D

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus comentarios
      Jaj me alegri de que te gusten las dos nuevas perdonajes
      Besitos:)

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  2. Perdón Amistad, se que no me he acordado de comentar, lo siento de verdad. Está genial como siempre.
    Muakis!!
    PD: de verdad, lo siento

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    1. Ainss, no te preocupes, no pasa nada:)
      Me alegro mucho de que te guste!
      Besitos:)

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  3. Pensé que uno se iba a quedar y ya me estaba poniendo nerviosa, menos mal que pudieron ir todos :)
    Esas dos chicas no son lo que una se esperaba de quienes los llevarían a un hotel. No son el tipo de persona que te imaginas al pensar en París, que tiene ese aire "culto y romántico", por así decirlo. No acaban de gustarme como personas, pero sí como personajes. Me explico: No son el tipo de personas con las que tendría amistad, pero me parece que pueden resultar interesantes en la historia ;)
    Un beso, intentaré leerte un poco más hoy ^^

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Holaa! Gracias por leer esta novela, sin vosotros no sería nada.
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Así ¿a qué esperas para escribirlo? GRACIAS DE ANTEMANO!