Heather
se sentó en el asiento del copiloto del coche gris de Jonathan,
quien se encontraba como conductor.
-¿Cómo
está tu amiga?-Preguntó mirándola con una mirada de elocuencia.
-Mal,
pero no me han dejado verla.
-¿Y
eso?-Arrancó el coche y se puso en marcha.
La
morena se colocó el cinturón y se acomodó en el mullido asiento.
-Estoy
implicada en unas notas amenazantes. Se supone que uno de nosotros es
el culpable de mandarlas. Encima me he sometido al polígrafo y las
pruebas no han sido concluyentes.
-Que
las pruebas del polígrafo no sean concluyentes es bastante raro.
¿Has sido la única a la que le ha pasado esto?
-No.-Negó
la joven, y se cruzó de brazos, incómoda.-Hemos sido cinco de ocho.
-Pues
entonces no te preocupes. Además de que tú sabes que no has
sido.-Se quedó callado unos segundos y frunció el ceño.-Porque no
has sido tú, ¿verdad?
Heather
se giró para mirarlo.
-Claro
que no.-Respondió con sequedad.
-¿Y
sospechas de alguien?
-De
Harry.
-¿Harry
Styles?-Preguntó Jonathan con sorpresa.
-Sí.-Suspiró.-No
sé por qué pero es el único al que le veo capaz de hacer algo así.
Una parte de mí dice que no ha sido, pero otra dice que sí. Es
extraño.
-Bastante.-El
joven la miró de reojo y sonrió.
~~~~~~~~~~~~
-No
sé quién ha podido ser, pero apuesto por Heather.-Murmuró Liam en
cuanto llegaron a la casa de los chicos. Habían estado todo el
trayecto callados, sin decir nada, pensando.-No sabemos qué ha
pasado con ella durante todo éste tiempo.
-Cuatro
de los seis que estamos aquí somos sospechosos.-Contestó Niall.-De
haber ayudado a Abigal a enviar mensajes amenazantes a Kesha. ¡A
Kesha! Si fuera otra persona tal vez lo entendería un poco mejor,
pero ella era querida por todo el grupo. Fue la que nos unió, la
creadora del grupo de Adventures Warriors.
Todos
se quedaron callados de nuevo. Se sentaron en el sofá y en algunos
sillones. Louis incluso se quedó sentado en la alfombra del suelo,
abrazando un cojín. Estaban absortos en sus propios pensamientos.
-Perdón
por echar a perder tu teoría Liam, pero creo que Heather no es.
Sospecho de alguien mucho más cercana a Abigal. Alguien que ahora
mismo está en esta misma habitación.
El
cantante levantó su mirada hacia Abie. Los oscuros ojos de la chica
recorrieron la habitación buscando apoyo de alguno de ellos por las
palabras dichas por su amigo.
-Sé
que quisiste a Heather y tal vez la sigas queriendo, pero eso no te
da derecho a acusar a Abie porque sea gemela de Abigal.
-Tú
has hecho lo mismo con Heather. Has eliminado a tus mejores amigos
porque tienes la plena confianza de que nosotros no hemos sido. Y
luego has elegido a Heather porque quieres a Abie, tal vez si esos
sentimientos fueran distintos verías las cosas de otro modo.
-Sólo
digo lo que pienso y creo. Tal vez me equivoque y hayas sido tú.
Las
duras y relajantes palabras de Liam retumbaron en la habitación.
-Sí.-Sonrió
con sorna.-Eso te gustaría ¿verdad? Así ni tus mejores amigos ni
tu novia serían culpables.
Harry
se levantó del sillón.
-Espera.-Era
una voz femenina, pero no la típica dulce y alegre, sino una
penetrante, fría y cortante. En ese momento, con su semblante serio
y sus facciones tensas, era la viva imagen de Abigal.-No voy a
engañarte diciéndote que te dejo como inocente porque mentiría,
pero en realidad no hago suposiciones como vosotros dos.-Miró a Liam
de soslayo y luego volvió a fijarse en Harry.-habéis hecho. Creo
que los cinco que somos sospechosos no somos culpables. Es más, me
niego a creerlo. Somos amigos, ¿por qué queríamos hacer daño a
gente que queremos? ¿Para quedarnos más sólos de lo que estamos
ahora sin Bryan? ¿Para alejarnos más? Es una tontería, y que
vosotros dos os peléis por ello, mucho más. Parecéis críos de
cinco años.-Se levantó de su asiento.-Aún así no te culpo, ni a
Liam tampoco, había defendido a dos personas que queréis. Y ahora
me voy a casa, creo que lo mejor es que os deje pensar con claridad y
pongáis en orden vuestras prioridades.
Se
dirgió hacia la puerta y se fue. A nadie le dio tiempo de decir
nada, pero todos pensaban que había tenido la razón.
-Lo
siento.-Murmuró Liam, con voz apenada.
-Y
yo...-Harry resopló y se dirigió hacia su habitación.
En
ese momento, en la acera, Abie se abrazaba a sí misma, nerviosa y
temblorosa. Tenía miedo y no podía confíar en los chicos, no por
lo menos en ese momento, ni siquiera en Liam. Se dirigió hacia un
callejón y entró en uno de los recintos que había allí. Un café,
más concretamente. En cuanto pasó por las puertas, una gran oleada
de especial aroma le inundó las fosas nasales. Aquello era la
tranquilidad en su estado más puro gracias al sitio donde estaba, la
gente no solía pasar por callejones oscuros. Se sentó en una mesa
cerca de una pequeña ventanita, como solía hacer siempre que iba a
quel lugar y se mordió las uñas, nerviosa.
-Menos
mal que vuelvo a verte.
La
joven se giró hacia la voz. Llevaba un abrigo que le tabapa hasta el
cuello y un gorro de lana en color rojo.
-No
debería estar aquí...
-¿Pero?
-Pero
necesito estar contigo.-Abie sonrió un poco y no pudieron evitar
abrazarse con fuerza.
~~~~~~~~~~~~
-Es
tarde, deberíamos irnos.-Ben se frotó los ojos. Estaban rojos del
cansancio.
-Iros
vosotros, yo no me moveré de aquí.-Respondió Amy abrazándose las
rodillas, comenzaba a hacer frío.
-Sí
te vas a ir.-Le contradijo su hermano.-Tienes que descansar.
-Si
tú te quedas, yo me quedo.
-No,
no lo harás. Llamaré a mamá.
-¿Y
qué?-A Amy se le puso la cara roja, como siguiera por aquel camino
su hermano acabaría ganando...
-Que
te recogerá y me dejará aquí porque yo soy el responsable.-Y
aunque parecía decirlo como regañina, lo hacía por su bien, para
que descansara un rato después de una tarde muy movida.
La
rubia suspiró.
-Ella
me dejará. Kesha es mi mejor amiga.
-Por
favor Amy... Mañana te prometo que me voy yo a descansar y te quedas
tú aquí.
-¿De
verdad?
-De
verdad.
Ambos
hermanos sonrieron y se abrazaron.
-Entonces
no vamos.-Marchel se levantó y dio la mano a la chica.-Yo te llevo,
Ben y George se van juntos.
-Bien.-Amy
se levantó y se despidió de su hermano.
-Adiós,
llama si necesitas algo.-Le dijo George.
-No
os preocupéis.-Sonrió el moreno.
En
cuanto los vio desparecer se le enrojecieron los ojos. Y no por el
cansancio sino por el dolor acumulado, tenía ganas de llorar, y
muchas. Un par de lágrimas salieron por sus ojos y dejó que
siguieran una detrás de otra. Ni siquiera se dio cuenta de que
alguien se había sentado a su lado y en ese momento lo estaba
abrazando.
-Todo
estará bien.-Susurró Richard.
-La
quiero mucho.-Se quitó las lágrimas que le quedaban y se despegó
del hombre. No quería parecer un sensible delante de su futuro
suegro.
-Yo
también.-Asintió el padre de la joven con una sonrisa triste.-¿Y
sabes? No es malo llorar de vez en cuando. Puedes hacerlo si así te
encuentras mejor.
-No.-Suspiró
y se relajó.-Estoy... bien. Dentro de lo que puedo.-Miró a su
acompañante y entonces se dio cuenta de que era un poco egoísta por
su parte. Richard no se había quejado en todo el día delante de él,
no había llorado ni compartido su dolor con nadie aún siendo el
padre de la joven.
-Es
sólo cuestión de relajarte y pensar en que nada malo va a pasar.-La
voz de Richard llegó a sus oídos lentamente, y no reaccionó hasta
después de unos segundos.
-No
soy una persona demasiado positiva.-Suspiró el adolescente,
alborotándose su flequillo oscuro.
-Pues
deberías serlo.
-Los
pesimistas son los únicos que cambiarán el mundo, ya que ellos no
ven nada bueno en él.-Recitó.
Richard
sonrió con amargura, recordaba perfectamente cuando días atrás
Kesha le había dicho la misma frase y luego había añadido: "Si
quieres culpar a alguien ve a
hablar
con Brendon" y acto seguido su risa. Esa risa contagiosa, entre
dulce y divertida.
El
hombre tragó saliva y se giró hacia el chico, quien lo miraba
frunciendo el ceño, seguramente preocupado por lo que le ocurriera o
estuviera pensando.
-Bonita
frase.-Fue lo que respondió, y sin nada más que decir, se quedaron
en silencio.
~~~~~~~~~
Habían
pasado dos días de todo aquello. Louis acariciaba con ternura la
mano de su novia.
-Estoy
tan contento de que todo haya salido bien.-Suspiró, por quinta vez
en aquella mañana nublada.
Daisy
no pudo por más que sonreír de nuevo. Estaba cansada, agotada por
los acontecimientos. Había perdido mucha sangre y se encontraba
débil, pero todo había merecido la pena, en la habitación
contigua, separada por un gran cristal, se encontraba en una
incubadora su hija. La pequeña seismesina había nacido sana, aunque
aún necesitaba ayuda médica para salir adelante como un bebé
normal. Su peso era inferior al normal.
-Dais...-Susurró
el joven con voz ronca. No quería hablar de ello, pero tenía que
hacerlo en algún momento.-Encontraron restos de alcohol en tu
organismo. Eso juntado con que eres una madre joven hicieron que la
niña fuera prematura. Lo que quiero decir es... que no sabía que
bebías.
-Lo
siento. Tenía que habértelo contado.-Sus ojos verdes esmeraldas se
dirigieron hacia el joven.-Tengo problemas de alcohol, a veces.
Cuando estoy contigo nunca bebo porque quiero dejarlo, pero cuando
estoy sola no puedo resistirlo. Voy incluso a un club de alcohólicos
anónimos.
Louis
se quedó con la boca abierta, no tenía ni idea de ello y no sabía
bien qué decir.
-Po...podías
habérmelo contado, tal vez te hubiera ayudado.
-Sólo
lo sabe Tony.
-¿Por
qué será que no me extraña?-Murmuró Louis cruzándose de brazos.
Cada vez le caía peor aquel joven que parecía saber todo de su
chica, cosas que ni siquiera Louis sabía.
-No
te enfades con él. Si lo sabe es porque él también va conmigo a
esas clases.
-¿Cómo?-Aquello
era increíble, y el cantante intentaba asimilar todo lo mejor
posible.
-¿Recuerdas
el accidente de coche? Maine Wercbrooks, mi prima, murió ese día.
Ella nos tendió una trampa para que volviéramos a hablar y nos citó
a los dos. Yo estaba enfadada con él porque me había dejado para
estar con Maine, pero lo pasamos bien, casi lo olvidamos. Ese día
bebimos mucho, muchísimo. Por aquel entonces cada vez que salíamos
bebíamos, los tres por separados o los tres juntos, pero teníamos
muchos problemas de alcohol. Tony el que menos, así que él fue el
que cogió el coche. Una curva, un camión, y cuando volví a
despertar estaba en el hospital. En la cama de al lado, Tony, y
frente a mí, un policía. Recuerdo esas cuatro palabras que hicieron
que volviera a desmayarme y no me despertara hasta tres días
después.
-¿Cuatro
palabras?
-Su
prima ha muerto.-Daisy tragó saliva y se limpió las mejillas, que
ya estaban llena de lágrimas.-Desde entonces, Tony y yo hemos
intentado dejar de beber, pero cuando lo hago es como volver a aquel
día y a veces incluso me sienta bien. No creo que me entiendas,
pero.-Sollozó y se mordió el labio para no seguir haciéndolo.
Suspiró tras unos segundos y continuó.-...sólo quiero decirte que
intento cambiar, para estar contigo, para que esto salga bien. Tony
es solo... una persona que entiende lo que he pasado, no lo culpes.
El perdió a la persona que más quería, y yo también. Maine era
como una hermana para mí.
-Lo
entiendo.-Asintió con la cabeza para dar más credulidad a sus
palabras.-Y te ayudaré en lo que haga falta. Tienes que intentar
dejarlo, tu prima está en un lugar mejor y en tu gran
corazoncito.-Daisy soltó una leve risita nerviosa y Louis también
sonrió.-No necesitas beber para recordarla. ¿De acuerdo?
-Sí.-Se
limpió las últimas lágrimas y sonrió.
-Maine...-Susurró
Louis.
-¿Es
un nombre precioso, no crees?
-Maine
Tomlinson Wercbrooks.-Recitó el chico agarrando la mano de Daisy con
fuerza de nuevo.
-Ya
tenemos nombre para nuestra hija.-Cerró los ojos, y aún sin ser
creyente, rezó.
~~~~~~~~~
-No
Abie.-Liam se alejó un poco de la chica, quien resopló y se sentó
en su cama. Cogió el mando de la tele y la apagó.
-¿Por
qué la apagas?-Preguntó el joven quien se colocó sentado con las
piernas cruzadas.
-Porque
me aburre.
-¿Y
qué te gustaría hacer entonces?
-No
lo sé.-Rodeó el cuello del chico con sus manos y se acercó a
besarlo.
-No,
para.-Liam se apartó y se levantó de la cama de un salto.
-Sólo
iba a darte un beso.-Se quejó la joven cruzándose de brazos y
frunciendo el entrecejo.-¿Por qué estás tan arisco?
-¿Y
por qué estás tan cariñosa? Cuando estabamos viendo la tele igual,
no parabas de insistirme.
-¿Insistirte
a qué?
-No
sé, será a jugar las cartas.
-Oye,
no seas tan sarcástico ¿vale?
-Si
tus preguntas son tan estúpidas no me queda otro remedio.
-¿Pero
qué te pasa? Es que de verdad que no te entiendo Liam.
-No
es el momento Abie. Vengo aquí después de ir a ver Kesha.
-¿Y
qué?
-¿Cómo
que y qué?-Liam negó con la cabeza, indignado por las palabras de
su novia.
-Pues
que nosotros tendremos que continuar nuestras vidas sin ella. Es casi
imposible que sobreviva. ¿Lo entiendes? Asímilalo, Kesha va a
morir.
El
chico frunció el ceño.
-¿Cómo
puedes decir eso y quedarte tranquila, Abie? Ella es tu amiga.
-Lo
es, pero soy realista. No me aferro a falsas ilusiones.
-Los
médicos dicen que puede que sobreviva.
-En
estos dos días no ha mejorado nada. ¿De verdad lo crees?
-Dime
la verdad Abie...¿ayudaste a tu hermana?
Los
oscuros ojos de la chica miraron incesantes y desconcertados a los de
él.
-¿De
verdad me preguntas eso? ¿Lo crees?-Al no recibir respuesta,
asintió.-Lo crees.
-No
sé que creer. No sé en quién confiar. No sé qué hacer. Sólo sé
que alguien ha ayudado a Abigal, y tú eres una posible sospechosa.
-Yo
no lo hice.
-¿Y
cómo puedo comprobarlo?
-No
puedes.-Negó la joven.-Es mi palabra. Si la crees te quedas. Si no,
vete.
Ambos
se quedaron mirando un buen rato. Liam caminó hacia la puerta y Abie
cerró los ojos. No podía creerlo. Quiso llorar, pero no lo hizo.
El
joven agarró el pomo pero no se atrevía. Ella no había sido, era
imposible. Abie, su querida Abie. No podía ser, pero entonces, ¿por
qué se iba? ¿Por qué no hablaba con ella y solucionaba las cosas?
Pero entonces recordó sus palabras dichas con gran dureza: "Es
casi imposible que sobreviva. ¿Lo entiendes? Asímilalo, Kesha va a
morir." ¿Cómo podía haber dicho aquello? Giró el pomo y
salió de allí, cerrando con un portazo.
~~~~~~~~~~
-Estoy
nerviosa... ¿y si Richard no quiere verme?-La joven tembló y se
paró en medio de aquellas escaleras.
-Tú
no fuiste Heather.
-Pero
eso él no lo sabe, Jonathan.
-No
va a pasar nada, seguro que alguno de tus amigos ya la han visitado y
no ha pasado nada.
-Amigos.-Murmuró
la chica con poca convicción volviendo a subir.-Esos mismo que no me
hablan porque se piensan que he sido yo. Excepto Louis, Yuriko y
Niall todos me rehúyen.
-Es
normal.-Suspiró el joven.
-¿Normal?-La
chica elevó un poco la voz.-¿De verdad ver normal que tus mejores
amigos piensen que eres una persona horrible?-Suspiró.-Sé que yo
mismo pensé que fue Yuriko porque era la que más conocía a Kesha,
pero nunca le hubiera ignorado de la forma que ellos me están
ignorando. Es como si no existiera, como si fueran completos
desconocidos.
-Se
les pasará. Dales tiempo a que se den cuenta de que tú nos has
sido.-Jonathan tiró de su mano y la paró.-Y ahora respira y
tranquilízate. ¿Vale?
-Vale.
-Bien...-Jonathan
la abrazó.
-Gracias.
Ambos
subieron a la planta correspondiente y caminaron hacia las sillas
azules ocupadas por rostros conocidos.
-Hola
Heather, ¿cómo estás?-Richard surcó una sonrisa en su rostro
agotado por el cansancio. Se le veía las ojeras bajo sus grandes y
tristes ojos marrones que parecían estar sin vida.
-Hola
señor Stadler...-Murmuró la joven con tono educado.-Yo estoy bien,
gracias. ¿Y Kesha... tiene alguna noticia?
-No
me llame de usted.-Respondió el hombre intentando cambiar de
tema.-Nos conocemos desde hace mucho.
-Ya...-Suspiró
y miró a los ojos al hombre, suplicante por una respuesta.
-No
está bien. Los médicos sólo hacen negar con la cabeza.-Tragó
saliva y se frotó las manos por la cara.-¿Pero sabes? Ayer nació
la hija de Louis. Una pequeña seismesina si no me equivoco. Deberías
ir a verlo, es tu amigo.
-Kesha
también es mi amiga. Ella me necesita mucho más que Louis en este
momento.
-Es
muy pequeña, sólo la vi por el cristal de la habitación... Kesha
cuando nació era mucho más grande, ¿lo sabías? Pesaba cerca de
tres kilos y medio.-Soltó una risita histérica.-Y no cesaba de
llorar. Me levantaba cada noche a arroparla, así durante el primer
mes, luego comenzó a acostumbrarse a dormir.-Cogió las manos de
Heather y sonrió.-Kesha va a vivir, ¿lo sabes no?
-Claro.-Apretó
las manos del hombre cariñosamente.-Claro que vivirá y ya no estará
llorando, sino que sonreirá y volverá a reír como siempre.
En
ese mismo momento la voz del hombro fue más aguda y dijo unas
palabras en voz baja, como si estuviera dentro de un trance.
-Me
estoy volviendo loco Heather. La espera me está volviendo
loco.-Tragó saliva y cerró los ojos. Luego se los frotó con fuerza
y los abrió, dejándolos rojos.
Candy
se levantó en ese momento de su asiento, preocupada.
-Papá
siéntate.
Así
lo hizo. Se sentó y respiró profundamente.
-Ya
estoy mejor.-Asintió un par de veces y sonrió un poco.
-Deberías
descansar.-Pidió la rubia con voz cansada.
-Sí...-Cedió
por primera vez.-Voy a ir a casa, voy a darme una ducha y me vuelvo.
-Ve
a ver a Susi, por favor. Llevas dos días sin verla y ayer por la
noche me preguntó por ti.
-Vengo
en una hora.
-O
en dos.-La rubia ladeó la cabeza.
-O
en una y media.-Sonrió al fin el hombre. Dio un beso a su hija en la
cabeza y se levantó.-Gracias por venir Heather, me alegra verte de
nuevo.-Sonrió a la muchacha y se fue.
~~~~~~~~~~~
-Niall.-Susurró
Claudia con voz dulce.-¿Seguro que estás bien?
-Sí.-Asintió
él, con amargura.-Estos días no están siendo especialmente
fáciles, sólo quiero dormir. Dormir mucho.-Agarró su manta y se
acurrucó aún más en su cama.
Claudia
hizo una mueca y miró a Raquella y a Lidia con tristeza. Las tres,
sentadas a los pies de la cama, se sentían muy mal por el chico.
-Deberías
animarte un poco y comer algo.-Pidió Lidia.-No puedes seguir así.
-No
tengo apetito.-Murmuró.-Por favor, dejadme sólo. Muchas gracias por
la visita, pero no tengo ganas de nada. Ni de películas, ni de
canciones, ni de comida...
Claudia
se encogió de hombros y le acarició la pierna. Luego se levantó y
salió de la habitación, acompañada de Lidia. Raquella sin embargo
se quedó allí. Se acercó un poco al joven. Le acarició el pelo
con dulzura y sonrió al ver que se giraba para mirarla. Su expresión
era de tristeza absoluta y tenía los ojos rojos.
La
chica ladeó la cabeza y entrecerró sus preciosos ojos claros.
-No
me gusta verte así Ni. Aunque estés triste, debes cuidar tu salud
para no caer enfermo.
-Yo
nunca me pongo enfermo.-Se encogió de hombros restándole
importancia.
-Lo
sé, eres como fuerte como un roble, pero prométeme que comerás por
lo menos, no puedes dejar de alimentarte.
-Lo
prometo.-Afirmó tras unos segundos.
-Y
recuerda que aquí estamos para lo que haga falta.-Sonrió y se
levantó de la cama.
-Muchas
gracias Raqui. Te quiero mucho.
-Y
yo también.
Niall
volvió a acurrucarse en su cama. Aunque la charla con su amiga le
había alegrado un pequeño instante seguía estando triste. Raquella
se sintió muy apenada por él, pero sabía que debía dejarlo
descansar y estar sólo un tiempo. Así que salío de la habitación.
~~~~~~~~~~~
-¿Cómo
está Niall?-Preguntó Harry cuando vio a las chicas bajando las
escaleras tras ir a ver a su amigo.
-Mal...
no quiere comer.-Respondió Lidia con amargura.-Pero espero que
pronto mejore.
-Yo
también lo espero.-Asintió Raquella con tristeza.-Bueno chicos, yo
me voy. Nos vemos pronto.-Cogió su mochila y, antes de salir,
acarició al gatito que se encontaba tumbado en un el sofá.-Adiós
Stanley.
-Yo
también debería irme. Espérame Raquel-Lidia recogió sus cosas y
las dos amigas salieron juntas.
-¿Cómo
está Louis?-Preguntó entonces la única chica que quedaba en la
casa. Desvió su mirada del gatito, que se había quedado dormido y
miró a Harry.
-Muy
bien.-Sonrió el chico.-Por suerte ha salido todo estupendamente.
-Me
alegro entonces.-Suspiró y entrelazó los dedos de sus manos,
neviosa. Como siempre, estar con él a sólas le producía cierto
pavor aunque también mucha alegría, que en ese mismo momento estaba
amortiguada por la tristeza de Niall y lo mal que se encontraba su
gran amigo.
-Muchas
gracias Clau.
-¿Por
qué?-Abrió mucho sus ojos marrones.
-Por
todo. Por los detalles, por tus visitas, por el gato. No puedo creer
que te ignorara de esta forma. Parecía como si te estuviera evitando
y simplemente pasé de ti durante un tiempo. No es algo de lo que me
enorgullezca precisamente.
-No
importa Harry.
-No,
sí que importa. Eres muy especial para mí, Claudia. El día que
llegaste a mí fue un día significativo por muchas cosas. Eras como
un regalo de Navidad personificado.
La
joven se puso colorada ante aquel halago.
-No
creo que sea tanto.-Contestó.
-Sí
lo es. Y quiero pedirte disculpas por haberte tratado como si no
existieras o no fueras importante. Lo eres, y mucho.-Se acercó y le
dio un abrazo a la joven.-Gracias Clau.
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¡Hola chicas! Aquí está el capítulo por fin. Tengo muchísimas ganas de subirlo, de ver vuestra reacción y sobretodo tenía ganas de escribirlo yo, de terminarlo por fin y cuando lo he hecho, creedme que me he sentido súper bien. No es el mejor de los capítulos, pero aún así estoy contenta de que después de tanto tiempo haya acabado un capítulo entero ^-^
Así que nada, muchas gracias a todas, espero que os guste muchíisimo y ya sabéis, si podéis darle a las reacciones y comentad me encantaría ^^
Ah y otra cosa, ¿queréis que haga otras encuestas? ¿Y un cambio en el blog? Tengo pensado hacer un cambio de diseño ¿qué os parece la idea?
Yo ya me despido, un saludo y muchísimos besitoos ^^