Al día siguiente
Kesha abrió los ojos con lentitud. Miró a su alrededor con los ojos
entrecerrados mientras bostezaba y se desperezó. Se rascó la cabeza
y se sentó en la cama. ¿Dónde estaba...? De repente lo recordó.
Era la casa de Louis. La chica miró el reloj que había en la mesita
de noche. Tenía que ir preparándose. Salió de la cama de un salto
y se cambió rápidamente. Cogió su mochila y caminó hacia la
cocina. Los cinco chicos ya tomaban el desayuno.
-Hola.-Saludó
mientras se sentaba en una silla, al lado de Louis, y cogía una
galleta de chocolate de su plato.
-¿Qué pasa
dormilona?-Preguntó Zayn entregándole un vaso con batido de
chocolate.
La chica le sonrió
para darle las gracias y bebió un sorbo.
-Niall nos ha
contado que vendrás con nosotros a Irlanda.-Dijo Liam.
-Bueno...-Respondió,
no muy convencida.
-¡Venga! ¡Será
divertido!-Apremió Louis.
-Claro. Además, mi
familia estará encantado de conocerte.-Añadió el irlandés con una
sonrisa.
-Pues entonces...
¿por qué no?-Kesha se encogió de hombros a modo de convicción.
-¡Bien! Sabría
que al final querrías.-Niall le dio un gran abrazo y le besó la
mejilla.-Eres la mejor novia del mundo.
-Eso ya lo sabía
yo, Niall.-Dijo engreidamente, mientras le guiñaba un ojo a su
novio, en plan de broma.
-¡Qué creída!-Le
espetó Harry.
-Igualita que tú,
Styles.
-Mentira.
-¿Ah no?-La
pelirroja vaciló un poco y exclamó.-¡Qué guapo eres!
-Si ya lo sé.-Dijo
mientras movía sus preciosos rizos que volvían loca a tantas
directioners.
Los demás rieron y
el de cabellera rizada se encogió de hombros sin entender nada, y
seguió bebiendo su zumo.
-Bueno, vámonos
yendo.-Dijo Liam, responsablemente.
Todos salieron con
sus maletas a cuestas y entraron en la limusina. Tras unos minutos
llegaron al colegio.
En la puerta,
sentadas en un banquito, Yuriko y Abie hablaban. Los seis se
acercaron a ellas.
-Hola.-Saludó
Louis.
-Hola
chicos.-Correspondió la oriental, sonriente.
Hablaron un poco
más y todos se adentraron en el edificio, cuando sonó el timbre.
Kesha caminó hacia
su taquilla. En ella había una nota, pequeña y de color pastel, con
letras finas y doradas.
-"Ve hacia el
laboratorio."
La pelirroja se
asombró...¿Era para ella? Miro hacia su alrededor, pero no vio a
nadie en absoluto.
Se metió la nota
en el bolsillo y cogió el libro de Matemáticas, su próxima clase.
Anduvo sin rumbo, hasta que se dio cuenta de que iba al laboratorio.
La duda le mataba por dentro y la intriga se apoderaba de ella.
Siempre le había pasado. El riesgo, ante todo.
Se paró frente a
la puerta, tomó el pomo y abrió. Encendió la luz y miró hacia
alrededor. Parecía todo en calma, pero...
Encima de una de
las mesas, había, en un tubo de ensayo, un brebaje de color azul
verdoso.
Dejó los libros a
un lado y cogió el tubo, mientras observaba el líquido
detenidamente.
Lo olió y, al ver
que no olía a nada que conociera, se echó un poco en la mano para
ver el efecto. Comenzó a arderle la mano y se sobresaltó. Corrió
hacia el grifó y abrió el agua fría hasta el final.
Su mano tenía una
especie de pequeño agujerito, que sangraba. Le dolía mucho y no
puedo evitar un gemido de dolor, aún así, se aguantó y se lo vendó
rapidamente. Volvió a coger sus libros y, dejando el tubo de ensayo
encima de la mesa donde lo había encontrado, salió hacia su clase
de Mates.
Llamó a la puerta
y esperó a que abrieran.
El profesor la miró
muy enfadado, tras sus gafas de pasta azul. Acababa de interrumpir su
lección sobre las derivadas.
-No puede llegar
tarde a clase.-Le dijo severamente.
-Lo siento señor.
No volverá a suceder.-Contestó ella con voz pasiva y suave.
Él le miró con
seriedad, pero segundos después suspiró, al fin y al cabo era de
las mejores estudiantes del curso, y respondió:
-Eso espero. Anda,
entra.
La pelirroja
suspiró de alivio, sonrió levemente y entró en clase.
Tras unas horas,
llegó la hora del recreo.
Niall paró a Kesha
antes de que salieran al comedor.
-¿Qué te ha
pasado?
-Nada.-Contestó
ella sin darle importancia.
-¿Y esa venda?
La pelirroja
resopló.
-No es nada.
-Kesha.-Niall le
levantó el mentón para que le mirara a los ojos, esos
hipnotizadores ojos azules, de los cuales, ella se había enamorado
desde el primer momento. Se aproximó hacia ella. Muy cerca, a
milímetros de distancia entre una cara y otra. Él sonrió.
Kesha cerró los
ojos. Se iba a volver a acercar, seguro, para besarla. Pero... no
encontró nada.
Solo un vacío y
una risita.
Kesha abrió los
ojos encontrando a Niall sonriendo malévolamente, su rostro estaba
mucho más alejado
que antes.
Kesha carraspeó.
-Eres idiota...-Se
quejó, muy ruborizada, apartando la mirada.
Niall le dio un
abrazo, pero ella se apartó en seguida.
-No. Ahora me
dejas.-Contestó, haciéndose la enfadada y cruzándose de
brazos.-¿Qué te crees? ¿Piensas que eres muy guay, haciendo eso?
-Kesha...
-¡No!-Dijo medio
gritando.-No me ha hecho gracia, Niall. Porque estoy harta de que
pien....-Se calló, cuando los labios del irlandés estaban en los
suyos. No le dio tiempo de reaccionar inmediatamente, se apartó y,
en un acto reflejo, le pegó una bofetada, dejándole la marca de su
mano en la mejilla.
Niall la miró con
incredulidad y ella tragó saliva, se frotó los ojos con las manos,
le picaban, estaban rojos. Sus mejillas se pusieron coloradas de
momento.
Dio un fuerte
abrazo a Niall, mientras comenzaba a llorar estrepitosamente y
sollozaba con fuerza.
-Lo..lo siento.
Niall le abrazó
con fuerza.
-¿Por qué lloras,
Kesha?
-Por lo que te he
hecho.-Contestó, aún sabiendo que esa no era una versión del todo
cierta. Se apartó rápidamente y se quitó la venda de la mano,
enseñándole el pequeño agujerito, ahora con la sangre ya seca.
-¿Con qué te lo
has hecho?-Preguntó él atónito. La marca roja de la mano de la
chica ya no le dolía tanto al ver lo que le había pasado a su
novia.
Ella le contó lo
de la nota.
-¿Quién quiere
hacerte daño?
-No creo que haya
sido para mí.-Mintió para que no se preocupara.
Niall se frotó con
lentitud la mejilla.
-Me ha dolido un
poco.-Dijo lentamente, mientras sentía un escalofrío por el cuerpo.
Kesha se quedó
callada. Se había pasado y lo sabía, pero no iba a reconocerlo
hasta que él se disculpara por lo del "beso". Lo que no
sabía, es que Niall estaba pensando lo mismo; que si ella no se
disculpaba, él, tampoco lo haría.
Se miraron unos
segundos a los ojos hasta que ella los apartó y miró hacia un punto
fijo.
-Bueno, deberíamos
ir con los demás.-Fue Kesha la que rompió el silencio.-Pronto
empezará la próxima clase y no quiero volver a llegar tarde.
Niall frunció el
ceño.
-"Es que no
iba a disculparse"-Pensó, molesto.
-Vale.-Contestó
seriamente.
Se dio la vuelta,
se metió las manos en los bolsillos y sin ni siquiera esperarla
caminó hacia el exterior con paso rápido.
Ella iba detrás,
caminando por los pasillos del instituto hacia la salida.
-Eh, tú.-Susurró
alguien.
Kesha levantó la
cabeza y miró de un lado para otro. Niall ya no estaba y había
salido hacia el comedor, por lo que se encontraba sola en esos
momentos.
-¿Yo?-Preguntó.
-Sí, la
pelirroja.-Volvió a decir aquella vocecita.-Que sepas que la nota
era para ti niña insolente. Y ahora que se lo has dicho a tu querido
irlandés, sufrirás las consecuencias, a no ser....-La voz se quedó
callada unos segundos.-Que hagas lo que te diga, sin rechistar.
Kesha tembló. ¿Qué
iba a hacer ahora?
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Espero que os guste y comentéis!!! Sé que es cortito, pero necesitaba dejaron con la intriga xDD (Qué mala soy xD)
Besitos :)
¿Otra cosa mala para Kesha? pobre,todo le pasa a la pobre...Espero que todos se arregle pronto :)
ResponderEliminarOH, DIOS MÍO. ¿QUIÉN QUIERE HACER QUE KESHA LO PASE TAN MAL?
ResponderEliminar*Respiro, respiro...* Ya está, ya me he calmado.
Antes de nada: ¡Hola! Por fin he vuelto a pasarme por aquí, después de tanto tiempo (siento la ausencia).
El capítulo me ha dejado alucinando, ¿por qué le hacen eso a Kesha? ¡¿y quién?! Por otro lado espero que ella y Niall sepan tragarse el orgullo y se disculpen...
Me voy a por el siguiente :D