Capítulo 45: Fuera de las rejas y Starbucks

Kesha se apartó a los pocos segundos, de nuevo sus ojos se empañaron en lágrimas pero sonrío.

-Gracias por todo.-Susurró con las lágrimas a punto.

El irlandés le revolvió el pelo y ambos soltaron una risita.

-No te vayas a pasar al bando de Styles.-Bromeó la pelirroja.

-¿Quién te dice a ti que haya estado en tu bando?-Preguntó él remolón.

Kesha le dio una collejita y ambos caminaron sonrientes hacia el comedor.

-Chicos, tengo que anunciaros algo.-Dijo Kesha con voz firme.

Todos le miraron con una sonrisa mientras esperaban impacientes.

-Niall y yo hemos vuelto y además estoy disponible para ir a ese Starbucks que me dijisteis ayer.

-Me alegro mucho por vosotros.-Sonrió Yuriko mientras se levantaba y le daba un gran abrazo a su amiga.

Abie también le dio un abrazo y Kesha lo acogió de inmediato. Era imposible que una chica tan dulce como ella podía haberle echo daño.

De nuevo los nueve comenzaron a reír a bromear y a hablar entre ellos. Todo parecía como siempre.

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Jueves. Ocho de la mañana. Kesha avisó a todos el día anterior de que debía hablar con ellos de algo importante justo donde se encontraba ahora, en la puerta principal, sentada en un banquito de madera.

Tras unos minutos todos se encontraban en círculo esperando aquella noticia tan sorprendente que la pelirroja les había hecho esperar.

-¿Y bien?-Preguntó Harry impaciente.

-Heather está en la cárcel.-Anunció Kesha, sin rodeos.

-¿Cómo?-Preguntó Louis, nerviosamente.

-Lo que oís. Pero no os preocupéis, saldrá hoy y tenemos que irnos a los juzgados de la cárcel de inmediato.

Nadie puso ninguna oposición. Por el trayecto en coche, Kesha les contó a los que iban con ella el por qué estaba allí y Niall hizo lo mismo a los que iban con él.

Cuando llegaron todos se apresuraron a entrar en el establecimiento.

La enorme puerta de madera que daba paso a los juzgados estaba encajada, lo cual señalaba que habían comenzado. Kesha tomó el pomo y la abrió sutilmente, pero no pudo evitar el chirriante sonido de aquella vieja puerta, y cuando asomaron sus cabezas todos los presentes se giraron, y pudieron ver a Heather, con su traje naranja. La chica les sonrió debilmente, estaba más pálida de lo normal y tenía ojeras producidas por el cansacio acumulado, parecía como si aquella noche no hubiese dormido nada.

El juez dio un par de golpes con su mazo en la mesa de magistral y carraspeó.

Todos volvieron a mirar al frente y los diez amigos se quedaron atrás del todo

mirando por si pasara cualquier cosa y para estar al tanto.

Jonathan se levantó.

-Señoría, déjeme decirle algo. Heather no tiene la culpa de lo que hizo. No fue ella la que me intoxicó, aunque es verdad que por un momento lo pensé.

Se acercó a la chica y le cogió la mano.

-No sé si usted lo sabe o no, pero vamos a casarnos.

Una gran exclamación y exaltación se hizo en la sala.

Harry miró a Kesha que le hizo un ademán de mano para que se tranquilizara.

El juez no pudo evitar asombrarse.

-¿Eso es cierto señor Gray?-Preguntó refiriéndose al padre de la chica.

-Así es, señoría.-Afirmó el hombre.

-Fue un accidente señor, como ve, Heather no podría hacerme daño. Es más, este sábado es la boda y no quisiéramos estropearlo todo.

Heather cogió aire y se levantó por orden del magistrado.

-¿Cuál es el veredicto del jurado?-Preguntó.

Un gran silencio se hizo en la sala y uno de los hombres tomó la palabra.

-Inocente.

La chica respiró hondo y sonrió.

-Se levanta la sesión.-Declaró el juez volviendo a utilizar su mazo para cerrar el juicio.

-Vamos fuera.-Anunció Louis.- Ahora tendrá que salir.

Los nueve se encaminaron hacia la puerta exterior, un poco alejados para cuando saliera la chica.

No pasaron más de unos minutos y la morena se divisó por la puerta. Ya no llevaba aquel traje naranja, sino su típica ropa negra, la misma que llevaba el día que la encarcelaron, aunque ahora lavada y limpia.

Entrecerró los ojos a causa del fuerte sol. Miró a sus amigos y fue corriendo hacia ellos.

Kesha abrió los brazos y ambas se fundieron en un abrazo.

-Gracias por estar aquí.-Agradeció mirando a todos.

En ese momento, Jonathan salió y se acercó a ellos.

-Querida, ve despidiéndote de tus amigos. Nos tenemos que ir.-Le besó en la mejilla y caminó hacia el coche que estaba a escasos metros.

-No lo soporto.-Dijo con la voz quebrada.-Pero gracias a su proposición he podido salir de la cárcel.

-Lo sabemos...-Contestó Harry.-Kesha nos lo ha contado hoy.

-Debo irme.-Dijo apresuradamente.-Pero ya nos veremos el sábado...

-¿De verdad vas a casarte?-Preguntó Zayn.

-No tengo otro remedio... Gracias de nuevo.-Sonrió y poniéndose de nuevo seria, comenzó a caminar, pero Harry le cogió del brazo.

Heather se dio la vuelta y él se acercó y le dio un abrazo que duró unos segundos. Después la miró y fue a besarle cuando ella se apartó.

-No debes hacerlo.-Le dijo mientras se zafaba de su mano.-Voy a ser una chica casada y tú no eres mi marido.

-¿Es que ya no queda nada entre nosotros?-Preguntó él algo molesto.

-Sí que queda, por lo menos de mi parte... Yo aún te quiero, pero tengo que casarme con una persona que no quiero para no volver a la cárcel de por vida. Tú aún puedes elegir a alguien con quien estar y de quien enamorarte. Eres Harry Edward Styles ¿no? El chico que enamora a todas las chicas. Encontrarás a otra mejor que yo y que te hará más feliz.-Le sonrió amargamente y dijo en tono irónico.-Ánimo machote.

Se dio la vuelta dejándolo totalmente anonadado.

Louis comenzó a respirar entrecortadamente.

-"Todo esto es por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa..."

-¡Es mi culpa!-Gritó presa del pánico.

Bryan, que estaba a su lado le calmó e hizo que se sentara aunque fuera en el suelo.

-No es tu culpa.-Rectificó Liam sentándose a su lado pacíficamente.-La única culpa es de Jonathan. No te tortures.

-Por mi culpa se fue de Londres, después llegó lo demás....-Dijo mientras negaba con la cabeza e intentaba respirar y coger aire.

Harry lo miró con una sonrisa.

-No tienes la culpa de nada, así que no pienses más en ello.

Zayn le dio una palmada cariñosa y Kesha se sentó en frente de él y le sonrió amablemente, segundos después y sin previo aviso le dio un abrazo.

-No te preocupes más Boo Bear.

Louis esbozó una sonrisita.

-Gracias chicos. Siempre me sacáis una sonrisa.

-Si no nos hace falta hacerte sonreír. Tú siempre estás sonriendo.-Le dijo Niall.

-Anda, vayamos al instituto.-Kesha se levantó y los miró a todos.

-Eso es. ¡Vámonos!-Apremió Liam con una sonrisa.

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-¡Esta tarde a las seis!-Exclamó Kesha a sus amigos.

-No puedo ir.-Dijo Abie y miró a la pelirroja, que lo entendió perfectamente. Seguro que iba al psicólogo.

-Bueno, si quieres te llevo el vasito de capuccino a casa.

La morena sonrió.

-No estaría mal.

-¿Te lo llevo entonces?

Abie dudó un instante.

-¡Vale!-Afirmó al fin.-Aunque prefiero un frapuccino de fresa, porfi.

-Eso está hecho.

La pelirroja le dio un abrazo a su amiga.

-Nos vemos luego.

-Adiós.

Kesha esperó a su hermana Candy unos minutos hasta que esta apareció. Llegaron a casa y comieron en familia. La pelirroja subió a su cuarto y estudió hasta las seis.

Abrió el armario y sacó una camiseta amarilla de minions, unos shorts vaqueros y unas vans azules. Además que llevaba una cola alta con su flequillo anaranjado por fuera.

Bajó y se encontró a su hermana Candy mandando mensajes por el móvil y a su padre en la cocina.

-Papá me voy. He quedado para ir a un Starbucks.

Richard salió de la cocina y le hizo un signo de "Okey" con el dedo pulgar hacia arriba a su hija a modo de aprobación.

-Por cierto. ¡Qué mona la camiseta!

En ese momento, la rubia alzó la vista y soltó una fuerte carcajada.

-Sí. Monísima.-Dijo con sarcasmo.

Kesha la agarró por los extremos y la estiró un poco.

-Oye, es súper chula. ¿No te flipan los minions?

-¿Miniqué?-Preguntó Candy soltando risitas.

-Mi-ni-ons.-Contestó Kesha.-Y si no te gusta. A mí sí.

Se acerco a la mesa para coger gusanitos y cuando obtuvo un puñado tiró uno a su hermana, que le dio de lleno en la cara.

-Por ser: Anti-minions.

Candy soltó una risita y se comió el gusanito, mientras Kesha salía a la calle.

La pelirroja caminó hacia el Starbucks y allí se encontró con Bryan.

-Hola.-Saludó mientras le daba un abrazo a su amigo.

-Hola enana.

Kesha soltó una sonrisita y ambos entraron y se sentaron en una de las mesitas.

-Bueno, ¿qué tal te va?-Preguntó la chica.-Ya apenas hablamos como antes.

Él hizo una mueca de disgusto. Eso era verdad.

-Pero aún seguimos siendo amigos, ¿no?

-Claro que sí idiota. Mejores amigos.

-Bueno y Liam, Harry, Zayn y Louis.

-Esos cuatro no pueden faltar señorito Harrison.

-Lo sé. Lo sé. Al igual que el irlandesito, ¿me equivoco?

Kesha agachó la cabeza y sonrió mientras se ruborizaba notablemente.

Bryan soltó una risita y en ese momento entraron los cinco chicos en el establecimiento.

-Hola.-Saludó Zayn sentándose al lado de la pelirroja.

-Hola chicos.-Saludó la chica volviendo a la normalidad.

-¿Lleváis mucho tiempo aquí?-Preguntó Louis.

-No. Qué vá.-Respondió Bryan.

-¡Oye! Me enamora tu camiseta.-Exclamó Niall señalándola.

-¿Te gusta? ¿A que es bonita?-Preguntó la chica orgullosa de su prenda de ropa.

-Sí. Es muy chula.-Añadió Niall.

Kesha sonrió y Yuriko entró en el Starbucks.

-¿Qué hay chicos?-Preguntó sentándose en la silla que faltaba.

-La última...-Suspiró Kesha.

-Ei tontita, que me estaba arreglando.

-Cómo no...-Afirmó Harry.-Si eres Zayn en chica.

-No te pases.-Se quejó el aludido.

Rieron y pidieron lo que querían beber.

Pasaron una tarde divertida riendo, bromeando y sobretodo olvidando lo ocurrido de por la mañana, sobretodo Harry y Louis intentaron disfrutar lo máximo posible.

Tras un par de horas, Kesha pagó el frapu de fresa y salió hacia la casa de su amiga Abie.

Llamó a la puerta y esperó pacientemente.

Abie tomó el pomo de la puerta y abrió.

-Hola.-Saludó sonriente mientras le daba un abrazo a su amiga.

-Hola.-Devolvió Kesha el gesto con una sonrisita.

-Pasa, pasa.

Ambas entraron en el salón y se sentaron en el sofá blanco que había frente a la tele de pantalla plana.

-Toma, esto es tuyo.-Dijo Kesha dándole el frapuccino a su amiga.

-Gracias.-La morena posó sus manos, con las uñas pintadas en rosa, en el vaso del Starbucks y bebió un sorbo por la pajita verde.-Está delicioso.

-Me alegro de que te guste.

-Gracias de nuevo.

-No las des...Bueno, ¿qué tal te va el tratamiento?

-Bien, dice el psicólogo que voy mejorando y mi nutricionista también dice que voy a mejor.

-Eso es buena señal.-Afirmó la pelirroja asintiendo con la cabeza.

-Sí...

Kesha suspiró y decidió preguntarle algo que le rodaba la mente.

-Abie...¿tú tienes por casualidad una hermana gemela?

La morena hizo una mueca de desagrado y giró la cabeza. Segundos después miró a Kesha seriamente.

-Sí. No sé cómo te habrás enterado, pero sí que tengo. Aunque ahora mismo está en un manicomio. Está loca de atar. La metieron ahí porque estaba... loca, claro.

Kesha abrió mucho los ojos.

-¡Vaya...! Lo.. lo siento mucho.-La pelirroja disimuló su nerviosismo. Seguro que era su hermana la que había estado con ella en aquella oscura habitación.

-No te preocupes, de todas maneras intentó matarme y todo, por eso iba al psicólogo y cambié de instituto y todo eso. Fue horrible...

Kesha sintió mucha pena por su amiga y le dedicó una cálida sonrisa.

-Lo siento de verdad. No pensé que....

-No te preocupes.-Le interrumpió la morena.-Tú no tienes culpa.

Kesha sonrió a medias y le dio un cálido abrazo. Se alejó y miró a su amiga. ¿Cómo podía haber dudado de ella? Lo peor de todo es que ahora una psicópata andaba suelta y de una cosa estaba segura: Ahora sus vidas sí que corrían peligro.

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Bueno, aquí está el siguiente capítulo. (Por fiiin!!) Y eso, espero que les guste, comenten, pongan su opinión en reacciones y lo disfruten.

Vale, y otra cosa importante, tal vez, TAL VEZ, haga un final de la primera temporada y después haga una segunda temporada porque se me ha ocurrido algo para terminar la primera temporada. Después seguiría con los capítulos normales pero sería en la siguiente temporada. Como si hubiera pasado un cierto tiempo en la novela y por eso se corta la novela. Bueno, ya lo verán. Y si al final decido que no, seguiré con mi otro plan y seguiré con la novela tal y como ahora. Así que ya veré... 

Eso es todo.

Besitos :)