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Capítulo 28: Paseo por París


Al día siguiente, Kesha se despertó. Se estiró mientras bostezaba e intentó recordar en el lugar en el que se encontraba. Rápidamente reaccionó y sonrió: ¡Estaba en París! Miró el reloj. Las ocho y media. A las nueve habían quedado todos para desayunar, habría que ir levantándose.
Miró a la chica que tenía justo al lado. Dormía pacíficamente. Se acercó a ella y suavemente le dijo con voz melosa:
-Heather, tienes que despertarte.
-Hmmmm....
-Vamos, Heather. ¡Despierta!
-Media hora más.
-Pero entonces no llegamos a desayunar. ¡Vamos, despiértate!
La última vez la morena no le prestó atención y metió su cabeza bajo la alhomada para no seguir oyendo más.
-Tú lo has querido.-Murmuró Kesha.
La pelirroja anduvo unos pasos atrás y, cogiendo carrerilla, corrió hacia la cama y se tiró de plancha encima de su amiga.
-¿QUÉ HACES?-Gritó Heather bajo Kesha, casi ahogándose.
-¿Te vas a despertar ahora?-Preguntó Kesha malevolamente.
-Bájate de mi espalda. ¡AHORA!
La pelirroja sonrió y se bajó.
La morena se levantó y cogiendo a Kesha por el cuello de la camiseta le advirtió muy seria:
-Esta me las pagarás.
-Solo ha sido una broma.-Intentó disculparse la pelirroja, atemorizada.
Heather le soltó, y sin prestarle atención, soltó un bufido y comenzó a caminar hacia el baño, enfurecida.
Kesha se sentó lentamente en su cama y tragó saliva. Rápidamente cogió la ropa de la noche anterior y corrió hacia la puerta, la abrió y cerró con un fuerte portazo.
Heather salió del baño y soltó una carcajada.
-Ya me tiene miedo. ¡Me encanta!
Kesha corrió hacia la habitación de Yuriko y Abie. Llamó a la puerta.
-Buenos días.-Le saludó su amiga oriental.
-¿Buenos? ¡Para ti!-Exclamó su amiga mientras entraba en la habitación.
-¿Por qué?-Preguntó Abie.
-Porque.. porque...-Kesha se sentó en la cama y respiró pronfudamente. Y en unos minutos les explicó a sus amigas lo que le había pasado.
-¿Y qué haces aquí?-Preguntó Yuriko, cuando Kesha había terminado de explicar la historia.
-Vengo a cambiarme aquí, si no os importa.
-Claro que no.-Le sonrió Abie.-Entra en el baño, vístete y arréglate. Nosotras te esperamos.
-Gracias.-Suspiró la pelirroja.
Tras unos minutos las tres terminaron de vestirse. Aún quedaban unos minutos para las nueve, pero debían ir bajando.
Caminaron hacia el ascensor.
-Planta cero.-Canturreó Abie mientras pulsaba el botón.
Cuando las puertas estaban casi cerradas, alguien las abrió y entró Heather con una sonrisa.
-Hola chicas.-Saludó a Abie y Yuriko. Después se dirigió a Kesha y le sonrió.-¿Por qué te has ido?
-Porque dabas miedo.-Respondió la pelirroja.
-¿Te doy miedo?
-Cuando te pones así: Sí. Y mucho.
Heather soltó una carcajada.
-Lo sé. Era lo que pretendía. Darte miedo.
-Eres mala...
-¡Mira quién fue hablar! La que se tira encima de la gente para despertarlos.
Kesha agachó la cabeza y esbozó media sonrisa. En eso, tenía razón.
-Es verdad. Pero no te despertabas.
-¿Y?
-¡Pues que íbamos a llegar tarde!
-¡Pero hay otra maneras de despertar a los demás!
-Tienes razón. Lo siento.
-No importa tonta.
-¿Un abrazo?
Heather le lanzó una mirada asesina.
-¿Un...puñetazo...cariñoso?-Volvió a preguntar Kesha, cautelosamente.
-Eso está mejor.-Respondió la morena.
Se acercó a la pelirroja y le dio un suave puñetazo en el hombro.
Las puertas del ascensor se abrieron. Las chicas salieron, y caminaron hacia la puerta del comedor, donde los chicos ya se encontraban allí.
-Buenos días.-Saludaron las chicas en cuanto llegaron.
-Buenos días.
Tras saludos, besos y abrazos de buenos días, entraron en el comedor y, tras buscar una mesa, cogieron un plato con lo que querían comer.
Tras coger el desayuno, se sentaron en una mesa redonda, casi al final del establecimiento. Hablaron sobre el paseo que iban a hacer por París y lo emocionados que estaban.
Tras desayunar se dirigieron fuera del hotel. El hotel estaba cerca de todo, así que no tuvieron que pedir taxis ni nada.
Kesha cogió su móvil y se conectó a Skype. Allí, su hermana Candy le pidió una videoconferencia.
Kesha sonrió y, poniéndose un mechón de pelo tras su oreja, aceptó.
-Hola Candy.
-Hola Kesha.
Saludaron casi al mismo tiempo.
-¿Cómo estás por ahí, hermana?-Preguntó Kesha a Candy.
-Bien. Estoy con unas amigas haciendo un trabajo.
-Genial.
-¿Y vosotros?
-Vamos a ver un poco París.
-¡Qué guay! Haz muchas fotos, ¿en?
-Claro que sí. Por cierto, espera.-Kesha levantó la vista de su móvil y se dirigió hacia sus amigos.
-¡CHICOS, ES CANDY! ¡Saludad!-La pelirroja dirigió el móvil hacia los demás y éstos comenzaron a saludar.
-Hola Candy.
-¿Qué hay renacuaja?
-Hey rubilla.
Y cosas por el estilo.
La pelirroja soltó una carcajada y volvió a dirigirse a su hermana.
-¡Veo que lo pasáis bien!-Exclamó Candy con una sonrisa.
-Sí. Muy bien.
-Me alegro, pero tengo que colgar la videoconferencia. Mis amigas me reclaman.
-Lo entiendo. ¡A estudiar mucho!
-Calla. Que si no me pongo celosa de ti.-Bromeó la menor sacando la lengua.
-Vaaale. ¡Adiós!
-Adiós. ¡Pásalo bien!
Y la videoconferencia se cortó. Kesha sonrió, apagó su móvil y corrió hacia sus amigos.
Puso las manos en los ojos de Bryan e intentó decir con voz más grave de lo habitual:
-¿Quién soy?
-¡Kesha!
La chica sonrió.
-¿Cómo lo has sabido?
-No sabes poner voz de chico...
-¡Eso no es verdad!-Se quejó simulando que estaba enfadada.
-Claro que sí. No sabes imitar.
-Jum. ¡Que sí!
-Lo que tú digas pelirrojita.-Y con la mano le revolvió el pelo.
Ella soltó una carcajada.
-¡Ay..! Déjame.-Intentó exclamar lo más seria posible.
Y tras mirarse comenzaron a reír.
Niall los miraba a tan solo unos pasos por detrás. Iba caminando, sin hablar, contemplando la escena y las manos en los bolsillos. Estaba serio. Cosa rara en él. Parecía afectarle mucho algo.
Kesha miró hacia atrás y lo vio.
-¿Qué te pasa?-Preguntó poniéndose seria y colocándose a su lado.
-Nada.-Respondió escuetamente.
-Algo te pasa...
-No. Simplemente estoy pensativo.
-¿Y en qué piensas?
El rubio la miró a los ojos.
-En nada.
-No se puede pensar en nada. En algo habrás pensado.
El irlandés miró hacia el horizonte.
-Da igual. No lo entenderías.
La pelirroja arrugó la frente y puso una mueca.
-¿No lo entendería? ¿Crees que soy tonta?
-No. Simplemente no lo entenderías.
-Por lo menos, puedes decírmelo.
-No Kesha. Porque a ti te quieren todos los chicos. Por el contrario a mi, no.
-Es que no me importa que me quieran todos los chicos. A mi, solo me importa uno.
El rubio la miró de nuevo. A esos ojos color miel y a esa sonrisa pícara. Él sonrió y ambos bajaron la vista, ruborizados.
-A mi también me importa solo una persona.-Afirmó él.
Y tras eso, volvieron a mirarse con una sonrisa.
-¡LA TORRE EIFFEL!-Gritó Harry, haciendo que rompieran sus miradas.
En efecto, ante ellos se encontraba la tan preciada torre Eiffel con unas preciosas vistas.


-¡Vaya..!-Exclamó Yuriko impresionada.
Harry sonrió y miró a la chica que tenía a su lado. Heather miraba la torre de París ensimismada. El chico sonrió, le giró suavemente el rostro hacia él y con un intercambio de sonrisas se besaron, con la torre Eiffel y todo París, (la ciudad del amor) como testigo de su amor verdadero.
Los demás los miraban disimuladamente con una sonrisa.
-¡Quiero subirme!-Gritó Kesha cuando Harry y Heather terminaron.
-Y yo.-Gritó Harry, volviendo a su estado alocado normal.
-¡Pues vamos!
Los diez se pusieron en la cola para subir.
Para matar el tiempo, hablaban sobre tonterías o simplemente hacían alguna broma.
Tras unos minutos un par de chicas se les acercaron.
-Hola.-Saludaron ambas al unísono.
-¡Hola!-Saludó Yuriko quien fue la primera que las vio.-¿Qué hacéis por aquí?
-Vivimos aquí.-Ironizó Lou con una sonrisa.
-Me refería a que hacíais aquí en la Torre Eiffel.-Explicó la oriental sonriendo en tono burlón
-Hemos venido a desayunar por aquí cerca y estábamos dando una vuelta.-Respondió Clare.
-Bien. ¿Queréis acompañarnos a subir la torre?-Preguntó Louis.
-Por mí bien. ¿Qué te parece Lou?
La preciosa morena de ojos azules casi cristalinos asintió.
Se metieron con ellos en la cola.
Tras unos minutos llegaron. Comenzaron a subir la torre Eiffel y cuando llegaron a la cima comenzaron a mirar todo París. Una preciosas vistas de toda París se podían ver desde allí.
-Esto es precioso.-Susurró Kesha.
-¿Precioso solo? ¡Es impresionante!-Yuriko era la que más impresionada estaba. Un lugar realmente perfecto. ¡Lo que le gustaría a ella vivir allí!
Abie tampoco perdía vista de nada. Le encantaba estar allí. Era realmente perfecto. Una mano se le posó en el hombro y se sobresoltó un poco. Pero al ver quién era sonrió aliviada.
-Esto es perfecto.-Le dijo a Liam.
-Sí. Realmente perfecto. Me encantaría vivir aquí.
Y ambos se quedaron mirando las preciosas vistas. Sobraban las palabras. Lo único que servía allí era el sentido de la vista, para que pudieran ver las preciosas calles, las zonas verdes, y, en general, toda París cubierta de ese manto que parecía hipnotizar a los visitantes.
-Esto es genial.-Murmuró Heather.
-¡Vaya...! Quien iba a decir que a la malhumorada Heather le iba a gustar la ciudad del amor.-Bromeó Harry, sonriendo pícaramente.
-Idiota.-Jactó Heather con una sonrisa.
Harry le dio un beso en la mejilla. Rápido, fugaz.
-Tienes razón. Es un lugar magnífico y más aquí contigo.
La morena lo miró. Harry se había girado y en ese momento estaba mirando el horizonte. La chica sonrió y también giró la cabeza para seguir contemplando las increíbles vistas.
Tras mirar un poco todo aquello, bajaron de la torre Eiffel.
-Bueno. ¿Dónde vamos ahora?-Preguntó Kesha, emocionada.
-Me gustaría ir a ese puente de los candados.-Respondió Heather con una media sonrisa.
-¡Qué buena idea, morena!-Le apremió Louis.
-Gracias...-Sonrió Heather feliz.
A todos les gustó la idea y comenzaron a caminar hacia el puente de los candados.
Tras unos minutos, llegaron. 


-¿Alguno trae algún candado?-Preguntó Clare.
Los diez se miraron entre ellos y negaron con una sonrisa.
-No importa.-Les dijo Lou.-Yo traigo un par de ellos.
-¿En serio te gusta esta pijada?-Le preguntó su amiga, sorprendida.
-Sí. Y a ti también. ¿O es que no te acuerdas de aquel candado que pusimos juntas como amistad enterna?
La rubia se quedó pensativa, hasta que chasqueó los dedos.
-Tienes razón... No me acordaba.
-Ay. ¡Estás atontada!
Clare le miró mal y le dijo una palabra malsonante en francés, cosa que Lou le respondió y comenzaron a hablar, o mejor dicho, a pelearse en francés, mientras los demás le miraban extrañados. Siete de los diez no entendían mucho. Los únicos que seguían la conversación eran Kesha, Yuriko y Bryan, ya que desde pequeños habían estado dando francés y español como segundos idiomas.
-S'il vous plait, cesser de discuter!-Exclamó Bryan en francés, para que pararan de discutir tras unos minutos.
Ambas chicas miraron al moreno que acababa de hablar.
-Va.-Se rindió la rubia, cruzándose de brazos.
-Está bien.-Dijo Lou.
Cruzó una mirada con la rubia y, rápidamente, la apartaron al unísono.
-Tomad.-Dijo Lou bruscamente, dándole un candado a Louis.
-Gracias.-Le contestó él con una sonrisa amablemente. No quería que ahora aquella morenita francesa también se peleara con él.
-¿Quién tiene rotuladores?-Preguntó Louis.
-Yo.-Contestó Heather. La chica abrió su bolso y, tras rebuscar un rato, dio con lo que buscaba. Un permanente negro.
Cada uno escribió su firma y tras eso engancharon el candado en el puente.
-¡Esperad! ¡Falta una cosa!-Exclamó Kesha chasqueando los dedos.
Los demás le miraron interrogante, pero ella les hizo un ademán de mano para que esperaran.
Cogió de nuevo el rotulador negro y puso en la parte superior, en un pequeño hueco libre, "The Adventures Warriors"
Yuriko sonrió.
-¡Nuestro nombre de grupo!
-Ajá.-Afirmó la pelirroja mientras cerraba el tapón del rotulador.
-Muy bien.-Le apremió Harry.-Ha sido una gran idea.
La chica sonrió, algo avergonzada, pero realmente feliz.
Caminaron hacia las dos francesas, que parecían que habían olvidado su pelea y en ese momento hablaban tranquilamente.
-Bueno chicas, nosotros tenemos que volver al hotel, antes de que se cierre el comedor.-Anunció Niall.
-Vale. Pero... antes de iros. ¿Esta noche tenéis algo que hacer?-Perguntó Clare.
Los diez se miraron entre ellos mientras negaban.
-No, nada.-Negó Louis, en nombre de todo el grupo.
-Pues si queréis podéis venir a una discoteca de aquí de Francia con nosotras.
-Por mí bien. ¿Qué os parece chicos?-Preguntó Louis a sus amigos.
Los demás aceptaron de buena gana.
-Bien. Pues os recogemos Lou y yo sobre las ocho. ¿Bien?
-Estupendo. Adiós.
-Adiós.
Se despidieron y los diez comenzaron a caminar hacia el hotel. Cuando llegaron quedaron en que dentro de un cuarto de hora estarían en el comedor.
-Yuriko espérame arriba que voy a pedir sábanas.-Le pidió Abie a su compañera de cuarto.
-Perfecto. Adiós.
La morena caminó a recepción. Allí una joven de aspecto alegre le atendió educadamente:
-¿Qué desea?
-¿Le importaría llevar a mi habitación un par de sábanas?
-Claro. ¿Cuál es?
-La 213.
-Perfecto. Ahora mismo irán a llevársela.
-Gracias. Adiós.
Abie esperó el ascensor durante unos segundos. Se fijó en un par de hombres que hablaban entre ellos silenciosamente. La morena, sin poder resistirse, agudizó el oído y disimuladamente comenzó a oír algo.
-Es la 214..-Decía uno. Abie frunció el ceño. Esa era la habitación de Louis y Bryan, a pesar de ello, disimuló y siguió oyendo-...Tienes que entrar esta tarde y matarlos.
La morena abrió los ojos como platos y se llevó las manos a la boca para reprimir las ganas de gritar. ¿Por qué esos tipos querían matarlos? No sabía la respuesta, pero lo único en lo que podía pensar ahora era que la vida de dos de sus amigos corrían peligro.
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Tum, tum, tum, tum (El sonido de los tambores xD) 
Aquí el capítulo 28. Ha sido con una parte romántica y el fina pues un poco abierto para dejaros con la intriga :)
Espero que os guste y dejéis vuestro lindo comentario
Besitos:)

5 comentarios:

  1. Madre mia ,¿¡Matarlos!?
    ¿Como puedes dejarnos asi? eso no se hace
    Bueno espero el siguiente jajaja
    Me ha encantado el capitulo, bueno como siempre

    Besitos :D

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    Respuestas
    1. Jajaja, siento haberos dejado con la intriga :P
      Me alegro de que te haya gustado el cap
      Besitos:)

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  2. MATARLOS?? Ahhhhhahgg
    No se si voy a poder esperar al siguiente cap.
    Este cap esta ge-niall!!
    Muakis!!

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  3. ¡¿Qué?! No, no, no, no. No es posible. NO PUEDES DEJARME CON ESE FINAL DESPUÉS DEL DÍA TAN SÚPER TRANQUILO Y GENIAL QUE HABÍAN PASADO. Tiene que haber un error, no pueden matarlos. ¿Por qué iban a hacerlo?
    Me voy a leer el siguiente para averiguarlo.
    Un beso

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Holaa! Gracias por leer esta novela, sin vosotros no sería nada.
Si vas a dejar tu comentario ¡HAZLO! Eso sí, no insultes ni al blog ni a la escritora ni a ninguno de los otros lectores.
Puedes poner críticas, gracias a ellas mi blog mejora.
Así ¿a qué esperas para escribirlo? GRACIAS DE ANTEMANO!