-Baby
all I want for Christmas... -Kesha volvió a abrir los ojos al
terminar la canción y todos los intrumentos cesaron, habían añadido
un toque más personal a aquella preciosa canción navideña de
Mariah Carey.
La
pelirroja miró hacia atrás y sonrió.
-Has
hecho un gran trabajo, Kesha.-Le felicitó Marchel.
-Gracias.-Respondió
la joven sin perder la sonrisa.-Bueno chicos, tengo que irme ya, se
me ha hecho tarde. Nos vemos mañana en clase.
-¡Que
no se te olvide mi cuaderno!-Exclamó Amy afinando la guitarra.
-¡Descuida!
Mañana te lo llevo sin falta.-Bajó del escenario y cogió su
mochila. Miró de nuevo a sus amigos y se despidió con la mano.
Cogió una pancarta donde venía la actuación que habría al dís
sigueinte y salió de allí leyéndola.
-¡Ben
venga!-Exclamó George.-Corre, que se va.
-No,
déjalo. No voy a pedirle nada, ya buscaré a otra persona.-Respondió
el moreno.
-Eres
idiota, a Kesha la conoces más, es tu amiga y encima se le da genial
esa parte de clase.-Contestó Marchel.
-Que
no. Ya me buscaré a otra persona para que me ayude en el trabajo de
Historia para el tercer trimestre.-Replicó Ben.
-Pues
entonces le pediré ayuda yo.-Todos se giraron hacia Brendon.-Es
decir...-Titubeó nervioso.-Yo también tengo que hacer el trabajo de
Historia, ya que me ha tocado esa parte, y si no quieres que te ayude
a ti, yo sí quiero que me ayude.
-Vale
entonces.-Afirmó Ben con una sonrisa.-Tranquilo, ya me buscaré a
alguien. Es mejor que se lo pidas tú que eres más tímido y sé que
no vas a proponérselo a otra persona.
Brendon
asintió un par de veces y sus mejillas se tornaron en un color
rojizo muy característico.
-Mañana
en clase se lo pregunto.-Afirmó el joven.
~~~~~~~~~~~~~
Metió
su mano derecha en el envase, pero chocó inmediatamente con otra.
Alba soltó una risita y se puso colorada.
-Si
no sacas la mano, no podré coger una.-Le dijo Louis sonriendo.
-Ops,
lo siento.-La joven la sacó inmediatamente y, desviando la mirada de
su amigo, se metió la galletita entera en la boca.
Él
sonrió ante aquel gesto. Le resultaba muy simpática, y además su
tono al hablar era muy gracioso, y es que se notaba perfectamente que
no era inglesa de nacimiento y que no llevaba demasiado tiempo allí.
Harry
en cambio masticaba con lentitud la galleta, y es que había visto la
escena a la perfección y no le gustaba nada. ¿Por qué últimamente
Louis era el más querido por las chicas? Daisy, Jade, Alba...
¡Incluso fue el primero en encontrarse con Abie! ¡Y el único en
ver a Kesha! Y tenía que reconocer que todas ellas eran preciosas a
su manera y poseían una gran personalidad.
Resopló
y terminó de comer aquella galletita salada que, aun siendo tan
pequeña, le habia costado tanto esfuerzo tomar.
-Deberíamos
volver a casa, aún hay mucho que estudiar.
Los
otros dos pararon de hablar y lo miraron directamente.
-¿Ya?-Preguntó
Alba.-Apenas llevamos diez minutos.
-Y
nos queda un tema entero por estudiar.-Replicó el joven.
-Te
queda. A ti.-Corrigió ella.
El
cantante se paró de repente.
-Pues
yo me voy. Cuanto antes empiece, antes acabo. ¡Ah! Y no te molestes
en
ayudarme,
yo mismo puedo hacerlo.-Se giró y comenzó a caminar con las manos
en los bolsillos, con aire enfadado.
-Harry
espera.-Alba se acercó a él y lo agarró del brazo para que se
parara.-¿Qué te pasa?
-Que
tengo mucho que estudiar y estoy perdiendo el tiempo.
-Venga
ya.-Ella cabeceó molesta y se cruzó de brazos.-No intentes
engañarme. Sé que estás enfadado, ¿he dicho algo que no te haya
gustado?
-No,
no es eso.-Suspiró, relajándose y se fijó en que su amiga parecía
preocupada. Intentó buscarse una nueva excusa, se acercó a su oído
y susurró.-Sólo quiero dejarte a solas con Louis.-Se alejó y en
sus labios se curvó una gran sonrisa con hoyuelos.
Ella
tragó saliva nerviosa.
-No
creo que sea buena idea.
-Créeme
que si lo será.
-Pero...-Titubéo.
-Confía
en mí.
-Vale.-Sonrió,
convenciéndose de las palabras de su amigo.
Harry
le cogió la mano y la apretó fuertemente. Luego la soltó y se
alejó de allí.
Alba
suspiró, se retocó el pelo y corrió hacia Louis.
-Que
dice que quiere empezar a estudiar. Es un cabezota.
-Lo
es.-Afirmó el moreno mirando hacia la dirección donde había ido su
amigo.-Pero bueno, es mejor dejarlo.
-Sí.-Afirmó
la joven con una sonrisa. Estaba muy nerviosa, sentía que le sudaban
las manos y que sus orejas comenzaban a ponerse coloradas.
-¿Qué
estábais estudiando?-Preguntó Louis.
-¿Eh?
-Que
de que es el examen mañana.
-De
Historia, la parte aburrida.
Él
soltó una risita.
-En
realidad es fácil si estudias mucho.
Ella
rodó los ojos.
-No
lo sabía.-Ironizó.
Louis
volvió a sonreír.
-Por
cierto, ¿quieres más galletas?
-No
gracias.-Negó la joven.
-Pues
entonces ven.-Él se desvió a una calle y pasó a una placita con
una gran fuente. Se sentó en el banco y Alba lo imitó. El chico
sacó un par de galletas y, estrujándolas con sus manos, tiró las
migas al suelo.-Tal vez vengan pajaritos a comérselas.
La
joven soltó una carcajada. Todo aquel misterio para algo tan simple.
Se puso de pie y corrió hasta la valla que cercaba la fuente. Se
apoyó y miró como el agua caía. El cantante no tardó en ponerse a
su lado. La española se giró y sus miradas se encontraron. Una
sonrisa amistosa salió de los labios de él, ella tragó saliva y
miró hacia delante.
-¿Qué
tal vas con Daisy?
-Muy
bien.-Respondió.
-Es
una chica preciosa.-Volvió a mirar a su amigo.-Presiento que el bebé
va a tener tus ojos.
-Los
de ella son más bonitos, tienen un verde más intenso.
-Tenéis
el color de ojos diferentes. Seguro que será un bebé ligón.-Bromeó
la chica.
-Yo
con que sea un niño me conformo.-Reconoció él sonriendo.
-Debería
ser niña. Hace falta mujeres guapas en el mundo.
-¡Pero
si eso ya hay mucho! Mira a las directioners, todas ellas son
guapísimas.
-Gracias
por el piropo.-Agradeció la joven.
-Es
verdad, no recordaba que tú eras directioner.-Respondió el joven
con una sonrisita.
Ella
sonrió, le encantaba estar con él, disfrutar de su compañía, pero
tal vez debería olvidarlo, su amor nunca sería correspondido.
Sintió cómo sus normales, pero expresivos ojos marrones comenzaban
a humedecerse, pero no, no quería llorar, y menos con él delante.
Parpadeó repetidas veces y respiró profundamente.
-¿Estás
bien?-Preguntó él mirándola.
-Sí.-Notó
cómo su voz comenzaba a quebrarse.
-¿De
verdad?
Ella
asintió y simuló una sonrisa.
-Es
mejor que nos vayamos yendo, quiero seguir estudiando.
-Vale,
vamos.-El cantante le agarró la mano, dándole un apretón cariñoso
y la saltó, tal y como había hecho Harry antes de marcharse.
La
chica suspiró y una sonrisa se asomó rápidamente por sus labios.
~~~~~~~~~~~~
Perrie
intentaba asimilar todo lo que Liam le estaba contando sobre aclarar
sus sentimientos.
-Yo
te quiero mucho...-Decía en ese momento.-Sé que no es fácil de
entender, pero sólo quiero aclararme, ver si me gustas tú o me
gusta ella.
-Me
estás diciendo que vas a salir con ella como si no estuvieras
saliendo conmigo.
-No,
no es eso, de verdad.-Negó el joven.-Simplemente voy a salir con
ella un día para ver si surge algo.
-Y
si es así.-La mirada de Perrie lanzaba odio y dolor.
-Entonces...-Liam
tragó saliva.
-Cortarás
conmigo.-Intervino ella con gran tranquilidad.
-Lo
único que quiero es que no sufras.
-Ya
lo estoy haciendo Liam. Es duro enterarte de que tu novio tal vez
quiera a otra.
-Lo...
lo siento. En realidad te quiero, pero no sé si estoy...
enamorado.-La verdad salió a la luz en aquella frase, ya no más
mentiras, no más indirectas.
-Está
bien, necesito estar sóla por favor. Quiero pensar en todo esto y
asimilarlo.
-Entonces...¿Aceptas
lo que voy a hacer?
Ella
lo miró con frialdad.
-Lo
respeto.-Contestó.
Él
asintió un par de veces. Antes de irse le dio un beso en la frente.
La joven sintió
que
un par de lágrimas resbalaban su mejilla. Era difícil que llorara,
pero era una persona y lo hacía, sobretodo por las personas que más
le importaba. Y en ese momento su corazón estaba roto, porque tal
vez no volvería a ser la novia de Liam.
~~~~~~~~~~~~
-Es
la primera vez que pasemos por un sitio tan público.-Replicó la
chica.-Y te noto triste. ¿No te gusta?
-No,
no es eso.-Zayn sonrió a la chica y le acarició el brazo con
ternura.-Estoy preocupado por algo... pero no es nada.
-Puedes
contármelo si quieres. A lo mejor te puedo ayudar.
-No
creo que sea buena idea, podrías enfadarte.
Ella
se quedó parada. Intuyó en unos segundos que se refería a una
chica. Agarró su mano y lo condujo a un banco cercano.
-Dímelo,
no me enfadaré.-Contestó.
Suspiró,
agachó la cabeza y volvió a mirarla.
-He
ido a ver a una amiga antes de que quedáramos para venir al parque.
Y esa chica me quiso pero la rechacé porque estaba contigo. Entonces
hoy quería hablar con ella para que siguiéramos siendo amigos, pero
la he cagado porque ella sigue enamorada de mí, y yo sigo sin sentir
lo mismo. La quiero... pero sólo como amiga y ya está.
Ella
lo abrazó.
-Deberías
arreglar las cosas con ella.-Se alejó y lo miró.-Pero antes debes
esperar a que ella deje de sentir eso por ti, porque si no le harás
más daño.
Él
asintió un par de veces.
-Bueno,
y qué hay de lo de.-Miró de un lado a otro, presintiendo que
alguien los estaba mirando.-Ya sabes.
-Tranquilo.-Ella
puso la mano en su pecho.-Confía en mí.
-Es
que no creo que todo ésto esté bien.
-Mientras
no se lo cuentes a nadie no pasará nada. No se lo habrás contado a
nadie ¿verdad?
-No.-Negó
él con rotundidad.
-Entonces
no hay problema.-Ella sonrió y lo besó.-Mantente tranquilo, nadie
sospechará nada.
~~~~~~~~~~~
Las
calles de Londres a última hora y, aún más, con aquel frío,
parecían sacadas de una mismísima película de miedo. Aún así a
Heather aquello no le importaba demasiado. Se había decantado por un
callejón sin gente ni coches para no tener que cruzarse con alguien
conocido. En la mano derecha llevaba una pequeña bolsa con un par de
alimentos que necesitaba, mientras en la otra, agarraba fuertemente
las llaves de su casa. Seguía pensando en aquello que le dijo su
madre días atrás: "Se rumorea que tú casi matas a Jonathan,
pero saliste ilesa de la cárcel porque él estaba amenazado por ti".
No sabía cómo aquello había salido a luz tanto tiempo después.
Parecía
que habían pasado años, pero en realidad, ¿cuánto tiempo había
pasado? ¿Tal vez once meses, tal vez diez? Y lo peor de todos es que
sentía que todo el mundo la miraba. Y sí, siempre había querido
ser el centro de atención, pero nunca de esa manera. Además de que
su madre parecía asustada de ella, era como si la tratase
como
una completa desconocida. Jonathan le había dicho varias veces que
se olvidara de aquello, pero era imposible. Aquellos días sintió
que su vida se estaba destrozando por completo. Se alejó de Harry y
de todos sus amigos por su culpa. Se casó obligada y se fue de su
lugar de nacimiento también por obligación. Y era verdad que en
aquel año se había dado cuenta de que no era una mala persona, pero
no lo quería ni estaba enamorada. Simplemente le tenía un aprecio,
como si de una compañera de habitación de instituto se tratase,
sólo que en vez de chica, chico.
Un
ruido la sobresaltó, pero tras un par de contenedores que apenas se
veían sus colores por la oscuridad de la noche, salió un pequeño
gatito negro de ojos claros.
-¡Qué
mono!-La joven se agachó y el pequeño minino se dejó
acariciar.-Qué guapo eres, eh.-Lo cogió en brazos y miró si tenía
algún collar, pero no había nada. Lo levantó un poco y miró de
qué sexo era.-Vaya, eres un machote amiguito.-Lo volvió a abrazar
contra su pecho y se dio cuenta de que estaba limpio y cuidado,
además de que no había indicios de que le faltara la comida. Seguro
que se habría perdido hace poco.-Te voy a llevar a casa y te daré
de comer.-Como si la hubiera entendido, el gatito negro maulló un
par de veces.-Y tengo que ponerte un nombre.-La chica se quedó
pensativa.-Mmm, te pondré...¡¡Pichu!! Sí, cuando seas mayor
entonces evolucionarás a Pikachu, y luego a Raichu.-La chica
rió.-¿Te gusta Pichu entonces?-Le acarició la cabecita y éste
ronroneó un par de veces.-Pues ya está, ya eres mío.-Lo abrazó
con gran efusión, y con alegría siguió caminando.
~~~~~~~~~~~~
Niall
y Claris llevaban horas caminando. Hablaban, hacían bromas e incluso
reían.
-Ya
mismo me voy a tener que ir a casa.-Dijo la chica con una mueca de
tristeza.
-Es
verdad, es tarde.-Asintió el joven.-Al final... ¿hacemos eso?
-Creo
que es lo mejor.
Era
la despedida definitiva para ambos. Se podía notar que estaban
tristes, que no querían que aquello sucediera, pero era lo mejor.
Las Navidades separados físicamente, pero seguirían hablando por
skype, por whatsapp, por telegram, por twitter... En definitiva,
seguirían en contacto, pero no se verían en un tiempo para que el
padre de la chica no sospechara nada.
-Te
voy a echar de menos.-Dijo ella.
-Yo
también, pero sólo serán unos días. Cuando comiencen de nuevo las
clases nos volveremos a ver.
-Lo
sé.-A ella se le quebró la voz y se abrazó a él con fuerza.
El
rubio intentó no llorar, no quería hacerla sufrir más. Le sonrió
y le dio un beso en los labios. El último durante un tiempo.
-No
ligues ¿eh?-Bromeó el joven.
Ella
sonrió amargamente.
-Con
la condición de que tú tampoco ligues.
-Eso
está hecho.-La volvió a abrazar y sintió que la iba a echar mucho
de menos.
-¿Te
puedo pedir algo antes de que me vaya?-Preguntó ella separándose de
él.
-Claro...-Respondió
el cantante algo aturdido.-Lo que quieras.
-Dile
a los chicos que los quiero mucho y que son muy importantes para mí.
-No
te preocupes.
-Me
voy ya Niall.
-Sí,
yo también.
Se
miraron una última vez. Claris fue la primera en girarse e irse,
Niall, en cambio se quedó allí unos segundos observando cómo su
figura se perdía en el horizonte. Suspiró al fin, dio media vuelta
y caminó un poco; aún no quería volver a casa por lo que se sentó
en un banco, metió las manos en su bolsillo medio de la sudadera y
comenzó a mover, en un acto de nerviosismo, su pie izquierdo.
~~~~~~~~~~~~
Una
chica pasaba por allí en ese momento, leía rápidamente los
mensajes del nuevo grupo de whatsapp y se quejaba de lo mucho que
hablaban sus compañeros. Resopló y volvió a meter su móvil en el
bolsillo de su pantalón vaquero. Alzó sus ojos y se colocó bien su
chaqueta azul marina tan bien arreglada. ¿Quién le habría
insistido en ir a aquella fiesta? La respueta no tardó en llegar y
murmuró el nombre de una de sus amigas para ella misma.
Una
ráfaga de viento despeinó su cabello castaño y con la mano se lo
quitó
inmediatamente de la cara con un gesto enfadado. Se fijó si
su diadema seguía en su cabeza y volvió a suspirar. ¿Dónde
estaría su amiga? Hacía quince minutos le había avisado de que le
quedaba poco. Estaba cansada, debería haberse quedado en su casa
bajo la manta viendo la peli de dibujitos que su hermano pequeño
había alquilado, junto con unas palomitas o una buena pizza. Su
pantalón vibró y la chica sacó de nuevo su móvil. Miró que su
compañera de fiesta le había mandado un mensaje y se temió lo
peor:
-"Al
final no voy, mis padres me han castigado."
No
había caritas sonrientes, y encima la frase había acabado en un
punto final, ambas señales suponían que estaba enfadada.
-Ay.-Suspiró,
volviendo a guardar su móvil en el bolsillo de su pantalón. Se
cruzó de brazos y llegó a la conclusión de que había sido una
pérdida de tiempo vestirse y arreglarse. Se dio la vuelta y entonces
lo vio. Abrió muchísimo los ojos y soltó un pequeño gritito. Se
tapó la boca con ambas manos.
-¡Es
él!-Exclamó feliz.
Caminó
un poco más rápido sin que le viera y pronto se dio cuenta de que
parecía triste. Cuando estuvo a apenas un par de pasos cogió aire
y, un poco nerviosa, comenzó a hablar.
-Hola.
Niall
se giró, vio a la joven y la miró durante unos segundos...
-Te
he reconocido al instante porque a parte de que fuimos juntos al cole
soy directioner -Una dulce risita salió de sus labios.-¿Te acuerdas
de mí?
-Claro.-El
rubio se levantó al instante y sonrió.-Eres Raquella ¿verdad?
-¡Sí!-La
joven saltó de ilusión.-Eres exactamente igual que de pequeño.
-¡Y
tú!-Exclamó el chico.-Bueno, excepto en el pelo. Recuerdo que lo
tenías muy cortito y siempre te encantaba llevar diademas, aunque
veo que ésto último no ha cambiado.
La
morena sonrió encantadoramente, cuando eran pequeños eran muy
amigos.
-Estoy
tan contenta de haberte encontrado.
-Y
yo también, apenas veo a mis amigos de la infancia. Recuerdo cuando
tú, Nina, Michael, Lisa, Jordi y yo lo pasábamos genial.
-Y
que lo digas.
Ambos
se sentaron en el banco y comenzaron a hablar de aquellos tiempos.
"Año
2003. El radiante sol de un verano cercano asomaba por la clase de
cuarto de primaria, donde los alumnos esperaban ansiosos la llegada
del recreo. La profesora Matilde explicaba mediante dibujos algo
sobre las partes de la célula. Los que se encontraban en primera
fila, intentaban prestar la máxima atención para no ser regañados,
mientras los demás, y sobretodo los últimos de la clase, no hacían
más que preguntar la hora y hacer pequeños dibujos en sus
cuadernos.
Raquella
mordisqueó el lápiz de color verde oscuro haciendo como si se
enterara muy bien de lo que la profesora decía. Miró el libro que
tenía bajo la mesa y al cual estaba muy enganchada, y siguió
leyendo. No es que no quisiera prestar atención, es que ya se sabía
a la perfección todo lo que la profesora estaba explicando y no le
interesaba volver a escucharlo.
La
joven se asustó y cerró el libro a toda prisa guardándolo bajo la
mesa. Miró de un lado a otro y vio la sonrisa juguetona de su amigo
Niall. Era algo igual de bajito que ella, y ambos lideraban el grupo
de los: "Mejores" con gran diferencia. ¿La razón?
Inteligencia, carisma, diversión y gran cualidad física. Su rostro
se relajó al segundo, al comprobar que la profesora seguía hablando
sin problemas y no se había percatado de ellos.
-Me
has asustado.-Se quejó en un susurro.-¿Qué quieres?
El
pequeño se tapó la boca con la mano para aguantar una risita.
-¿Qué
hora es?-Susurró bajito, mientras cerraba su cuaderno de
Conocimiento del Medio.
La
chica miró su pequeño reloj rojo que llevaba en la mano derecha y
contestó.
-La
hora. Quedan menos de tres...-El fuerte timbre la interrumpió.
Sonrió alegremente y añadió.-...segundos.
-¡Bien!-Exclamó
el chico.
Todas
las miradas se pusieron en la profesora como si de cuchillos afilados
se tratasen.
-Sí,
pueden salir de clase.
La
alegría se hizo presente en tan solo unos segundos. Todos los niños
cogieron sus desayunos y salieron de la clase, quedando así sólo
seis amigos rezagados.
Aquel
grupo de "Los Mejores" (nombre que se había elegido por
votación entre los miembros) de seis componentes de cuarto de
primaria, salieron de la clase charlando y riendo como siempre.
El
campo de fútbol estaba repleto, al igual que las canchas de
baloncesto. Además, había niños jungando a la comba en una esquina
del patio e incluso algunos hablando bajo la copa de un árbol
simplemente.
Caminaron
hacia el fondo del patio, y tras pasar por debajo de una valla
metálica, encontraron una esquinita con un pequeño hueco, que hacía
poco habían encontrado jugando al escondite. Se fueron metiendo uno
a uno y siguieron caminando, ahora por un camino de alvero muy liso y
luego por un verde césped mullido.
Raquella,
un par de pasos detrás de sus compañeros, tomaba por la pajita
aquel zumo que había traído para desayunar mientras charlaba con
Niall del hallazgo de aquel impresionante lugar.
Mientras,
entre Jordi y Nina, abrieron aquella puerta verde que daba paso a una
pequeña despensa. Una gran nube de polvo se hizo inmediatamente en
la zona. Algunos tosieron un par de veces y miraron aquella pequeña
habitación.
Michael
fue el primero en entrar, deslizó su mano por aquella pared rugosa y
encendió la luz.
Raquella
entró la segunda, dejó el zumo en una mesa de madera para así
subirse a una silla y coger un pequeño aparatito que había en la
pequeña repisa.
-¿Traes
las pilas Lisa?-Preguntó mirando el aparato.
La
aludida asintió un par de veces, sacando un par de pilas de su
vestidito vaquero. Era bajita y muy delgadita, además de simpática
y tímida. Tenía una mente prodigiosa, y además, era caracterizada
por unas enormes gafas rojas que cubrían sus ojos marrones. Era la
mejor amiga de Raquella.
-Perfecto.-La
morena se bajó de un salto de la silla y le dio un fuerte abrazo.
Ambas se miraron y soltaron una risita.
-¡Vamos
a ponerlo!-Exclamó Jordi alzando el brazo con fuerza.
Todos
se contagiaron de su alegría y, sentándose en corro bajo aquel sol
mañanero, colocaron ambas pilas en el interior de aquel pequeño
aparato electrónico. Fueron moviendo aquella pequeña ruedecita
hasta que oyeron un par de interconferencias y luego la voz de un
hombre bajo una dulce y bonita melodía.
-¡Funciona!-Exclamó
Nina, con voz alegre.
Los
seis amigos se levantaron y se dieron la mano, comenzando a bailar al
ritmo de la canción. Niall además la cantaba con alegría."
-Cuántos
recuerdos.-Suspiró la chica con melancolía.-¿Y cómo te van las
cosas ahora?
-Bien...-Suspiró
el joven.-No me puedo quejar.
-Se
te veía triste, ¿estás bien?-Preguntó. No quería meterse en su
vida simplemente le preocupaba su mejor amigo de la infancia.
-En
realidad no mucho, pero se va a hacer tarde, ¿quieres venir a cenar
a casa y te lo cuento? Iba a cenar en casa de Louis, puedes
apuntarte, no creo que les importe.
-¿Estarán
los cinco?-La joven abrió mucho los ojos y soltó una risita,
eufórica.
-Sí.-Rió
el irlandés, contento de la idea. Era una chica muy simpática y
siempre le
había
caído muy bien.
-¡Claro
que me apunto!-Se levantó con alegría.
-¿Tienes
que avisar a tu madre?
-No,
no hace falta, iba a ir a una fiesta pero a mi amiga le han
castigado.
-¡Ah
ya! Por eso venías tan arreglada, ¿no?
-Sí.-Asintió.
-Pues
venga vamos.
~~~~~~~~~~~
Abie
se conectó al messenger, aunque hacía tiempo que no lo hacía. Bajo
las sábanas de su dormitorio en penunmbra, con la única luz del
portátil, se fijó en todos los contactos. No estaba su amigo Evans,
pero sí que estaba Liam. Sonrió, ya le quedaban menos Adventures
Warriors que encontrarse, aunque al día siguiente vería a otro de
ellos, o a dos.
Abrió
una ventanita y le escribió:
-Hola.-Añadió
un emoticono sonriente, como siempre.
-Hola,
me has cogido justo, me iba a ir ya.
La
joven hizo una mueca.
-No
pasa nada, hablamos otro día.
-No
no tranquila, tengo tiempo.-De nuevo otro emoticono, éste sacando la
lengua.
Abie
sonrió.
-Perfecto,
así hablamos más.
Liam,
en su cuarto, también sonrió y, en un acto de valentía, le pidió
seguir hablando por la cam.
La
rubia aceptó y, cuando salió su amigo en la pantalla saludó.
-Me
encanta tu camiseta.-Escribió, pues ninguno tenía micro para
hablar.
El
cantante la miró fugazmente y sonrió, era la camiseta de un pijama
rojo, con dos muñecos de nieve.
-Va
genial con la época navideña.
Ella
soltó una risita.
-Bueno...-Liam
se puso serio de repente.-Quería hablar contigo sobre una cosa.
Abie
asintió un par de veces.
-Dime.-Escribió
rápidamente.
-¿Qué
sientes por mí?
La
pregunta la cogió desprevenida. Se fijó en el rostro de su amigo y
sus ojos conectaron unos segundos. Fue ella la primera en apartar la
mirada.
-Somos
amigos, ¿qué crees que voy a sentir?-Dio como respuesta.
-¿No
sientes lo mismo que en París?
La
rubia cerró los ojos un momento y recordó aquel viaje tan especial,
¿sentía lo mismo de Liam que cuando se fue a aquel viaje?
-No
lo creo.-Escribió tras volver a abrir los ojos.-Ni tú tampoco,
tienes novia.
-Y
es lo que me duele, que no estoy enamorado de ella, porque hay cosas
que no se pueden controlar.
Abie
leyó la última frase con lentitud. Porque hay cosas que no se
pueden controlar.
-¿Estás
enamorado de mí?
-Tampoco,
pero me gustas, no tanto como en París, pero es algo similar.
La
rubia miró a su amigo. ¿Le gustaba? En verdad no lo creía, porque
Evans estaba ahí... Evans, Liam, Evans, Liam. "¡Te gustan los
dos!"-Decía una voz en su cabeza. "No me gustan los
dos..."-Intentaba negar ella. "Entonces, ¿a quién
eliges?". Dejó de hacerle caso a la vocecita de su
subsconciente y volió a escribir de nuevo.
-Yo
tampoco estoy enamorada, pero también me pasa lo mismo que a ti
respecto a lo de París.
-¿Qué
te parece si quedamos un día en Navidad?
-¿Como
si fuera una cita?
-Sí,
pero cómo antes, cómo amigos, cómo los dos tímidos que hablaban
de libros.
Ella
sonrió, recordaba perfectamente aquello.
-Está
bien, cuando quieras.
Él
la miró y ambos volvieron a sonreír. Tal vez era el momento de que
empezaran algo juntos, estaban dejando a un lado la timidez, esa
misma que tiempo atrás los había eclipsado y no había dejado que
se expresaran y se transmitieran aquellos sentimientos en común que
ambos habían tenido. Pero también había terceras personas, como
Perrie y Evans, y, como bien decía Liam, hay sentimientos que no se
pueden controlar.
~~~~~~~~~~~~~~
-Entonces
te llamas Raquella, ¿no?-Preguntó Harry por séptima vez en la
cena.
Los
demás resoplaron, pero la chica asintió un par de veces, contenta.
-Sí,
así es.-Respondió con voz aguda y nerviosa.
El
joven se acercó al oído de Zayn y susurró:
-Es
muy guapa, ¿eh?
Todos
escucharon el comentario pues la mesa se encontraba en silencio. La
chica soltó una risita y él joven sonrió encantadoramente.
-Creo
que se me ha escuchado.
-No
digas eso hombre.-Ironizó Louis rodando los ojos.
Harry
lo fulminó con una mirada asesina. Si las miradas matasen...
-Oye,
¿tienes hermanos?-Volvió a preguntar Harry, olvidándose de su
amigo.
-Sí-Afirmó
la chica.
-Yo
recuerdo a tu hermana mayor.-Dijo Niall de repente.-¿Cómo se
llamaba?
-Emi.-Respondió
la chica soltando una risita.-Y también tengo a un hermano más
pequeño, que se llama Aaron y además le gusta mucho vuestras
canciones.
-Entonces
tu hermano me gusta.-Louis soltó una risita.
-Además
siempre veo Hora Aventuras con él.-Añadió la chica.
-¡Nosotros
también vemos Hora de Aventuras!-Gritó Zayn.-¡FLINN Y JAKE SON LA
LECHE!
-¿En
serio?-Raquella abrió muchos los ojos, sorprendida.-¡A mí me
encanta Jake y Marceline! ¿Y a quién no le gusta Flinn? Es súper
chachi.
-Creo
que acabas de pasar a nuestra lista de chicas más molonas de la
tierra. ¡Simpática y amante de Hora de Aventuras!-Bramó Liam con
voz alegre.
-¡Encima
directioner! ¡Qué amor!-Zayn, que estaba a su lado, la abrazó
súper fuerte.
-¡Que
la ahogas!-Exclamó Niall.
-Ay
lo siento.-La soltó inmediatamente y la miró.-¿Estás bien?
-Sí.-Rió
ella, feliz.
Los
demás también rieron y siguieron hablando durante un largo rato.
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Kesha
recogía los platos de la cena mientras pensaba en el día siguiente.
Por la noche sería la gran actuación con sus amigos y mucha gente
la vería cantar.
-¡Ay!-Un
vaso se le había resbalado de las manos y había chocado contra el
suelo. Un pequeño cristalito se le había clavado,
desafortunadamente, en la pierna.
Cogió
el recogedor y la escoba y comenzó a barrer los cristalitos que se
habían esparcido por la cocina.
Richard
entró en la habitación.
-¿Estás
bien?-Preguntó.
-Sí
sí, sólo ha sido un vaso.-Respondió con una sonrisa.
-Pero
Kesha, la pierna.-Aquel pequeño e indefenso corte había provacado
grandes hilos de sangre que corrían por la pierna de la chica.
-Siéntate
en el salón y espérame que te voy a curar la herida.
La
chica asintió un par de veces y se sentó en el sillón de su padre.
Estiró la pierna en el aire y esperó un par de segundos.
Richard
entró en el salón, le cogió la pierna y le limpió toda la sangre
que tenía. Miró el cristalito clavado.
-Voy
a tener que sacarlo.
La
pelirroja se mordió el labio inferior con nerviosismo.
-¿Me
va a doler?
-Un
poquito.
-¡Me
va a doler!-Exclamó tapándose la cara con las manos.
-No
seas quejica anda.-Con suma delicadeza sacó el pequeño cristalito
incrustado en la pierna de su primogénita y le limpió la herida,
desinfectándola. La vendó y sonrió.-Ya está. Como nueva.
-Menos
mal.-Se quitó las manos del rostro y suspiró, feliz.
-A
quién se le ocurre ir con pantalones cortos en pleno invierno.
-Es
que los pantalones cortos de pijama son más cómodos para dormir.
-No
tienes remedio.
-Lo
sé.-Rió la joven.-Bueno, me voy a dormir papá, hasta
mañana.-Depositó un besito en la mejilla de su padre y salió del
salón. Subió a su cuarto, y, tras preparar la maleta, miró su
móvil. Tenía un mensaje de un número oculto.
-"Bryan
el primero, tú la siguiente. ¿No lo recuerdas? ¡Mejores amigos
para siempre! Sí, el post-it azul sigue dentro del cajón."
La
chica se sorprendió muchísimo al leer aquello. Se acercó a la
mesita de noche y
abrió
el tercer cajón. Bajo un par de libros, encontró aquel post-it azul
escrito tres años atrás. "Mejores amigos para siempre" Se
leía en tinta azul. Esa nota que sólo ella y el mísmisimo Bryan
sabía... ¿Quién se habría enterado después de tanto tiempo?
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¡¡Chicas!! Ya tengo el capítulo 63 ^^
Ya sale una de las chicas, y es Raquella!! Clau tranquila, saldrás pronto tú también ;)
Espero que os guste!
Besitoos :)