Richard
contempló el reloj que reposaba en la pared de la cocina. Ya eran
más de las diez de la noche y Kesha no había llegado y ni siquiera
había avisado para quedarse a cenar en casa de los hermanos Linkin.
-Voy
a hacer una llamada.-Dijo dirigiéndose a Gin con una mirada de
elocuencia. Ella se dio rápidamente cuenta de que iba a llamar a su
primogénita y sonrió, asintiendo a la vez.
El
hombre salió de la cocina y se sentó algo inquieto en el sofá del
salón. Tecleó el número que se sabía de memoria y llamó. Una
vez. Dos. Tres. Cuatro. A la quinta colgó con molestia ante la
estúpida voz de aquella mujer que no era su hija y que solo servía
para descontentarlo. Decidió llamar directamente a la casa de los
Linkin y así lo hizo.
~~~~~~~~~~~
-¡Callarse,
está sonando el teléfono!-Pidió Brendon corriendo a cogerlo y en
cuanto llegó a él dio a la tecla verde y se lo colocó en la oreja.
Al menos las risas de sus amigos ya se habían extinguido y sólo
reinaba el silencio.-Hola Kesha.-Cuatro pares de miradas se
dirigieron hacia él sonriendo al ver la cara sonrojada del moreno.
-No
Brendon, no soy Kesha. Soy Richard.
El
joven abrió los ojos como platos, confundido y avergonzado.
-Eh...
esto... Lo siento Richard, pensé que era su hija.
A
George se le escapó una carcajada y Ben, que estaba a su lado, le
pegó en el hombro e hizo que se callara. Tras unos segundos Amy le
tapó la boca con la mano al ver que iba a volver a reírse.
-No.
Pensé que ya había llegado a casa. Salió hace tres cuartos de hora
o así, ya tendría que haber llegado.
-Vaya...
Pensaba que estaría allí. Aún no ha llegado a casa.
-No
se preocupe, la llamaré ahora mismo.-Respondió el chico algo
extrañado por la desaparición de su novia.
-Eso
ya lo he hecho, la he llamado cinco veces y siempre sale el
contestador.
-Maldita
sea...-Murmuró el joven, ya preocupado. Se acercó hacia sus amigos
con el teléfono y lo puso en manos libres.-Richard, Kesha puede
estar con algún amigo o amiga suya. Nosotros llamaremos a Yuriko,
creo que Amy tiene su número.-Brendon miró a su hermana y ésta
asintió rápidamente. ¿Qué estaba pasando?-Usted llame a... no
sé... ¿con quién cree que puede estar?
Richard
dudó un instante.
-Tal
vez con una chica llamada Abie... o tal vez con alguno de los chicos
de One Direction. Hoy nos los hemos encontrado después de mucho
tiempo.
-Está
bien. Si ninguno está con ella llame otra vez e iremos hacia su casa
para buscarla todos juntos.
-Bien.
Te llamo con lo que sea.
-Sí.
Adiós.
-Adiós.
El
moreno colgó y miró a los demás, que no le quitaban ojo.
-Kesha
no está en su casa y no coge el móvil.
Amy
abrió mucho los ojos, sorprendida.
-Voy
a llamar a Yuriko ahora mismo.-Cogió su móvil y buscó la agenda el
número de su nueva amiga tan simpática y habladora.
~~~~~~~~~~
Richard
entró en la cocina. Sentía que Kesha estaba en peligro, y sus
deducciones eran bastantes acertadas...
-¿Qué
pasa papá?-Preguntó Candy en cuanto lo vio sentarse y buscando algo
en su móvil.
El
hombre alzó la vista hacia el rostro de su hija. Luego sus ojos se
dirigieron hacia Susi. La pequeña parecía algo asustada. Sonrió y
contestó.
-Nada,
nada. Anda pequeña, ¿por qué no pones la mesa?
La
pequeña de ya seis años se bajó del banquito de un salto y anduvo
hacia la puerta. En cuanto estuvo a punto de salir se giró y dijo en
voz alta.
-Sólo
quieres echarme para que no me entere de lo que hablas con ellas. Gin
lleva aquí menos tiempo y ya le cuentas tus secretos. ¡No es justo!
-Susi
cariño...
-¡No!
No quiero saber nada. Sólo quiero que venga Kesha. Ella y Candy son
las única que me entienden desde que mamá no está.
La
pequeña se giró indignada y salió de la habitación. Richard
sintió una gran opresión el pecho. Primero perdía a su mujer, la
madre de sus hijas, luego a Kesha y ahora a su hija pequeña. La
había defraudado con tan sólo seis años que tenía.
¿Qué
estaría haciendo mal como padre? Se sintió mal consigo mismo, pero
entonces una mano se apoyó en su hombro.
-Papá.
¿Qué ha pasado?
¡Ah
sí! Aún le quedaba la rubia. A ella no le había fallado aún. ¿O
tal vez sí y ni siquiera se había dado cuenta?
-Kesha
ha desaparecido.-Contestó con un nudo en la garganta.
Candy
se llevó las manos a la boca y comenzó a llorar en silencio. Sabía
que ya habían sido dos muertes en casi un año y medio. No quería
que esa lista aumentara y menos aún que fuera su hermana la
siguiente.
Se
sentó al lado de su padre y se abrazó a él.
-Tenemos
que hacer algo.-Dijo entre sollozos.
-Llamaremos
a los chicos de One Direction y a Abie, tal vez esté con ellos.
La
joven asintió y Gin se les unió.
-Os
ayudaré para llamar y así disminuiremos antes la lista.
Los
otros dos aceptaron. Y justo cuando el hombre iba a buscar en su
agenda, alguien le llamó.
-¿Si?-Lo
cogió corriendo esperando que fuera Kesha, sin reparar en el locutor.
-Soy
Robin Thompson del departamento de policía nacional. ¿Es usted
Richard Stadler?
-Así
es.
-Hemos
encontrado a su hija.
Minutos
antes
Los
disparos resonando en toda la estancia. Abigal de repente se dio
cuenta de su error. ¡El silenciador!
-¡Maldita
sea mocosa! Todos me habrá oido. ¡Por tu culpa!-Gritó entrando en
cólera.
Pero
Kesha no la oía. Estaba semi insconciente en el suelo. La morena
decidió terminar lo que había empezado. Cogió a Kesha de su
camiseta y le estampó contra el gran palo de madera que tenía
detrás. De repente, la cabeza de la pelirroja comenzó a sangrar un
poco. Se había hecho una brecha. Abigal la soltó y le quitó tanto
la cuerda de las manos como la de los pies, dejándola tumbada en el
suelo. Salió de allí a toda velocidad y, cogiendo sólo las cosas
que necesitaba salió de aquel sótano y luego de la casa.
Se
dio bastante prisa en entrar en el coche. Vio cómo la pareja de
ancianos que vivían justo al lado suya salían de la casa para ver
si pasaba algo y la morena arrancó y se dio la fuga.
La
mujer mayor no dudó en llamar a la policía.
Y
en cuanto el coche patrulla llegó, un par de agentes entraron a
registrar la casa, mientras otro hacía algunas preguntas al
matrimonio.
Los
policías no tardaron en salir. Uno de ellos llevaba a Kesha y
rápidamente dijo con voz autoritaria:
-Llamad
a una ambulancia. Ha recibido una bala en el costado y otra en la
pierna. Además tiene una gran herida en la cabeza. Apenas le noto el
pulso.
~~~~~~~~~~~
Richard,
Gin y Candy iban de camino al hospital central. Habían dejado a Susi
en casa de Evelyn, quien se había quedado muy preocupada.
Candy
también había llamado a Brendon e irían los cinco amigo hacia
allí, junto con Yuriko.
No
tardaron en llegar. Richard, quien conducía, encontró un sitio
cerca de la puerta. Bajaron a toda prisa y al entrar lo primero que
hicieron fue ir a recepción a pedir la habitación. En cuanto
subieron vieron a un par de agentes de policía.
-¿Dónde
está mi hija?-Preguntó Richard hablando atropelladamente.
-Tranquilícese.-Pidió
el más bajito.-No puede verla ahora mismo. Tendrá que esperar a
recibir noticias. Según los testigos que escucharon el disparo, la
chica que vivía en esa casa se llamaba Abigal.
-Lo
sé. Mató hace un año a Bryan Harrison.
-Así
es...-Asintió el policía.
-Y
aún así ha escapado de la justicia.
-Haremos
lo que podamos para encontrarla.
-Eso
espero.-Respondió Richard con dureza.
-Hemos
encontrado una carpeta donde se encontraba una foto de su hija, junto
a otras nueve. También está la de Bryan Harrison, pero la verdad es
que su foto está tachada. Y la de Heather tiene una raya de la X,
pero no llega a formarse la letra. No sabemos qué puede significar.
-Ni
yo.-Negó el hombre.-Que yo sepa la chica está muerta, a mi hija le
llegó una foto de la morena con una bala en la cabeza.
Ambos
policías estaban al tanto porque habían puesto algunos agentes
alrededor de la casa de los Stadler. De poco había servido...
-Lo
sabemos. Puede que haya dos muertos y no queremos que la lista siga.
-Y
recen para que no sean tres.-Sus palabras no mostraban piedad y
compasión, sino más bien parecían una amenaza.
-Siguen
registrando la casa de Abigal, pero nosotros estaremos cerca por si
nos necesita.-El policía bajito le tendió la mano a Richard y éste
se la estrechó cordialmente. Luego se despidió del otro y se
dirigió a sentarse al lado de Candy. La rubia le cogió la mano y el
hombre le dedicó una sonrisa para que se tranquilizara. La chica
apoyó su cabeza en el hombro y suspiró.
Pronto
estuvieron los seis amigos.
-¿Aún
no saben nada?-Preguntó Marchel, como siempre al mando de la
situación.
-No,
nada. No nos dejan verla.-Respondió Richard.
Los
jóvenes se sentaron y esperaron impacientes a alguna noticia que les
siguiera dando esperanzas.
~~~~~~~~~~
Harry
llegó a su casa, la que compartía con los demás chicos, y entró
en la cocina. Allí estaban Lidia, Niall y Claudia.
-Hola.-Saludó
el joven cantante.
Los
tres alzaron la vista del cuaderno. Claudia le sonrió, Niall alzó
la mano y Lidia simplemente levantó un poco la barbilla en un gesto
de saludo.
-¿Y
Daisy?-Preguntó el rubio.
-No
nos dejan verla y Louis está bastante preocupado. Ella sólo está
de seis meses y lo más probable es que el feto no sobreviva. Aunque
esperamos que sí lo haga...
-Hay
que intentar ser positivos. Tenemos que convencernos de que
vivirá.-Respondió Claudia con voz alta y clara.
Harry
asintió distraídamente sin prestar demasiada atención a la chica.
-Y
vosotros, ¿qué hacéis?
-La
lista del baile de verano.-Contestó Lidia, mientras daba vueltas al
boli entre sus dedos.-¿Con quién irás?
-No
creo que vaya.-El cantante de cabello rizada hizo una mueca y se
encogió de hombros.-¿Con quién iréis vosotros?
-Con
un amigo de clase de informática, se llama Nico.-Dijo Lidia y luego
miró instintivamente a Niall.
-Yo
iré con Raquella.
-¿Raquella?-Harry
se quedó sorprendido.
-Sí,
vamos como pareja oficial de mejores amigos.-Dijo Niall con orgullo.
-Ya...-El
moreno alzó ambas cejas y sonrió encantadoramente.
-¿Por
qué no vas con Claudia?
En
ese momento todas las miradas se dirigieron hacia Lidia. La joven
parpadeó con inocencia.
-¿He
dicho algo malo?-Preguntó frunciendo el ceño.
-No...
Simplemente ya lo has oído. Lo más probable es que no
vaya.-Contestó Claudia con serenidad.
-En
cualquier caso no creo que fuera con ella.-Añadió Harry.-Si no con
Kesha.
Niall
se sorprendió por lo que acababa de decir y Claudia se sintió
triste. ¿Es que ya había otra chica en el corazón de Harry?
-¿Con
qué Kesha?-Preguntó el rubio.
-Kesha
Stadler.-Respondió Harry con lentitud.
-Estás
de coña, ¿verdad?
-No.-El
moreno negó con rotundidad.-Estoy totalmente en serio. Sería una
gran oportunidad para pasar el baile de verano todos los Adventures
Warriors.
-No
creo que eso fuera lo más conveniente. Kesha estaría como tu pareja
y...-Se quedó callado unos segundos.-Y nada. No puedo mandarte nada.
-Puedes
ir tú con ella si quieres...
-No.
Voy a ir con Raquella. Es mi mejor amiga y Kesha para mí es una
simple conocida.
-Que
fue tu novia.-Recordó el moreno.
Ambas
chicas se miraron ante lo último que acababan de oír, algo
asombradas.
Niall
se frotó los ojos, cansado.
-Igual
que Claris...-Murmuró con pesadumbra, recordando a las dos únicas
chicas con las que había estado totalmente en serio y con las que se
imaginaba un futuro que no
había
podido ocurrir.-Lo que quiero decir es que si vas con Kesha, todo
sería incómodo.
-¿Por
qué? ¿Es que acaso aún la quieres?
El
rubio se quedó callado, e inquieto, ¿a qué venían esas preguntas?
¿La seguía queriendo? Aquella mañana la había visto de nuevo
después de tanto tiempo. No se habían saludado como anteriormente
con abrazos y bromas (y mucho menos besos). Había sido todo muy
tenso, pero algo entre ambos seguía reaccionando de la misma manera
que cuando se conocieron. Aquella especie de timidez, aquella especie
de conexión con la mirada que decía más que las palabras.
-Ella
tiene novio.-Se limitó a contestar.
-Y
tú también tuviste novia.
Claris.
Niall se centró en aquella morena de ojazos azules tan divertida y
alegre. Claramente por ella sí sentía algo. Pero, ¿y por Kesha?
-Tal
vez...-Suspiró y murmuró para sí: "Nunca se deja de querer
del todo a alguien". Luego miró a su amigo y alzó una
ceja.-Pero entonces, ¿con quién irás?
Harry
hizo una mueca.
-Con
Alba del Águila. Apúntame con ella. Hace tiempo que no la veo, y
quiero mucho a esa chica.
Lidia
asintió y escribió al final de la lista ambos nombres.
-Chicos.-La
voz apenas salió de su garganta, así que carraspeó un poco y dijo
en voz más alta y clara.-Tengo que irme.-Se levantó de su silla y
cogió la bolsa de plástico en color marrón que llevaba
consigo.-Tomad, cenad vosotros, no me he dado cuenta de que había
quedado con mi padre.-Mintió.
-¡Hey!
Deberías quedarte Clau, siempre cenamos juntos.-Sonrió Niall y le
guiñó un ojo.
-No,
en serio, no tengo tiempo. Me voy ya. Adiós.-Se despidió de sus
amigos y salió rápidamente de allí.
Niall
miró el contenido de aquella bolsa, aunque bien sabía qué iba a
encontrar. Dos fiambreras. Una roja y una azul. Además de algunas
bebidas que tendrían que poner a enfríar, que dejó dentro de la
bolsa.
-Toma.
Deberías abrirlas.-Le dijo a Harry.
El
aludido se quedó sorprendido y miró a Lidia quien esbozó una media
sonrisa con un gesto de: "Hazlo". Acto seguido, los dos
amigos salieron de la cocina, dejándolo solo.
El
cantante frunció el ceño. No entendía nada, así que abrió
primeramente la fiambrera azul, encontrando varios tacos, una de sus comida
favoritas desde siempre.
Luego
la roja, donde había una tableta de chocolate y una nota en color
rosa: "¡Oh, querida tableta de chocolate, tengo el honor de
comerte y endulzarme con tu sabor! No te preocupes, estás en buenas
manos. Papá Hazza te cuidará."
Harry
no pudo evitar sonreír. Aquella frase la había dicho en cuanto
consiguió una tableta de chocolate en un concurso de una feria que
habían puesto cerca de Londres. Claro está que también había
conseguido más cosas que repartió entre sus amigos. Aunque aquella
tableta se la quedó y le dijo aquello antes de abrirla y repartirla
entre
todos.
Claudia le había dicho con una sonrisa: "Tendré en cuenta eso
que has dicho en
cuanto
te regale una". Y claramente lo había cumplido.
Miró
el interior de la bolsa y sacó un brik de zumo de manzana, el cual a ambos le encantaban. Y por supuesto, otra nota: "Todo para ti".
Además
una caja, pero no una cualquier, sino la misma cajita rosa pastel que
la chica llevaba el día que se conocieron. La abrió y Harry vio
otra pequeña nota. En ella ponía: "Stanley" con una letra
bastante adornada, de colores. Se quedó desconcertado pues no
entendía que quería decir. Le dio la vuelta y vio una dirección
además, de un: "Ve aquí". Harry frunció el ceño, pero
la curiosidad le pudo y salió en busca de aquella "cosa"
que fuera lo que Claudia quería regalarle.
~~~~~~~~~
Richard
se levantó de un salto. Sabía que había alguien más. Las notas...
esas estúpidas notas amenazantes sólo podía saberlo alguien que
estuviera cerca de ella en esos momentos, cuando Bryan estaba vivo,
cuando existían los Adventures Warriors...
-Candy,
ven, tengo que hablar contigo.-Le tendió la mano a su hija y la
rubia lo miró con incredulidad. Al principio dudó, pero al final se
dio por vencida y se levantó, ayudada de la mano de su padre.
Los
demás no le quitaron la vista hasta que cruzaron una esquina.
-¿Qué
pasa?-Preguntó, preocupada, mientras se mordía las uñas.
Richard
miró de un lado a otro.
-Disimula.
Sé que se te da bien mentir. Haz como si lloraras.
La
rubia frunció el ceño, pero se encogió de hombros. Era verdad, más
de una vez la mentira le había servido para ayudarla a salir de
apuros, además de que era una gran actriz. Se frotó los ojos unos
segundos para ponerlos rojos y se acercó a su padre, abrazándolo.
Sollozó un poco y Richard la abrazó con fuerza, mientras ambos
pasaban por los policías, que los miraban apenados. Salieron a la
brisa de la noche y caminaron hacia un banco cercano, bajo una
farola.
Se
sentaron muy juntos y la rubia no dejó de abrazarlo. Esta vez no
fingía. Tenía frío y necesitaba a alguien cercano.
-¿Qué
pasa?-Volvió a preguntar, esta vez en un susurro.
-No
sé si lo sabes, pero las notas amenzantes y las cartas en general
que recibía tu hermana son de alguien que ella conocía.
La
rubia ladeó la cabeza.
-No
creerás que son mías...-Murmuró con voz claramente enfadada.
-No,
por supuesto.-Negó el hombre alarmado. Ambos se pusieron rígidos de
momento y se quedaron mirándose un prolongado rato.-Me refiero a uno
de los Adventures Warriors.
Candy
suspiró y apoyó la espalda en el banco. Se cruzó de brazos y
recapacitó.
-Tal
vez.-Dijo con lentitud. Entonces recordó cuando vio a Harry, meses
atrás, en la discoteca. Por un momento deseó que fuera él. Pero
ese momento se desvaneció al momento. No era tan mala persona, en
realidad no quería que le pasara aquello. Al fin
y
al cabo era uno de los mejores amigos de su hermana y de una forma u
otra, también uno de sus amigos. Aunque él la hubiera envenanado y
hubiera estado tanto tiempo fatal, casi enferma.-Sí. Es lo más
probable.
-Quería
contar con tu opinión, porque quiero contárselo a los policías
para que llamen a los siete... o a los ocho. No sé si Heather al
final está muerta o no.
-Sí,
claro, por supuesto.
Ambos
se miraron y sonrieron. La misma sonrisa cómplice que tenían
Richard y Kesha. Que tenía Candy y Kesha. Esa misma sonrisa que
relajaba. Esa misma sonrisa familiar.
~~~~~~~~~~
Harry
llegó a su destino. La verja metálica se abrió con un chirrido y
caminó por las aquellas losas de mármol de color grisáceo. Al lado
de aquel caminito, había un césped verde y mullido con un gnomo de
jardín que destacaba por su gorro naranja.
El
cantante vaciló un momento y llamó.
Una
mujer, atabiada con un delantal de flores le abrió con una sonrisa.
-¡Por
fin llegas, Harry!-Lo agarró de los hombros y le dio dos besos en
las mejillas para desconcierto del joven.
-Eh...hola.
¿Usted es...?
-La
señora Thompson. La tía de Claudia, ella me ha hablado de ti,
incluso me enseñó una foto para que te reconociera. Anda pasa.
Ambos
entraron en la estancia y Harry seguió a la mujer hacia la cocina.
-¿Quieres
zumo de naranja? Está recién hecho. Siento no poder ofrecerte
ninguna bebida gaseosa, ni café ni nada, pero mi marido odia la
cafeína...
-No,
no gracias. Estoy bien. Verá, su sobrina me ha dejado esta dirección
junto con el nombre de "Stanley", ¿sabe lo que...?
-¡Ay,
casi se me olvida!-Lo interrumpió la mujer con alegría renovada
mirándolo.-Ven, sígueme.
Fueron
hacia un pequeño patio, en el que había bastantes macetas vistosas
y algunas flores de distintos colores.
La
señora Thompson se arrodilló y comenzó a silbar, mientras
chasqueaba los dedos. De repente un pequeño gatito apareció tras
una maceta bastante grande que lo ocultaba. La mujer lo cogió y se
lo ofreció a Harry.
-Es
precioso.-Se derritió, tomándolo y mirando sus preciosos y grandes
ojitos azul oscuro. Lo abrazó en su pecho y lo acarició con
ternura.-¿Es de Claudia?
-Es
tuyo.
El
joven se quedó sorprendido.
-¿Mío?
-Así
es. Claudia ha querido regalártelo porque sabe que te encantan y
llevas meses queriendo uno. Fue a una recogida de animales y le
enseñaron éste, diciéndole que acababa de llegar y que se podría
morir si alguien no le alimentaba y le cuidaba lo suficiente. Así
que se lo trajo y le ha tenido que dar leche de biberón. La
cuidadora lo llamó Stanley, de ahí el nombre, pero déjame decirte
que creo que es hembra. Me
encantan
los animales y sé que los gatos que tienen tres colores o más son
hembras. De todas maneras cuando pase el tiempo ya verás si tu
pequeño amiguito es amiguito o amiguita.
El
chico se quedó completamente sorprendido de todo lo que su amiga
acababa de hacer y sonrió. Había dejado que Claudia se fuera con el
tiempo, había estado dejando que su amistad desapareciera con el
paso de los días y ella siempre había estado ahí.
-Muchas
gracias.-Respondió.-Me encanta. Es un gato precioso.
La
mujer sonrió.
-Mi
sobrina es muy afortunada de tenerte como amigo. Siempre ha sido una
chica muy tímida, pero me habla de ti como nunca lo ha hecho con
nadie. Yo soy la que tiene que darte las gracias Harry.
El
cantante sonrió. Tenía las lágrimas a punto y estaba muy
emocionado. Recordó el día que vio a Claudia. Ese que también fue
uno de los maś tristes de su vida. Sin duda su amiga era alguien
especial.
En
ese momento su teléfono sonó.
-Perdone.-Dejó
el gato en las manos de la mujer y cogió su móvil. Se alejó un
poco y estuvo un par de minutos hablando por teléfono. En cuanto
colgó corrió hacia ella.-Tengo que irme. Ha surgido algo. ¿Le
importaría quedarse con Stanley un día más? Mañana vendré a
buscarlo sin lugar a dudas.
-Sí,
claro. ¿Ocurre algo?
-Sí,
pero no es nada malo.-Mintió con una sonrisa.-La veré mañana,
gracias por todo.
Se
alejó y llegó hacia la puerta principal. En cuanto cerró corrió
al coche y se montó. Camino al hospital.
~~~~~~~~~~
En
cuanto llegó, vió a Louis y Niall, junto un agente de policía. Aún
no le dejaban entrar.
-Hola
chicos.-Dijo Harry con voz acelerada.-¿Cómo está Daisy, Louis?
El
aludido se encogió de hombros.
-Aún
no tienen nada.-Se limitó a contestar.
-¿Y
Kesha?-Preguntó entonces, con pesadumbra.
Niall
agachó la cabeza y negó un par de veces. Unas lágrimas salieron de
sus ojos y enterró su cara entre su camiseta blanca. Louis se acercó
a él y lo abrazó con fuerza.
-Se
pondrá bien.-Le alentó, aún sabiendo que la probabilidad de que
aquello sucediera era algo improbable.
Pronto
vinieron Liam y Abie. Estaban juntos en cuanto los llamaron la
policía. La joven lloraba.
-Hola.-Saludó
Liam con voz triste. Era normal debido a las circunstancias.
Se
quedaron callados. En silencio. Y llegó Zayn. El último de los
chicos. Éste no dijo nada en cuanto llegó. Se limitó a sentarse al
lado de Louis y a mover la pierna insconcientemente. Estaba nervioso
y no se sentía bien. La cabeza le daba vueltas.
Esperaban
a Yuriko... o eso creían.
En
cuanto pasaron unos minutos, vieron una figura acercarse. Pero para
sus sorpresas no era la loca japonesa, sino ella. La morena, la
malhumorada...
-¡Heather!-Exclamó
Harry.-Pensábamos que estabas muerta.
Al
ver la cara de sorpresa de la cara de la chica, el policía
intervino.
-Fue
un montaje de Abigal. Es la opción más probable.
El
chico sonrió y la abrazó con fuerza, elevándola un poco por el
aire. Ella no pudo evitar sonreír.
-Harry
para, por favor.-Pidió en un susurro.
En
cuanto estuvo en el suelo él volvió a abrazarla, con fuerza.
-¡Qué
bien que estés a salvo!-Abie también la abrazó y así todos
formaron una especie de piña. Un abrazo colectivo. Era una especie
de momento agridulce. Dulce por saber que Heather no estaba muerta,
pero agrio porque sabían que Kesha tal vez no correría la misma
suerte.
En
cuanto terminaron, el policía los condujo hacia una especie de
salita. Era bastante pequeña, iluminada solamente con una lámpara.
Había ocho sillas y un banquito, además de una mesa. Todo blanco.
-Sentaos,
por favor.-Pidió el policía.-Y no os mováis.
Los
jóvenes se miraron entre sí, confundidos e hicieron lo que le
pedían. En cuanto el hombre se fue, Louis rompió el silencio.
-¿Por
qué nos traen aquí? Es decir... pensé que nos llevarían a ver a
Kesha.
-Yo
también lo pensaba.-Añadió Zayn.
-Ésto
es un tanto extraño.-Reconoció Abie mirando el lugar.-Parece como
una sala de interrogatorios.
-Seguro
que quieren saber algo sobre los Adventures Warriors y de nuestra
época como grupo o algo así.-Murmuró Heather cruzándose de
brazos.
Louis
dio media vuelta y la miró sonriente.
-Como
grupo de amigos, querrás decir. ¿O no vas a admitir que nosotros
fuimos tus mejores amigos?
La
morena también sonrió.
-Lo
admití en su momento. No repito dos veces.
-Qué
simpática Gray.-Soltó el joven con cierto sarcasmo. Miró sus manos
y no pudo evitar preguntar.-¿Y tu alianza?
Todos
se fijaron en ella. Más concretamente en su mano. No estaba su
anillo de compromiso en su dedo correspondiente. Heather hizo una
mueca y se encogió de hombros.
-Me
lo suelo quitar bastante. Ya sabéis que odio todo lo que tenga que
ver con complementos. A él no le importa.-Se quedó callada un breve
instante que no fue demasiado agradable.-Pero dejemos de hablar de
mí. ¿Y vosotros? ¿Cómo vais?
-Voy
a ser padre.-Comentó Louis con alegría, que pronto pasó a la
tristeza.-Si todo sale bien y el niño sextemesino sobrevive.
-Lo
siento.-Se limitó a murmurar la morena.
El
joven no dijo nada, y se acurrucó en su sitio.
-Nosotros
dos estamos juntos.-Contó Liam para alegrar un poco el ambiente
mientras daba la mano a Abie, después de un lento minuto.
Heather
sonrió con sorna.
-Ya
era era hora.
Apenas
pudieron hablar un poco más y Richard, junto con Candy y Yuriko,
entraron. Yuriko al ver a Heather se alegró y le saludó con una
sonrisa, y la morena se lo devolvió, mientras se sentaba en la silla
que quedaba libre. Padre e hija también se sorprendieron al ver a la
morena, pero se alegraron.
-Hola.-Saludó
el hombre con una pequeña sonrisa, mientras se sentaba en el banco.
La rubia, a su lado.-Me alegra mucho poder veros a todos de nuevo. Sé
que os preguntaréis el por qué estáis aquí encerrados y no
arriba, esperando noticias sobre Kesha.-Se quedó callado y buscó
las palabras adecuadas.-Pero es que ella ha estado recibiendo
noticias amenazantes durante un tiempo. Pensábamos que eran de
Abigal, pero son cosas que ella no sabría... -Se quedó callado,
buscando las palabras adecuadas.-...si alguien de vosotros no se las
hubiera dicho. Cosas íntimas, personales, sobre Bryan... Cosas que
sólo vosotros conocéis, cosas que pasaron en París, cosas que
pasaron en vuestras quedadas, cosas sobre ella en sí...
-Entonces,
creo que sólo puede ser una persona.-Contestó Zayn mirando a la
japonesa, mientras se cruzaba de brazos.
Todos
miraron incriminatoriamente a la chica. Unos con miradas más
amenazantes, otros un poco más disimulados, pero todos la miraron al
fin y al cabo.
-No...-Su
voz apena se oyó, así que tosió y volvió a repetir.-No. No haría
eso a Kesha. Como bien insinúas, Zayn, yo era su mejor amiga, y como
tal no haría esas cosas. La quería como una hermana, éramos
inseparables. Nunca le haría algo así.
-Eres
la que más sabía sobre ella, Yuriko.-Admitió Liam con
tranquilidad.
La
japonesa negó varias veces y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Zayn
tiene razón, tú eres la que más la conocía.-La voz de Abie era
clara, pero dulce, como siempre.-Si eras cosas tan personales sólo
tú y Bryan...
-¡No!-Exclamó
la morena comenzando a llorar.-No sé cómo podéis pensar eso de mí
después del tiempo que estuvimos juntos. Eso sólo me hace ver que
Kesha era la única que de verdad me quería, la única que nunca
hubiera dudado de mi palabra. Al igual que Bryan. Si hubiéramos
seguido los tres sin vosotros, nada de ésto habría ocurrido y Bryan
seguiría vivo.
Se
levantó con ímpetu, tirando la silla blanca al suelo y produciendo
un estrépito. Corrió hacia la puerta y salió dando un gran
portazo. Yuriko se apoyó en la pared y se dejó caer al suelo,
sollozando y llorando, abrazándose a sí misma para darse consuelo.
En
la habitación reinó el silencio. Nadie se atrevía a hablar en ese
momento.
-Creo
que se está equivocando.-Heather rompió aquella palpable tensión
tras un minuto intenso.-No creo que ninguno de nosotros sea capaz de
mandar esos mensajes.
-Y
lo dices cuando habéis incriminado a la única persona que es
inocente en el grupo. A la mejor amiga de Kesha.-Contestó Candy con
voz fría.-No sólo tenéis la desfachatez de culparla sino que
encima venís con el cuento de que ninguno de
vosotros
ha mandado los dichosos mensajes. Érais un grupo de diez. Quitando a
Yuriko, su mejor amiga, y a Bryan ¿me vais a hacer creer que los
siete que estáis aquí os llevábais perfectamente con mi hermana,
como uña y carne?-Se quedó callada unos segundos, y en cuanto Harry
iba a hablar, ella contestó su propia pregunta.-Pues no os creo.
-Creo
que en eso te equivocas.-La voz de Niall, rota y llorosa, apareció
desde el fondo de la habitación.-Creo que la única persona con las
que nos llevábamos todos bien era con Kesha. Ella fue la que nos
unió a todos. Estaba con Yuriko y se acercó a nosotros. A Harry,
Louis, Zayn, Liam y a mí. Y luego vino Bryan. Más tarde Abie y
Heather. Creo que tienes razón en cuanto que hemos culpado a la
única inocente del grupo. Yuriko siempre ha estado con Kesha y
muchísimo antes que nosotros. Pero también tienes que tener en
cuenta que estamos revolviendo el pasado. Estás diciéndonos que
debemos desenmascarar a un traidor dentro del grupo algo que es
improbable que haya. No puede ser cierto. Esos momentos con el grupo
han sido de los más felices de mi vida y no quiero estropearlo con
acusaciones falsas hacia alguno de nosotros porque no creo que
ninguno sea culpable...
-Estáis
negando lo evidente.-Contestó Richard.
-Creo
que os estáis obsesionando. Estoy con Niall y creo que ninguno de
nosotros es culpable. Eso no puede ser verdad.-Abie se levantó de su
silla.-Y ahora, si me disculpan, voy a subir a esperar noticias de
Kesha.
-¡No!-Gritó
Candy.-No entendéis la gravedad del asunto. Kesha está en coma, tal
vez nunca más vuelva a despertar. Si tan amigos érais ¿por qué no
hacéis justicia? ¿Por qué no nos ayudáis a encontrar al que manda
los mensajes?
-Chicos.-Louis
se levantó e impuso calma en la sala.-Creo que tenemos que aceptar
que uno de nosotros es culpable. Abigal nos ha seguido, pero no puede
saber secretos sobre nosotros a no ser que alguien se los haya
contado. Sé que puede sonar asombroso, pero recordad cuando Heather
estuvo envenenada. No supimos quién fue. Tal vez sea la misma
persona y sea alguien que está intentando jugar a dos bandas. Creo
que lo mejor es que le demos la razón a Candy y a Richard y hagamos
algo para ayudar a descubrir al culpable. Sé que en esta sala no va
a salir quién ha sido, pero sí hay un método infalible. El del
polígrafo.
-No
es un método que sea cien por cien efectivo, pero es una buena
idea.-Afirmó Richard. Miró a Candy y esta asintió.
-¿Y
si nos negamos?-Preguntó Zayn.
-Tendrás
una visita gratis al calabozo. ¿Qué te parece?-Ironizó Candy sin
un ápice de alegría.
Avisaron
a los agentes quienes estuvieron de acuerdo. Tenían un polígrafo en
una comisaría cercana. Candy se quedó en el hospital y fue Richard
quien acompañó a los ocho jóvenes. Yuriko también iba, pero
estaba bastante distante y dolida por las palabras dichas por sus
antiguos amigos.
En
cuanto llegaron, los llevaron a una sala, el padre de Kesha se quedó
fuera junto un policía, y otros dos agentes prepararon el polígrafo.
Estarían listos en diez minutos.
-El
polígrafo que tenemos es bastante antiguo.-Explicó el policía a
Richard.-Hacemos todos los años alguna prueba y lleva bastante
tiempo dando resultados no
concluyentes
en la mayoría de veces. Así que si eso pasa, tendremos que dar a
esa persona como sospechosa hasta que se demuestre lo contrario.
-Lo
entiendo...
~~~~~~~~
-¿Y
si es verdad?-Susurró Abie mirando a Liam.-¿Y si uno de nosotros
está con mi hermana?-Se estremeció ante la última palabra y tragó
saliva.
-Esperemos
que no.-El chico le acarició la espalda y le dio un abrazo.
Los
demás estaban todos callados, tal vez algunos nerviosos incluso,
pero no lo hicieron notar. No compartieron sus inquietudes para los
demás.
Tras
unos minutos, la primera, Abie, salió de la habitación regresando
poco después. Se repetió el proceso hasta que terminó con Zayn, ya
que su nombre empezaba con la última letra del abecedario.
-Seguid
esperando aquí.-Pidió un policía antes de cerrar la puerta.
-Está
bien.-Asintió Harry reflexionando para sí mismo y al mismo tiempo
hablando hacia los demás.-Todo estará bien.
~~~~~~~~~
-¿Y
bien?-Preguntó Richard cuando se acercó el policía. Se levantó de
su silla y su voz sonó angustiada.
-Hay
cinco pruebas no concluyentes.
-¿Cinco?
Son sólo ocho personas... Es más de la mitad.
-Le
dije que el polígrafo era muy dificil que fuera seguro. Es muy
antiguo y tiene muchos problemas. Tal vez sea verdad que los cinco
mientan en algo, pero no sabemos cuál de ellos es el que manda los
mensajes.
-Por
lo menos hemos bajado la lista.
-Sí,
debe mirarlo de una manera positiva.
-¿Quiénes
son los que quedan libre de toda sospecha?
El
policía revisó los papeles de nuevo.
-¿Qué
tal si lo decimos dentro de la sala de interrogatorios? Así también
se enteran los jóvenes.
Richard
asintió y ambos entraron en la estancia. Se quedaron en pie,
mientras los ocho estaban sentados.
-Ha
habido un pequeño percance. Tenemos cinco sospechosos puesto que las
pruebas de éstos no han sido concluyentes. Podríamos someterlos de
nuevo en el polígrafo, pero creo que es una pérdida de tiempo. Los
únicos que se libran son tres. Yuriko Song, Louis Tomlinson y Liam
Payne. Los demás, es decir, Heather Gray, Abie Hayes, Niall Horan,
Harry Styles y Zayn Malik... aún siguen siendo sopechosos hasta que
se demuestre lo contrario.
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¡Por fin estoy aquí! Wiiii! *Musiquita random*
Me alegro de haber subido en serio, me quedaba un poco en el capítulo y lo escribí ayer, pero no pude subirlo, así que aquí está, hoy ya subidito ^^
Sólo os diré que se avecinan capítulos duros para nuestros protagonistas. Y sí, confirmo ya que uno de esos cinco es el traidor o la traidora, el que ha estado ayudando en todo este tiempo a Abigal por la influencia de ésta. Ya sabéis que Abigal es muy persuasiva. Y ahora pregunto: ¿Quién creéis que es? y también si creéis que Kesha despertará o no y qué pasará con ella... Dejadlo en un comentario los leeré encantada, ya sabéis que los adoro ^^
Por cierto, voy a responder comentarios de la entrada anterior, por si lo queréis saber ;)
No me enrollo más, espero que hayáis disfrutado del capítulo, muchísimas gracias por leer y comentar.
Besitoos :)