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Capítulo 44: Charlas que sacan sonrisas.


Kesha se tumbó en su cama mientras las lágrimas comenzaban a salir solas de sus hermosos ojos miel. ¿Por qué lloraba? Era ella la que había cortado con él. ¿Por qué no podía ser una chica normal con una vida normal? No. Le había tocado enamorarse de un famoso y de tener una vida de película con cada cosa que le pasaba tan alucinante, pero a la vez, a veces eran realmente increíbles y sofocantes.
Se levantó de un salto y se quitó las lágrimas que le quedaban. Se duchó, se cambió y bajó a la cocina. Tomó un par de onzas de chocolate y un batido.
Richard entró en la cocina y vio a su hija sentada en la silla, merendando.
-Hola, Kesha.
-Hola papá.-Sonrió la chica.
-¿Qué tomas?
-Chocolate y batido.
El hombre sacó una rica tarta de oreo.
-Entonces no querrás, ¿verdad?-Preguntó su padre alzando las cejas un par de veces.
-¡Claro que sí!-Exclamó la chica contenta y expectante, mientras observaba detenidamente la rica tarta.-¿La has hecho tú?
-Sí. ¿Te gusta?
-Tiene una pinta deliciosa, eso no cabe duda.
-Llevas un día un poco triste y sé que no me lo quieres contar.-Richard se calló un instante y Kesha cogió aire para hablar, pero él la cortó.-Y no me importa si esa es tu voluntad.-Sonrió a su primogénita.-Pero un poco de azúcar nunca viene mal, ¿verdad?
La pelirroja soltó una risita y, tras llamar a toda la familia, los cuatro se pusieron manos a la obra con el pastel.
Tras casi una hora en familia, la chica miró el reloj y se levantó de su silla.
-Papá, me tengo que ir. Pero te prometo que volveré temprano. No tardo mucho.
Se despidió de su familia y entró en el coche. Tras unos minutos llegó a la cárcel y tras hablar con el policía entró en una sala especial donde podría hablar con Heather cara a cara para contarle lo sucedido. La única persona que podía confiar en ese momento.
Cuando llegó vio como su amiga estaba algo triste. Se le veían ojeras y el pelo desaliñado, además sus ojos brillaban tristemente.
-¿Qué te pasa?-Preguntó Kesha a su amiga.
-Pensé que era Jonathan de nuevo....
-¿De nuevo?
-Sí. Esta mañana se acercó para decirme que me iba a dejar libre.
-¿Así como así?
-No. Claro que no. Me dijo...-Se calló y tomó una bocanada de aire.-Que saldría se aceptaba su proposición.
Kesha frunció el ceño.
-¿Su proposición de qué?
La morena levantó la vista clavando sus ojos oscuros en los claros de su amiga.
-De matrimonio.
Kesha se llevó las manos a la boca con una exclamación de asombro.
-Eso es horrible...¿Pude hacer algo así?
-Sí. Claro que sí. Él es la victima para todos los ojos ajenos, incluso mi padre. Estoy viviendo una pesadilla. Y todo por culpa de Harry Edward Styles. Juro no volver a dirigirle la palabra en todo lo que me queda de vida.
-No digas eso... En verdad le amas.
-Ya lo sé. Pero si no fuera por él, Jonathan no habría venido por mí. Bueno por él y por el señorito Tomlinson, claro está.
Kesha suspiró.
-Pensaba decirte algo... pero no quiero preocuparte más.
-No, no. Dime, dime. Soy todo oídos.
Kesha suspiró y le contó lo de Abie y lo de que había cortado con Niall.
-¡Con lo buena que parecía!-Exclamó Heather, estupefacta.
-Lo sé, lo sé. Y ahora me arrepiento de haberla metido en el grupo... Fui yo.
-Ya. Y también fuiste tú la que me metiste en el grupo.
Kesha sonrió y le tomó la mano por encima de la mesa.
-Pero de eso no me arrepiento, créeme.


                                                                   ~~~~~~~

Al día siguiente, Kesha entró en el instituto algo nerviosa. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Actuar con normalidad o alejarse hasta que pudeira descubrir a Abie?
Antes de que pudiera aclarar esas dudas en su cabeza, Yuriko se le acercó y le dio un abrazo. Kesha tragó saliva mientras una lágrima se resbalaba por su mejilla.
Se separaron y la oriental le dedicó una cálida sonrisa a su mejor amiga.
-¿Quieres que vayamos con los demás, o prefieres que vayamos tú y yo a otro sitio?
-Es mejor que nos vayamos tú y yo a otro sitio, si no te importa.
Ambas se sentaron en el banquito frente a la puerta de la clase.
-¿Qué pasó?-Preguntó Yuriko.
-Es que ahora mismo, no estoy bien para estar con alguien.
Hablaron un rato más y tras unos minutos, vieron a los cinco chicos pasar.
Kesha clavó su mirada en Niall y se levantó del banco de un impulso.
-Hola.-Dijo con una sonrisa y frotándose los ojo para quitarse las lágrimas de los ojos.
-Hola pelirrojita.-Saludó Harry revolviéndole un poco el pelo.
Kesha arrugó la nariz pero acto seguido volvió a sonreír y soltó un suspiro. Hoy no estaba por la labor de incordiar a Harry.
Se quedaron callados mientras Niall y Kesha se miraban sin decir nada. Se podía notar la tensión en el ambiente.
-¿Por qué no entramos?-Preguntó Liam, rompiendo el hielo.
Todos aceptaron la idea y entraron en el aula.
Cada uno se sentó en su sitio e hicieron como si miraban sus apuntes. Tras unos minutos, empezó la clase.
Tras unas horas, los nueve se encaminaron al comedor, comieron juntos y hablaban de vez en cuando entre ellos. Hacían bromas y se reían.
-Ahora vengo, chicos.-Dijo Kesha entre risas mientras se levantaba.
Caminó por el pasillo hasta su clase y cogió la manzana que guardaba en la maleta. Casi se le olvidaba. Tomó un mordisco y salió, encontrándose de bruces con Niall.
-Lo siento.-Se disculpó el rubio.
-No importa.-Sonrió la pelirroja.-He venido a por mi manzanita.
Niall soltó una risita y ambos se miraron a los ojos.
-Kesha... te quería preguntar el por qué... el por qué has cortado conmigo. No estoy enfadado, pero me gustaría que me lo explicaras.
Kesha resopló pero asintió. Debía conocer la verdad.
Le tomó de la mano y ambos se sentaron en el banquito que había frente a la puerta de la clase.
-Esto que te voy a contar no podrás contárselo a nadie. ¡A nadie! Ya mañana podré contarlo, pero tú, calladito, ¿vale?
-Vale.
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo.-Asintió el rubio.
-Heather está en la cárcel por intento de asesinato.
-¿Qué?-Preguntó Niall a voces.
Kesha le tapó la boca con la mano.
-¡Shhh!-Le quitó la mano y susurró.-Nadie puede enterarse.
Niall asintió un par de veces.
-Pero, ¿cómo?
Kesha le contó lo que sabía sobre Jonathan y lo de la propuesta de matrimonio.
-¡Vaya tela!-Exclamó el rubio, impresionado ante tal noticia.
-Lo sé... Y además...
-¿Además?-Niall abrió los ojos como platos, impactado.
Kesha le contó lo de Abie y el rubio frunció el ceño.
-Pero ayer estuvo todo el recreo con nosotros. No salió en ningún momento.
-Te aseguro que era ella.
Ambos se quedaron callados.
-¿Y si...?-Dijeron los dos a la vez.
Se miraron con los ojos abiertos.
-¿Y si tiene una hermana gemela?-Se preguntaron al unísono.
-Pero sería un poco extraño, ¿no?-Dijo Niall tras unos segundos.
-Ya... Pero, ¿estás seguro de que no se fue ni si quiera un momento?
-Completamente seguro.
-Entonces, no puede haber otra cosa, Niall.
-¿Y si es alguien se está disfrazando de ella por venganza?
-Sería un poco increíble, ¿no?
-¡Quién sabe! Había poca luz.
-Es verdad...-Kesha asintió con la cabeza y sonrió.-Por lo menos ahora estoy mejor. Pensaba que era un monstruo diabólico y adorable.
Niall soltó una risita.
-Bueno, volvamos con los demás.
-Niall, siento haber cortado contigo, pero de verdad que estaba muy preocupada y tenía miedo de lo que le podría pasar a Heather y de lo que podría hacernos Abie.
-No te preocupes, ya está solucionado.
-Me siento mejor después de hablar contigo.
Niall sonrió y le dio un cálido abrazo mientras le daba un suave beso en la frente. Kesha se apartó y le cogió de las manos, mientras ambos se miraban a los ojos. Niall suspiró y sin poder contenerlo más le dio un suave beso en los labios.
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Aquí está el capítulo 44. Sé que no es muy largo, pero bueno, me gustó ese como final y buéh! Jeje, espero que os guste y comentéis!!
Besitos :)

Capítulo 43: Noticias inesperadas y sorpresas espeluznantes


Heather fue conducida a una sala cuadrada de paredes blancas. En una de ellas había una pequeña ventana con barrotes por la que entraba una minúscula porción de luz solar. En el centro de la habitación una mesa con dos sillas, también de color blanca, cada una en los lados opuestos de la mesa.
-Siéntate.-Ordenó el policía mientras la empujaba violentamente hacia el interior de la sala.-Y no rechistes.
La morena se sentó de mala gana en la silla mientras se cruzaba de brazos. En su rostro había una cicatriz desde la sien hasta la oreja, que le habían hecho unas chicas por ser la "nueva". Aunque ella no se había quedado quieta y casi le sacó el ojo derecho a una de ellas. Increíblemente, nadie se metía con ella, además de que su amiga de celda, Lyn, estaba todo el tiempo con ella y se habían hecho como uña y carne a pesar de los pocos días que llevaba en la cárcel, y, los pocos que Heather pensaba estar.
Esperó unos minutos más, hasta que escuchó unas voces, unos pasos y la puerta de aquella sala se abrió. Entró el policía que le ató las manos a la silla en la que estaba sentada.
Después se despidió y entró alguien con una sudadera negra, y con la capucha puesta, por lo que no se le veía la cara.
Cuando se sentó en la silla, se quitó la capucha, enseñando su pelo rubio ensortijado. Era él, Jonathan.
-¿Qué haces aquí?-Preguntó ella de malos modos.
-He venido a verte, para salvarte. Así que no me trates mal. Soy tu bello príncipe que te va a salvar, nena.
-Irónico. Dices que eres un bello príncipe, cuando no llegas a un sucio mendigo. Además ¿me vas a salvar? Si por tu culpa estoy aquí, idiota.
-Lo sé, y por eso quería pedirte perdón. Pagaré lo que sea para sobornar al juez, no te preocupes.
-¿Por qué harías eso?-Preguntó ella, sin entender hasta donde quería llegar.
Él se levantó de su silla y se acercó a la de ella, se puso de cuclillas y le intentó besar pero ella apartó la cara.
-¿Qué haces?-Preguntó enfurecida.
Él no le hizo caso. Se acercó de nuevo, y esta vez tuvo más éxito, Heather no podía mover más la cabeza y él la besó, pero se apartó de repente, al ver que ella le había
dado una patada en la pierna. Le miró con una sonrisa.
-Bueno, pues me voy, si no quieres mi ayuda, claro. Que te diviertas en la cárcel... toda tu vida, preciosa.
Iba a salir, pero ella gritó de repente.
-¡Espera!
Jonathan se dio la vuelta, de nuevo con esa sonrisita que no desaparecía de su rostro.
-¿Qué..qué quieres que haga?-Preguntó ella.
El chico se acercó hacia ella.
-Simplemente quiero que te alejes de esa panda de One Direction. Y para ello, para que no te escaquees, claro, pues...-Acarició la mejilla de la chica y sonrió, sacó un anillo de su pantalón vaquero.-Te casarás conmigo delante de todos los familiares y de todos tus amigos, en especial delante de aquel asqueroso de Harry Edward Styles.
Heather se quedó petrificada, pero actuó con normalidad, lo primordial era salir de aquel lúgubre lugar, después pensaría en un plan.
-Está bien. Pero te diré algo: Me das asco.
-¿Algo más querida?-Preguntó él con sarcasmo.
-Me casaré contigo para salir de esta, pero te prometo, que no habrá día que no piense en él. Porque es de Harry de quien estoy enamorada. No de ti, por mucho que quieras que sea tuya. El amor no se compra con dinero, Jonathan. Es algo que deberías tener en cuenta.
El chico se quedó en silencio mientras le miraba escrupulosamente, pero segundos más tarde, sonrió forzadamente, después desapareció de la sala, cerrando la puerta con un portazo.
Heather cerró los ojos y dio una fuerte pasada al suelo. Realmente, ese chico, iba a destrozar su vida.

                                                                             ~~~~~~~

Kesha entró en aquella vieja habitación donde se guardaban los productos de limpieza. Al estar bajo la escalera que conducía a la sala de los profesores, no entraba la luz solar, (a parte de que en la pequeña estancia no había ventana), por lo cual le dio al interruptor. Click, click, click.
La pelirroja se extrañó y miró la lámpara, fugazmente.
-"Estará fundida"-Pensó en un suspiro.
Caminó hacia dentro de la estancia y tras unos pasos escuchó la puerta cerrarse tras de sí. Se dio la vuelta rápidamente y tragó saliva.
-"El viento, ha sido solo el viento"-Se dijo, mientras intentaba tranquilizarse a sí misma.
Caminó unos pasos más hasta que una lucecita apareció de la nada.
Era una vela encendida que alguien sostenía entre sus manos, aparentemente pálidas y pequeñitas.
-¿Quién eres?-Preguntó la pelirroja con valentía, echándose a un lado su flequillo anaranjado.
-¿No me reconoces?-Preguntó aquella vocecita mientras alzaba un poco la vela.
La pelirroja se llevó las manos a la boca y soltó un pequeño grito ahogado.
-Tú...-Dijo en voz baja.-¿Cómo... cómo has sido capaz de hacerme daño?
La miró de nuevo y se dio cuenta de que llevaba una camiseta negra con unas estrambóticas letras en rosa, unos leggins con estampado étnico, y, en las muñecas, tanto derecha como izquierda, había muchas pulseras coloridas.
-¿Cu..cuándo te has cambiado?-Preguntó frunciendo el ceño. Esa mañana, cuando la había visto, llevaba un vestidito con las mangas y la parte del cuello con encaje blanco de flores y lo demás era celeste con pequeños lunaritos en color blanco.
Además ahora llevaba una coleta alta, mientras esa mañana llevaba el pelo bien peinado que le caía por los hombros, tan lacio como siempre.
La morena soltó una risita.
-Eres una incrédula.-Le espetó con su habitual vocecita. Solo que daba más miedo que cuando solía hablar tímida y reservadamente.
-Eres.. una farsante.-Dijo Kesha sin poder dar crédito a lo que veía.-¿Cómo...cómo nos has podido engañar a todos, Abie?
De nuevo aquella risita. Esa misma que utilizaba cuando se soltaba con los demás y parecía más abierta y amable.
-¿Tampoco... tampoco te gusta Liam?-Volvió a preguntar la pelirroja.
-¿Liam? ¿Ese idiota? ¡No! Claro que no. Solo que mi papel es muy bueno, cariño.
Kesha parecía indignada y sentía cómo se le aprisionaba el aire en el pecho.
-No puedo creerlo...-Susurró.-Nos has engañado como si fuéramos unos idiotas. ¿Por qué?
-No me entenderías...-Espetó la chica, haciendo una mueca de desagrado, que daba puro miedo.
Kesha no pudo contenerlo más y salió de aquel lugar.
Abie sonrió malévolamente tras la vela. Debía darse prisa, o alguien descubriría su secreto.
La pelirroja corrió hacia el servicio y abrió el grifo. Se miró al espejo. Estaba sudando y no precisamente por el día tan caluroso que hacía. Las gotas de agua seguían cayendo y Kesha se echó un poco de agua en la cara.
Algunas lágrimas resbalaron de sus ojos y se las apartó rápidamente. Salió del servicio y llegó hacia el comedor, donde los demás se encontraban riendo y hablando, incluso Abie parecía natural, como siempre.
-Hey Kesha, ¿dónde estabas?-Preguntó Louis mientras le daba una palmadita en la espalda.
-¡Oh, nada!-Exclamó nerviosamente.-He.. he estado..-Miró a Abie y rápidamente apartó la vista. "Con lo inocente que parece..."-En el despacho del director.
-¿Qué has hecho esta vez, Kesha?-Preguntó Harry poniendo los brazos en jarra e imitando la aguda voz de una madre.
Todos rieron. Excepto la pelirroja que aún no se quitaba aquella espantosa sorpresa de la cabeza, y solo pudo esbozar una pequeña sonrisa forzada.
-Esta tarde vamos a quedar para tomar algo en el nuevo Starbucks.-Anunció Zayn.-Te apuntarás, ¿verdad?
-También avisaremos a Heather, haber si puede.-Concluyó Yuriko sonriendo a su
mejor amiga.
-''¡¡Heather!!"-Pensó Kesha. Otro cúmulo más a sus pensamientos. Pero... no podía romper su promesa. Hasta el jueves por la mañana no podía contar nada.
-Heather no puede ir. Está enferma.-Dijo con voz apenada.
-¿En serio?-Preguntó Harry preocupado.
-No será nada Harry.-Le animó Abie frotándole el hombro con suavidad.-Además, podremos ir a verla.
Kesha sintió una arcada. Esa chica era una extremadamente adorable, pero a la vez un mostruo diabólico.
-¡No!-Exclamó Kesha rápidamente.-Ya iremos a verla otro día... Ahora no hace falta. Además si tiene fiebre nos puede contagiar y acabaríamos todos resfriados.
-Tienes razón.-Asintió Niall.
-Entonces Kesha...¿vienes esta tarde?-Preguntó Bryan.
-¿Vais todos?
-Claro que sí.-Respondió Yuriko, sonriente-Lo pasaremos genial. Además, Abie hará cupcakes.
-¡En forma de animales!-Exclamó la morena dando una palmada. Después ambas chicas se miraron y rieron a la vez.
Kesha volvió a sentirse mal. Yuriko y Abie se habían hecho grandes amigas, seguramente, la oriental no la creería si le dijera que aquella chica en verdad, era todo lo contrario a lo que aparentaba ser. En verdad...¿quién la iba a creer? Le picaban los ojos y de nuevo sentía esa extraña sensación de querer llorar. De todas maneras, no podía echarle la culpa a nadie por haberse hecho amigos de ella. Al fin y al cabo fue la propia Kesha quien la metió en el grupo.
-Que te quedas embobada.-Le dijo Liam dándole una collejita.
Abie sonrió y le cogió la mano con suavidad y cariño.
-Pobrecita Liam.-Espetó Abie sonriendo.-Está pensando, ¿verdad pelirrojita?
Kesha se apartó rápidamente y se puso en pie.
-No voy a ir chicos.-Concluyó.
Se dio la vuelta y comenzó a correr. Entró en la clase. Cogió el cuaderno de la siguiente asignatura e hizo como si estuviese repasando la teoría. El profesor llegó un poco antes de la hora, como siempre, muy puntual.
Miró a Kesha tras sus gafas de pasta azul.
La chica sonrió.
-Profesor. Me gustaría cambiar de sitio. Si no le importa, me gustaría ponerme en primera fila.
El hombre sonrió y accedió a lo que ella le pedía. La pelirroja habló con la chica que ocupaba aquel lugar en cuanto entró en la clase.
-Además, tienes al lado a Bryan Harrison....
La rubia lo miró de reojo y asintió energéticamente. Nadie podía decir que no a los encantos de aquel chico tan atractivo.
Cambiaron las cosas con rapidez. Los chicos se acercaron a hablar con la chica por su cambio de sitio y actitud, pero no tuvieron tiempo porque empezó la clase.
Tras unas horas sonó el último ring. Kesha se dio prisa en recoger todo y salió de la
clase sin tan siquiera despedirse de los demás.
-¿No creéis que está un poco rara?-Preguntó Yuriko extrañada al comportamiento de su amiga.-Incluso se ha cambiado de sitio...
-Creo que ha sido por mi culpa.-Suspiró el irlandés mientras se colgaba su mochila a cuestas.-Tuvimos una pequeña pelea antes de que pudiera entrar al comedor.
-Podrías ir a hablar con ella.-Le apremió Zayn.
-Es verdad. Kesha es muy comprensible. Seguro que te perdona de inmediato.-Le animó Liam.
-Y convéncele para que venga esta tarde al Starbucks. Sin sus bromas y su risa no será lo mismo.-Dijo Louis.
-Lo intentaré.-Dijo Niall sonriendo a medias.
Kesha y Candy llegaron a casa. La pelirroja no prestaba atención a lo que su hermana Susi estaba diciendo... Algo sobre que en clase le había castigado por haber tirado una araña muerta a la mesa de la profesora, mientras Richard le reñía e intentaba aguantar la risa. Ya que, aquella profesora era realmente malhumorada y terrible.
-Me voy a estudiar.-Dijo la pelirroja levantándose de la mesa.-Pronto comenzarán los últimos exámenes y tengo que ponerme a ello cuanto antes.
Se despidió de su familia y subió a su cuarto. Revisó su maleta y decidió empezar con inglés. Se le daba bien y sería algo ligero.
Tras unos minutos, Candy abrió la puerta y se sentó en la cama, esperando a ser recibida.
Kesha giró la cabeza y contempló a su hermana.
-¿Si...?-Preguntó.
-¿Te acuerdas de William?
-Claro.
-Pues se va a Alemania. Dos años al principio y si le gusta se quedará allí a trabajar.
-Oh...
-Así que hemos decidido dejarlo. Me preguntó si quería ir con él, pero me negué. No quiero dejarlo todo por él.
-Pero te gusta mucho, ¿no?
-¡Sí! ¡Muchísimo!-Suspiró la rubia.-Pero algo me dice que no debería ir. Tal vez, allí no esté mi hogar.
-Aún eres muy joven. Encontrarás a tu medio limón.
-¿Medio limón?-Preguntó la rubia, sonriendo a medias.
-Sí. Me gusta más los medios limones que las medias naranjas.
Candy soltó una risita.
-No. Yo encontraré a mi media sandía.
-¿Media sandía?
-Sí. ¡Me encantan las sandías!
Ambas hermanas se rieron ante aquella tontería tan estúpida, pero que las unía poquito a poco.
-Por cierto.-Kesha carraspeó.-Si viene alguno de mis amigos, ya sea quien sea, excepto Heather, claro. Diles que no estoy.
-¿Por qué?
-Porque no tengo ganas de salir hoy y van a ir a un Starbucks.
-¿En serio? ¿Con los de One Direction?
-No los llames así.
-¿Por qué no puedo ir yo?
-No te quieren hermanita.-Le dijo Kesha mientras le ponía una mano en el hombro.
-¡Qué mala!-Contestó la rubia poniendo morritos, pero después sonrió.-Lo haré. No te preocupes.
-Gracias... Y ahora vete, anda. Tengo que seguir estudiando.
-Okey.
-Deberías hacer lo mismo.
-Ya sabes que no estudio hasta dos días antes del examen.
-Así nunca aprobarás.
-¡Si ya apruebo, idiota!
Kesha se rió y siguió estudiando....

                                                          ~~~~~~~~~~

-Chicos, ¡vámonos!-Exclamó Niall.
Liam ya estaba preparado, puntual como siempre y con una gran sonrisa en el rostro. Louis y Harry se picaban a la última partida de Maria Kart y Zayn se arreglaba el pelo frente al espejo.
-Zayn deja de mirarte. Ya estás muy guapo.-Le dijo Liam con una sonrisa.
El moreno rodó los ojos y se retocó unos segundos el pelo antes de salir hacia la puerta.
-¡Gané!-Gritó Harry alzando la mano en señal de victoria.-¡Soy el ganador! ¡Soy el ganador!-Canturreaba mientras bailaba.
Louis suspiró.
-Vaaaale. Me has ganado.-Asumió el mayor de todos.-Ahora nos tenemos que ir, Harry.
Ambos fueron hacia la puerta, donde los demás ya estaban preparados.
-¡Vamos!-Gritó Niall abriendo la puerta.
Salieron a la luz del día, donde el sol brillaba intensamente y se montaron en su limusina.
-A casa de Kesha, Troy-Pidió Louis, a su chófer y amigo.
No tardaron en llegar. Los cinco chicos se bajaron de la limusina y se acercaron a la casa de la chica. Niall llamó a la puerta.
Candy, la hermana mediana de la casa, abrió con una gran sonrisa.
-Hola chicos.-Saludó con la mano.-Pasad.
-Gracias.-Respondieron amablemente.
-¿Qué os trae por aquí?-Preguntó la rubia.
-Queríamos hablar con tu hermana.-Pidió Niall.
-Pues va a ser difícil. No está aquí.
Los chicos se miraron entre ellos confundidos.
-Y...¿sabes dondé a podido ir?-Preguntó Louis.
-Ni idea.-Respondió la rubia negando con la cabeza.
-Candy, ¿tu sabes lo que le pasa?-Preguntó Harry.
-¿A mi hermana? Que yo sepa nada...
-Está muy extraña. Se ha cambiado incluso de sitio para estar más lejos de nosotros.-Dijo Liam.
La rubia frunció el ceño. Eso sí que no lo sabía...
-No sé, chicos. Os prometo que no lo sé...
-De todas maneras, muchas gracias.-Asintió Zayn tendíendole la mano.
Candy se la estrechó formalmente mientras ambos sonreían.
-Adiós.-Se despidieron los chicos.
-Hasta otra.
Los cinco cantantes volvieron a la limusina. Niall tomó su móvil y escribió un mensaje.

De: Niall
Para: Kesha

¿Dónde estás? Estoy preocupado por ti...

Kesha sintió cómo vibraba su móvil. Lo cogió enseguida y miró de quién era el mensaje,

De: Kesha.
Para: Niall.

Estoy bien. No hace faltas que te preocupes tanto por mí.

Niall leyó el mensaje y suspiró mientras el aire de la ventanilla le azotaba sus preciosos y adorados pelos rubios.

De: Niall
Para: Kesha

Eres mi novia. Es lo menos que puedo hacer.

Kesha leyó el mensaje con un nudo en la garganta.

De: Kesha
Para: Niall

Es mejor que lo dejemos...

El irlandés abrió mucho sus ojos azules. ¿Lo estaba diciendo en serio?

De: Niall
Para Kesha

¿Se acabó?

La pelirroja suspiró mientras una lágrima se resbalaba por su mejilla y se la apartó fugazmente.

De: Kesha
Para: Niall

Se acabó.

Niall leyó el mensaje y sus preciosos ojos azules se volvieron cristalinos. Se los frotó con fuerza y miró a sus amigos.
-Leed la conversación.-Pidió con un hilo de voz, a punto de llorar, mientras les tendía el móvil.
Louis cogió el móvil y todos leyeron la conversación entre Niall y Kesha.
-Esto se trata de un error.-Dijo Liam.-Kesha te quiero muchísimo. No puede cortar contigo así como así.
-Pero lo ha hecho, Liam.-Sollozó Niall, con lágrimas en los ojos.
Louis le rodeó el brazo por el cuello y le dejó su cabeza en su pecho mientras Niall soltaba algunas lágrimas.
-Ya está, Niall, ya está. La vida da muchas vueltas y algún día volveréis a estar juntos, ya verás.
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Tan, tan, taaaaaan ^^
He dejado mucha intriguita ehh?? Espero que os guste y que me dejéis comentarios ^^ Y vuesta opinión en lo de Reacciones.
Gracias por leer, os queeerooo ^^
Besitos :)

Alba y Louis (Alouis)


Toqué la puerta con los nudillos y entré en la pequeña pero acogedora habitación de aquel chico tan adorable que me había acogido tan bien por ser nueva en el instituto, y sobretodo por ser nueva en aquel nuevo país, Londres, durante los dos primeros y duros meses que había estado allí. En la cama, se encontraba sentado Louis, de preciosos ojos en tonos verdosos y pelo castaño ensortijado.
-Hola.-Saludé en tono alegre.
-Hola enana.-Dijo en tono burlón y alegre a la vez.
Solté una pequeña risita y me senté a su lado.
-Bueno, ¿cuál es el plan?-Pregunté, sacando de mi maleta bocadillos, refrescos y bolsas de palomitas y gominolas.
-No sé, soy espontáneo. ¡Lo que se nos ocurra!
Volvía a reír. Claramente, aquel chico era muy divertido.
-Pues voto porque juguemos a algún videojuego y veamos alguna peli cuando sea más de noche, antes de irme.
-Vale. Traeré helado. Tú lo vas a querer de...
-Chocolate.-Dije sonriente, con voz alegre.
-¡Estupendo!-Gritó mientras salía de la habitación.
Volví a soltar una risita mientras me acercaba a la estantería blanca a ver todos los videojuegos y a mirar las fotos que tenía por allí.
Tras unos minutos escuché a alguien carraspear tras de mí y me giré.
-Hui.. Hola.-Dije nerviosamente. Me había pillado.
-¿Qué haces urgando mis cosas?-Preguntó en tono molesto.
Tragé saliva.
-No... no quería urgar tus cosas. Simplemente... esto... estaba mirando los videojuegos y las fotos, nada más...
-No te tomes tantas confianzas conmigo.-Me soltó.-Nos conocemos desde hace un par de meses y ya está. Te invito a mi casa por ser amable, para que no estés sola y para que no parezcas una marginada en la clase. Poco más.
Me quedo en mi sitio. En silencio. Ya me parecía a mí raro que un chico tan popular como él se acercara a mí todos los días en la mesa donde me sentaba, en la esquina del patio, sola completamente, puesto que no me entendían bien cuando hablaba inglés y eso que era la mejor estudiante de mi antigua clase.
Los ojos me pican. “Debería haberme quedado allí con mis amigas y mis compañeros de clase.”-Pienso.
-Debo irme.-Digo con voz suave.-Gracias por todo.
Recojo rápidamente mis cosas y salgo de aquella casa. Comienzo a correr con mi mochila a cuestas mientras las lágrimas se derraman por mi mejilla.
Entro en casa y subo las escaleras a toda prisa. Entro en mi cuarto y cierro de un portazo mientras caigo en mi cama y me derrumbo a llorar. Pero de repente contengo la respiración y niego con la cabeza. No. No más lloriquear. Me quito rápidamente las lágrimas y me cambio. Aún es temprano. Cojo mi caja con todos las películas y comienzo a mirar una a una. Me paro en una en concreto: “Grease”.
-“Su favorita”-Pienso y recuerdo aquel día como si fuera ayer, no hace más de un mes.
-Segunda semana de instituto. Estaba en clase de Lengua inglesa.
-Vais a hacer un trabajo por parejas.-Anunció la profesora con voz aguda y chirriante.
Resoplé en mi asiento. No me gustaba la idea.
-El trabajo consiste en que hagáis un resumen de la película que hemos visto en unas tres páginas con portada, índice y todo el rollo. Ya saben... Digo los nombres: Stella Rompson y Frad Maccurdi.-La profesora comenzó a nombrar a dos estudiantes para que se pusieran por pareja.-Alba del Águila y Louis William Tomlinson.
Abrí los ojos como platos y miré hacia la mesa de aquel chico tan popular. Me sonrió y guiñó el ojo.
A la salida, cuando recogía mis lápices, gomas y cuadernos, se acercó a mi mesa.
-Bueno, ¿quedamos hoy?
-Vale.-Respondí entusiasmada.-En mi casa a las cuatro. Sé puntual.
Me disupuse a irme.
-Espera...¿dónde vives?
Le di mi dirección y salí. Tras unas horas llegó a mi casa y ambos comenzamos a hacer el trabajo hasta..
-Estoy un poco cansado.-Me dijo mientras se levantaba de la mesa del escritorio y se acercaba a la caja de películas.-¿Por qué no vemos una?
-Vale. ¿Cual quieres?-Pregunté mientras me acercaba a él.
-Me encanta Grease. Es mi favorita.
Sonreí mientras le miraba a los ojos. Hasta ese momento no me di cuenta de lo bonitos que eran, con ese precioso tono verdoso.”
Volví a la realidad y metí la película en la caja.
-Mejor pelis no..-Susurré.
Cogí mi iPod con los cascos y comencé a mirar mi lista de canciones.
-How to save a life, de the Fray.-Leí y de nuevo volví a recordarlo. Su canción favorita, aquella que me cantó aquel día que comenzó a lloviznar, en el precioso parque que había frente a su casa. Parecíamos dos locos cantando bajo las gotas de agua que caían de la lluvia.
Me quité del tirón los cascos con ira y me levanté de la cama. No. La música tampoco ayudaba.
-Comer. Tengo que comer algo.
Bajé las escaleras y vi a mi hermana preparando lo que parecía la cena.
-¿Qué preparas hermana?-Pregunté con una sonrisa forzada.
-Pizza. ¿No es genial?-Me respondió con alegría.
-Pizza....-Susurré. De nuevo, él en mi mente y ese día en que comimos pizza juntos en una rotonda viendo pasar los coches a toda velocidad. “Esto es una locura”-Le grité entre risas. “La vida es loca y yo también lo soy”-Me contestó con una amplia sonrisa.
Resoplé. Estaba en mi mente las 24 horas del día. Pensase lo que pensase él estaba ahí.
Necesito descansar. Dormiré y ya mañana será otro día.
Subí a mi cuarto, me tumbé en mi cama y a los pocos minutos me quedé dormida.
Al día siguiente me desperté temprano, desayuné y fui hacia el instituto.
Entré en clase y me senté la primera, en mi mesa, saqué los apuntes y los leí bajo mis simples pero lindos ojos castaños.
Noté su fragancia pasar por mi lado y miré de reojo hacia su mesa. Allí estaba él, hablando con sus amigos mientras soltaba grandes risas y bromas. Mientras yo no paraba de pensar en él.
Meneé la cabeza y esperé pacientemente a que comenzaran las clases.
Tras unas horas, caminé al comedor con mi pequeño sandwich de queso, mi brik de zumo, mi pasta con tomate y mi manzana roja de postre.
Iba con mi bandejita paseando con las mesas para llegar al fondo. En una de ellas estaba él con sus amigos y con tres chicas. Una de ellas, rubia de preciosos ojos azules, esbelta y de gran popularidad hablaba con Louis.
-Y... ¿por qué no quedamos esta tarde?-Preguntó en tono sensual y cautivador.
-No quiere nada contigo.-Susurré. Lo sabía puesto Louis me había dicho ya en varias ocasiones: “Holly es muy pesada, no para de insinuarme que salga con ella, pero no me gusta. ¡Acaso no se da cuenta!” Yo solo me reí mientras respondía: “Esque tampoco eres muy claro con ella. Además que es cortita de entendederas, pues...”
Nunca le había caído bien aquella estúpida rubia.
-¿Perdona?-Preguntó la chica en tono insolente.
Suspiré. Me había pillado. Me di la vuelta.
-Que no quiere nada contigo.-Respondí, ahora en voz alta y clara.
Se escuchó un gran coro de: “Ooh” en todo el comedor.
-Mira quién habló. ¡La listilla!-Me dijo desafiante.-Venga, no creerás que porque Louis haya estado contigo para que no pareciese una marginada, te quiere ¿verdad?
Me quedé en silencio mientras tragaba saliva.
-Oh.. qué ingenua.-Me dijo con sarcasmo.
-Tampoco te quiere a ti, tonta del bote.
De nuevo todos nos miraron, como si hubiera dicho algo realmente horrible.
-Mira niña. Yo lo conozco muchísimo mejor que tú.
-¿En serio?-Pregunté hartándome de todo y dejando mi bandeja en la mesa de al lado.-¿Cuál es su película favorita?
-Pues... es... bueno y ¿eso que importa?
-¿No la sabes? ¿No decías que era tu amor?-Pregunté ya frustrada.
-¿Y tú tonta?-Me preguntó casi gritando.-Venga di: su película favorita, su canción favorita, su comida favorita... ¡Contesta!
-Pues sí lo sé. Sé que su película favorita es Grease, que su canción favorita es How to save a Life, que su comida favorita es la pizza y la pasta. También sé que tiene hermanas pequeñas a las que adora. Seguro que ni siquiera te hubieses molestado en conocerlas. Sus series favoritas de televisión son skins y One Tree Hill. Sé que le encanta la espontaneidad y también que le gusta gastar bromas, porque es una persona muy divertida y, la única persona con la que me sentía a gusta aquí en Londres. Pero todo eso se hechó a perder ayer.
De nuevo mis ojos se amontonaron de lágrimas pero me las contuve.
-¡Ah! Y se me olvidaba.-Cogí mi plato de pasta con tomate.-Su color favorito es el rojo.-Le planté todo el plato en la cara mientras sonaban risitas y gritos.-Para que lo disfrutes.
Comencé a correr, pero una voz me paró. Era él.
-¡Espera Alba, espera!
Me giré, mientras le veía con esa amplia sonrisa en su rostro.
-¿Qué quieres? ¿Humillarme por lo que he hecho? Te prometo que no me arrepiento.
-No. No es eso.
Se acercó a mi sonriente y me cogió la mano.
-Estás enamorada de mí...
-Para qué negarlo.-Respondí.
Volvió a sonreír y me besó. Un beso corto, suave, dulce...
-Yo también. Perdón por lo que te dije ayer...
-Perdón yo por husmear por tu cuarto.
-No hace faltan las disculpas. Te quiero Alba del Águila. Desde aquel día en que comenzamos el trabajo de mi película favorita..
-Nuestra película favorita.-Rectifiqué.
Y tras volverle a ver a esos preciosos ojos verdes le besé. Y ahora nada ni nadie podría interrumpir nuestro momento.
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Esta es la siguiente mini-historia (ya era hora) . Espero que te guste, Alba ^^
Y a todas también os guste!!
Besitos :)

Capítulo 42: Alguien al acecho de nuevo.


Al día siguiente Kesha abrió los ojos con lentitud. Miró a su alrededor con los ojos entrecerrados mientras bostezaba y se desperezó. Se rascó la cabeza y se sentó en la cama. ¿Dónde estaba...? De repente lo recordó. Era la casa de Louis. La chica miró el reloj que había en la mesita de noche. Tenía que ir preparándose. Salió de la cama de un salto y se cambió rápidamente. Cogió su mochila y caminó hacia la cocina. Los cinco chicos ya tomaban el desayuno.
-Hola.-Saludó mientras se sentaba en una silla, al lado de Louis, y cogía una galleta de chocolate de su plato.
-¿Qué pasa dormilona?-Preguntó Zayn entregándole un vaso con batido de chocolate.
La chica le sonrió para darle las gracias y bebió un sorbo.
-Niall nos ha contado que vendrás con nosotros a Irlanda.-Dijo Liam.
-Bueno...-Respondió, no muy convencida.
-¡Venga! ¡Será divertido!-Apremió Louis.
-Claro. Además, mi familia estará encantado de conocerte.-Añadió el irlandés con una sonrisa.
-Pues entonces... ¿por qué no?-Kesha se encogió de hombros a modo de convicción.
-¡Bien! Sabría que al final querrías.-Niall le dio un gran abrazo y le besó la mejilla.-Eres la mejor novia del mundo.
-Eso ya lo sabía yo, Niall.-Dijo engreidamente, mientras le guiñaba un ojo a su novio, en plan de broma.
-¡Qué creída!-Le espetó Harry.
-Igualita que tú, Styles.
-Mentira.
-¿Ah no?-La pelirroja vaciló un poco y exclamó.-¡Qué guapo eres!
-Si ya lo sé.-Dijo mientras movía sus preciosos rizos que volvían loca a tantas directioners.
Los demás rieron y el de cabellera rizada se encogió de hombros sin entender nada, y seguió bebiendo su zumo.
-Bueno, vámonos yendo.-Dijo Liam, responsablemente.
Todos salieron con sus maletas a cuestas y entraron en la limusina. Tras unos minutos llegaron al colegio.
En la puerta, sentadas en un banquito, Yuriko y Abie hablaban. Los seis se acercaron a ellas.
-Hola.-Saludó Louis.
-Hola chicos.-Correspondió la oriental, sonriente.
Hablaron un poco más y todos se adentraron en el edificio, cuando sonó el timbre.
Kesha caminó hacia su taquilla. En ella había una nota, pequeña y de color pastel, con letras finas y doradas.
-"Ve hacia el laboratorio."
La pelirroja se asombró...¿Era para ella? Miro hacia su alrededor, pero no vio a nadie en absoluto.
Se metió la nota en el bolsillo y cogió el libro de Matemáticas, su próxima clase. Anduvo sin rumbo, hasta que se dio cuenta de que iba al laboratorio. La duda le mataba por dentro y la intriga se apoderaba de ella. Siempre le había pasado. El riesgo, ante todo.
Se paró frente a la puerta, tomó el pomo y abrió. Encendió la luz y miró hacia alrededor. Parecía todo en calma, pero...
Encima de una de las mesas, había, en un tubo de ensayo, un brebaje de color azul verdoso.
Dejó los libros a un lado y cogió el tubo, mientras observaba el líquido detenidamente.
Lo olió y, al ver que no olía a nada que conociera, se echó un poco en la mano para ver el efecto. Comenzó a arderle la mano y se sobresaltó. Corrió hacia el grifó y abrió el agua fría hasta el final.
Su mano tenía una especie de pequeño agujerito, que sangraba. Le dolía mucho y no puedo evitar un gemido de dolor, aún así, se aguantó y se lo vendó rapidamente. Volvió a coger sus libros y, dejando el tubo de ensayo encima de la mesa donde lo había encontrado, salió hacia su clase de Mates.
Llamó a la puerta y esperó a que abrieran.
El profesor la miró muy enfadado, tras sus gafas de pasta azul. Acababa de interrumpir su lección sobre las derivadas.
-No puede llegar tarde a clase.-Le dijo severamente.
-Lo siento señor. No volverá a suceder.-Contestó ella con voz pasiva y suave.
Él le miró con seriedad, pero segundos después suspiró, al fin y al cabo era de las mejores estudiantes del curso, y respondió:
-Eso espero. Anda, entra.
La pelirroja suspiró de alivio, sonrió levemente y entró en clase.
Tras unas horas, llegó la hora del recreo.
Niall paró a Kesha antes de que salieran al comedor.
-¿Qué te ha pasado?
-Nada.-Contestó ella sin darle importancia.
-¿Y esa venda?
La pelirroja resopló.
-No es nada.
-Kesha.-Niall le levantó el mentón para que le mirara a los ojos, esos hipnotizadores ojos azules, de los cuales, ella se había enamorado desde el primer momento. Se aproximó hacia ella. Muy cerca, a milímetros de distancia entre una cara y otra. Él sonrió.
Kesha cerró los ojos. Se iba a volver a acercar, seguro, para besarla. Pero... no encontró nada.
Solo un vacío y una risita.
Kesha abrió los ojos encontrando a Niall sonriendo malévolamente, su rostro estaba
mucho más alejado que antes.
Kesha carraspeó.
-Eres idiota...-Se quejó, muy ruborizada, apartando la mirada.
Niall le dio un abrazo, pero ella se apartó en seguida.
-No. Ahora me dejas.-Contestó, haciéndose la enfadada y cruzándose de brazos.-¿Qué te crees? ¿Piensas que eres muy guay, haciendo eso?
-Kesha...
-¡No!-Dijo medio gritando.-No me ha hecho gracia, Niall. Porque estoy harta de que pien....-Se calló, cuando los labios del irlandés estaban en los suyos. No le dio tiempo de reaccionar inmediatamente, se apartó y, en un acto reflejo, le pegó una bofetada, dejándole la marca de su mano en la mejilla.
Niall la miró con incredulidad y ella tragó saliva, se frotó los ojos con las manos, le picaban, estaban rojos. Sus mejillas se pusieron coloradas de momento.
Dio un fuerte abrazo a Niall, mientras comenzaba a llorar estrepitosamente y sollozaba con fuerza.
-Lo..lo siento.
Niall le abrazó con fuerza.
-¿Por qué lloras, Kesha?
-Por lo que te he hecho.-Contestó, aún sabiendo que esa no era una versión del todo cierta. Se apartó rápidamente y se quitó la venda de la mano, enseñándole el pequeño agujerito, ahora con la sangre ya seca.
-¿Con qué te lo has hecho?-Preguntó él atónito. La marca roja de la mano de la chica ya no le dolía tanto al ver lo que le había pasado a su novia.
Ella le contó lo de la nota.
-¿Quién quiere hacerte daño?
-No creo que haya sido para mí.-Mintió para que no se preocupara.
Niall se frotó con lentitud la mejilla.
-Me ha dolido un poco.-Dijo lentamente, mientras sentía un escalofrío por el cuerpo.
Kesha se quedó callada. Se había pasado y lo sabía, pero no iba a reconocerlo hasta que él se disculpara por lo del "beso". Lo que no sabía, es que Niall estaba pensando lo mismo; que si ella no se disculpaba, él, tampoco lo haría.
Se miraron unos segundos a los ojos hasta que ella los apartó y miró hacia un punto fijo.
-Bueno, deberíamos ir con los demás.-Fue Kesha la que rompió el silencio.-Pronto empezará la próxima clase y no quiero volver a llegar tarde.
Niall frunció el ceño.
-"Es que no iba a disculparse"-Pensó, molesto.
-Vale.-Contestó seriamente.
Se dio la vuelta, se metió las manos en los bolsillos y sin ni siquiera esperarla caminó hacia el exterior con paso rápido.
Ella iba detrás, caminando por los pasillos del instituto hacia la salida.
-Eh, tú.-Susurró alguien.
Kesha levantó la cabeza y miró de un lado para otro. Niall ya no estaba y había salido hacia el comedor, por lo que se encontraba sola en esos momentos.
-¿Yo?-Preguntó.
-Sí, la pelirroja.-Volvió a decir aquella vocecita.-Que sepas que la nota era para ti niña insolente. Y ahora que se lo has dicho a tu querido irlandés, sufrirás las consecuencias, a no ser....-La voz se quedó callada unos segundos.-Que hagas lo que te diga, sin rechistar.
Kesha tembló. ¿Qué iba a hacer ahora?
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Espero que os guste y comentéis!!! Sé que es cortito, pero necesitaba dejaron con la intriga xDD (Qué mala soy xD)
Besitos :)