Esta entrada es para avisaros de que ya está subido el capítulo 64, pero parece ser que no ha salido en blogger :ss.
Besitos :)
Capítulo 64: El última día
El
esperadísimo último día llegó. Kesha entró en el insti con una
gran alegría y se acercó a un banquito del recreo, donde se
encontraba su amiga, cruzada de piernas y pensativa.
-Hey
rubita.-Saludó sentándose a su lado.
-Estoy
temblando...-Murmuró la rubia.-Creo que voy a suspender todas.
-Venga
no seas negativa, vas a aprobarlas ya verás.
-Ojalá...
-De
todas maneras las dos suspenderemos historia, así que bueno, no eres
la única a la que le va a quedar algo.
-No
te va a quedar, hablé con el director.
-¿Cómo?
-Sí...-La
rubia ladeó la cabeza y sonrió.-Le pedí que te pusiera la nota que
te correspondiera a cambio de que hiciera un trabajo voluntario y un
examen de los Reyes Católicos.
-No
tendrías que haberlo hecho Amy...
-La
verdad es que no es sólo un acto de compañerismo, si apruebo ese
examen, apruebo la asignatura.
-¡Seguro
que apruebas!-Exclamó la pelirroja.-Y, muchas gracias en serio.
Ambas
amigas se abrazaron con fuerza y alegría, cuando el timbre del
recreo sonó, era la hora de las notas.
-Tenemos
suerte de no tener exámenes por la mañana.-Se alegró la rubia
camino a las clases.
-Lo
sé, estoy feliz.-Corroboró su amiga.-Además...
-¡Ey
Kesha!
La
chica se dio la vuelta y al ver a Brendon, hizo una señal a su amiga
con la mano, para que siguiera adelante sin ella.
-¿Qué
pasa?-Preguntó la joven.
-Quería
preguntarte si..-Respiró profundo y carraspeó.-Te gustaría
ayudarme en un trabajo de Historia del tercer trimestre.
-¡Pues
claro! Cuenta conmigo.
-¿En
serio?-Preguntó, incrédulo.
-Sí,
será divertido.
-Oh,
bien bien...-Se mordió el labio inferior, nervioso y
sonrió.-Gracias.
-Llámame
en Navidad para que lo hagamos.
-Pero...
no tengo tu número.-Al decir ésto, sus mejillas se colorearon de un
rojo intenso.
-Pero
tu hermana sí.-Respondió la chica guiñando el ojo.-Nos vemos
luego, tengo que
irme.
Se
despidió con la mano y siguió hacia su clase. Entró y corrió
hacia su mesa, sentándose al lado de Amy.
-¡Qué
nervios!-Exclamó.
-¿Qué
quería mi hermano?
-Que
le ayudara a un trabajo de Historia.
-Ah,
es verdad. En verdad iba a pedírtelo Ben antes de que te fueras del
ensayo, pero como no quiso, pues Brendon dijo que sí quería tu
ayuda.
-Oh,
vaya...
-Sí,
dilo, preferías mil veces más a Ben porque mi hermano es un rarito
y Ben es guapo y está mucho más bueno.
La
pelirroja frunció el ceño.
-Tu
hermano no es rarito, a mi me cae muy bien. Además no tiene nada que
envidiar a Ben, también es muy guapo, seguro que en realidad tiene
muchas pretendientas.
-¿Te
incluyes Stadler?-Preguntó la rubia en tono pícaro.
-¡No!-Exclamó
Kesha.-Simplemente lo apoyo, es un gran chico y creo que todos los
que lo menosprecian en realidad le tienen gran envidia.
-Tienes
razón, tengo envidia de su inteligencia.-Sonrió la rubia.-Pero no
de su belleza, eso te lo puedo asegurar.
-Qué
creida...-Kesha puso los ojos en blanco.
-En
realidad mi hermano sí que tuvo una novia y salió con ella seis
meses. Estaba muy enamorado.
-¿Y
por qué lo dejaron?
-Ella
le estaba engañando con otro, que resultó ser el mejor amigo de mi
hermano y su compañero del club de mates. Por eso dejó el club,
aunque fuera el mejor, y ese mismo año conoció a Marchel, Ben y
George, los que siguen siendo sus mejores amigos.
-Vaya...
-Sí...
Y de ahí viene la estricta regla de no salir con nadie, en nuestro
club.
-Ya
entiendo...Pero Amy, ¿a ti te gusta alguno de ellos?
La
respuesta no llegó, pues el profesor entró en la clase y se hizo el
silencio. Abrió su maletín y sacó las tan esperadas notas.
Tras
unos minutos las repartió a todos los alumnos, y cuando todos la
tuvieron, dijo con voz alta y clara.
-Ya
pueden abrir los sobres y ver sus calificaciones.
Kesha
y Amy se miraron y, al unísono, abrieron aquellos sobrecitos y
sacaron el certificado de las notas.
-¡Un
cinco en historia!-Exclamó Amy.-¡Sólo me ha quedado mates, sólo
me ha quedado mates! Esa la recupero como que me llamo Amy Linkin.
Kesha
sonrió y abrazó las notas con ilusión.
-¿Qué
tal?-Preguntó Amy.
-Genial.
Todas aprobadas con más de un seis. Un diez en biología, en
Educación Física y en matemáticas.
-Regálame
algún punto abusona.-Se quejó la rubia en broma.
Tras
una hora de explicaciones sobre la actuación que habría a las ocho
de la noche, y la vuelta a clases tras la Navidad, los alunmnos
recogieron las cosas y comenzaron a salir.
-Espérame
fuera, ahora salgo.-Dijo Kesha a Amy.
-Vale,
estaré en el patio.
Kesha
asintió y se acercó hacia Yuriko, quien hablaba con su amiga sobre
las notas.
-Emm,
Yuri..Yuriko.
La
japonesa se dio la vuelta.
-Ahora
nos vemos.-Contestó a su amiga, mientras ésta se iba, dejando a las
dos chicas sólas en la clase.
-Sólo
quería darte una feliz Navidad. Espero que lo pases muy bien.
-Gracias
Kesha, e igualmente.
La
pelirroja levantó la mano y se echó a un lado el flequillo. Yuriko
abrió mucho los ojos y le cogió el brazo.
-¿Aún
sigues llevándola?-Preguntó, refiriéndose a la pulsera japonesa
que ella misma le había regalado.
-La
costumbre.-Respondió la joven, nerviosa.
Yuriko
sonrió, no sabía qué decir. Era un silencio algo incómodo que
nunca antes les había ocurrido, aunque bueno, las cosas ya no era
como antes.
-¿Qué
tal las notas?-Preguntó la morena con un tono amistoso, para relajar
el ambiente.
-Muy
buenas.
-Ya
lo suponía.
Kesha
soltó una risita.
-¿Y
las tuyas?
-Siempre
se pueden mejorar, he suspendido una.
-¿Química?
-Química.-Asintió,
suspirando.
-Seguro
que en el siguiente trimestre la apruebas.
-Eso
espero, porque ya me están agobiando. Lo peor es que en el último
exámen iba a repasar todo el contenido con una amiga para que me
explicara las cosas que no entendía, pero en el último minuto me
llamó para decirme que no me iba a dar clases gratis y que tendría
que pagar.
-¿En
serio te dijo eso?
-Sí...Y
le dije que ni siquiera se lo pensara, si quisiera un profesor
particular ya me lo habrían pagado mis padres, y seguro que uno
mucho más bueno que ella.
-Pues
sí.
-Oye,
¿y qué te parecería darme clases?
-¿Yo?
-Sí,
los fines de semana antes de la semana del examen, quedamos y me
explicas todo el contenido.
-Bueno,
Química no es mi especialidad.
Yuriko
ladeó la cabeza.
-Todo
es tu especialidad. Eres muy lista.
La
joven negó con la cabeza.
-No
exageres.
-Es
la verdad. Pero en serio, necesito a alguien y ¿por qué no tú?
Llevamos mucho tiempo separadas y tal vez éste sea el momento de
volver a unirnos. Sé que nada será como antes, que ya no estás con
Niall, que ya no están ni Zayn, ni Louis, ni Harry, ni Liam, que ya
no hay Adventures Warriors, que a Heather tal vez no la volvamos a
ver, que Abie habrá cambiado y que Bryan nunca volverá.-Sus ojos
estaban brillantes y se le hizo un nudo en la garganta.-Pero tú y yo
hemos estado todos los días bajo el techo del mismo instituto y
hemos dejado que todos esos cambios afecten a nuestra amistad y en
vez de unirnos, nos alejamos.
-Eso
quiere decir muchas cosas...-Murmuró la pelirroja.
-Sí.
Quiere decir que no éramos las mejores amigas de verdad, porque no
nos apoyamos mutuamente para consolarnos, sinos que nos alejamos.
-¿Y
entonces? ¿Por qué tenemos que unirnos ahora? Nos defraudamos, nos
fallamos, tú misma lo has dicho, nada será como antes.
-O
tal vez no nos alejamos porque no éramos amigas, sino porque nos
queríamos tanto que no queríamos que la otra sufriera con nuestros
problemas, y por eso, es hora de que descubramos el por qué nos
distanciamos. El verdadero por qué.
-No
sé...
-Por
favor, Kesha yo quiero recuperarte. No he vuelto a tener esa amistad
que tuve contigo con ninguna otra chica. Éramos las mejores amigas
inseparables, y te hecho de menos.
-Yo
también te hecho de menos, pero Amy fue la única que me apoyó en
esos días.
-A
mí nadie me apoyó.-Negó la morena cuando unas lágrimas salieron
de sus ojos.-A mí me afectó la muerte de Bryan tanto como a ti,
porque yo le quería cómo tú querías a Niall. Cuando salísteis en
cuarto de la ESO, lo pasé francamente mal, pero lo ocultaba porque
os quería, porque eráis mis mejores amigos. Y ¿sabes? Lo
destruíste. Seguía enamorado de ti cuando saliste con Niall, porque
se fue al extranjero para olvidarte, pero no lo consiguió. Y cuando
estuvo aquí y se enteró de lo tuyo con Niall lloró, vino a hablar
conmigo a decirme que seguía enamorado de ti. Y fui yo quién lo vio
morir en directo. Fui yo la última persona que lo vio con vida.
Kesha
comenzó a llorar, sintiéndose culpable consigo misma.
-Sólo
me arrepiento de que cuando estuviste con Niall no le hubiera dicho
todo lo que sentía por él, pero no creo que hubiese funcionado,
porque ese chico te amaba más que cualquiera en el mundo. Porque te
quería tanto que pensaste que era como un mejor amigo, pero no era
así. Él te quería de verdad, podría decirse que incluso como
Niall. Y tú fuiste la culpable de ese estúpido sentimiento de
tristeza que le invadía.
La
pelirroja se tapó la cara para ocultar sus sollozos. La misma
sensación que aquellos días vino a su cuerpo, pero ahora una mezcla
de odio a sí misma se unió a aquellos sentimientos.
-¿Y
sabes? Pensé que después de eso nos apoyaríamos.-La japonesa se
relajó y respiró profundamente.-Pero no lo hicimos por lo mismo que
yo no dije nada a Bryan, para que no nos doliera.-El llanto volvió a
la joven.-Porque Kesha, eres lo único que me queda, por favor, te
quiero demasiado, por favor...
Pero
la pelirroja no le hizo caso. Le había vuelto al dolor, se sentía
aún peor que aquellos días. Dio la vuelta y salió de clase dejando
a la japonesa sollozando sola en la clase, mientras se hundía en
silencio. Ella, por su parte, corrió por los pasillos y se metió en
el cuarto de baño de las chicas. Cerró la puerta con fuerza y
comenzó a llorar, apoyándose en el lavabo y mirándose al espejo el
rostro lleno de lágrimas. Abrió el grifo y metió las manos dejando
que el agua fría corriese por ellas. Comenzó a respirar
profundamente intentando calmarse. Se echó un poco de agua en la
cara y se secó un poco con las manos y la chaqueta. Respiró un par
de veces, y salió de allí. Con su maleta sobre un hombro, caminó
hacia el patio. Sus amigos se encontraban hablando sentados en un
banquito.
Se
acercó a ellos y los saludó con las manos.
-Ya
estamos todos, ¿qué tal si vamos a la sala de música y
hablamos?-Dijo Marchel.
-Me
parece bien.-Asintió Amy.
Kesha
se encogió de hombro a modo de convicción y los seis caminaron
hacia la sala de música, donde sería la actuación aquella noche.
Se
sentaron en las sillas y en el escenario y se miraron los unos a los
otros.
-Bueno,
que empiece la última componente.-Marchel miró a Kesha y alzó
ambas cejas a la vez.
-Bueno..
En historia un nueve y en biología un diez.-Respondió con alegría.
-Vaya,
tenemos a una empollona más en el club.-Rió George.
-¿Y
tú George?-Preguntó la pelirroja.
-Un
diez en dibujo técnico.
-Yo
un diez en mates.-Afirmó Brendon.
-¡Cómo
no!-Amy rodó los ojos.-Yo un nueve en español y un siete en
francés.
-Deberías
mejorar la segunda nota.-Le advirtió Marchel.
-Hago
lo que puedo.-Rebatió la chica.
-Pues
como saques menos de un siete en esa asignatura, te largas, así que
aplícate el cuento rubita.-Le contestó Marchel.
La
joven resopló y se quedó callada, no quería seguir discutiendo.
-Yo
un diez en informática.-Sonrió Ben.-Lo sé, soy el mejor.
Kesha,
a su lado, soltó una carcajada ante el ego del chico.
-Pues
yo un diez en Educación Física, también.-Respondió
Marchel.-Estupendo, todos hemos pasado la primera prueba.
-¿La
primera?-Preguntó Kesha.
-Sí,
aún queda una más.
-¿Y
cuándo?-Volvió a preguntar la pelirroja.
-Eres
demasiado curiosa Stadler.
-Estoy
en mi derecho.-Sonrió la chica.
-Lo
sabrás en su momento.
Kesha
miró a los demás y, al ver que ninguno decía nada, se encogió de
hombros.
-Venga,
vamos a ensayar.
~~~~~~~~~~~~~~~
Las
clases ya habían acabado. Aida, apoyada en la puerta del baño de
las chicas, esperaba a Claris, pues iban a comer junto con Perrie y
Jade y los cinco componentes de One Direction como primera comida de
Navidad. Y es que, aunque en ese momento no se hablaran, llevaban
tanto tiempo preparando aquello, que ninguna de las dos se atrevió a
aplazar el plan.
La
morena apareció pronto, pero no iba sóla, William la acompañaba y
ambos hablaban animadamente.
-Hola
Aida.-Saludó el chico en cuanto estuvo frente a la chica.
-Hola.-Respondió
secamente, se fijó en su amiga y preguntó con prisa.-¿Nos vamos?
-Sí,
claro. Pero antes tengo que recoger unos papeles del despacho del
director. Espérame aquí.
-Si
quieres te acompaño.-Se apresuró a contestar la rubia.
-No
no, no hace falta.-Respondió Claris, aligerando el paso.
Aida
resopló y se volvió a apoyar en la puerta, haciendo caso omiso al
chico.
-¿Qué
te pasa?-Preguntó él.
-¿Qué
hacías hablando con Claris?
-¿Estas
celosa?-Una sonrisa triunfal se asomó por sus labios.
-No,
no lo estoy.
El
joven se acercó a su oído y susurró en voz encantadora.
-Me
encanta cuando te pones celosa.
Aida
le pegó en el hombro con fuerza y frunció el ceño. Le sacaba de
sus casillas, sí, pero era imposible enfadarse. Intentó ponerse lo
más seria posible y se encogió de hombros para dar credibilidad a
su enfado.
-Venga,
no te enfades anda.
Ella
giró la cabeza para no verle y alzó la barbilla. Él también se
desplazó para mirarla a los ojos, pero cada vez que lo lograba, ella
volvía a girar la cabeza.
-¡Ya
está!-Se quejó tapándose la cara con las manos.-No me mires.
William
le cogió ambas manos para destaparle la cara y la miró. Entonces
ella soltó una risita.
-Idiota.
-Tonta.
-Estúpido.
-Creída.
-Egocéntrico.
Él
se acercó un poco más y susurró con voz sensual.
-Fea.
Sus
rostros estaban tan cerca, que incluso podían oír la respiración
agitada de la otra persona. Ella ladeó la cabeza, se acercó y
susurró en su oído:
-No
más que tú.-Se zafó de sus manos y se liberó de aquella especia
de "trampa".
No
dio tiempo de más, porque Claris, ya llegaba corriendo.
-Siento
el retraso.-Se disculpó.-¿Vamos?
-Sí.
Adiós William.
-Adiós.-Se
despidió el joven con la mano de ambas chicas.
~~~~~~~~~~~~~
Dos
horas después, los chicos se encontraban en el cine eligiendo una
película para ver. Aunque entre algunos había algún que otro
choque o discusión, seguían habiendo un buen ambiente de grupo al
fin y al cabo.
-Nueve
entradas para Frozen, por favor.-Pidió Louis al fin, a la chica que
se encontraba en la taquilla.
La
joven sonrió y les colocó en los mejores sitios, pues había
conocido al chico al instante. Le cobró las entradas y se las dio.
-Gracias.-Respondió
el joven, sonriente.-Bien chicos, ya tenemos las entradas. Las voy a
repartir al azar, así que no quejarse, por favor.
Todos
asintieron y lo aceptaron y cada uno cogió una entrada y las
guardaron, ya verían con quién les habría tocado cuando se
sentaran en el cine.
Fueron
a por las palomitas y los refrescos.
Claris
y Niall llegaron los primeros.
-¿Qué
tal si pedimos un menú pareja?-Preguntó el rubio.
-No
sabemos si nos ha tocado juntos...-Respondió ella con una sonrisa.
-Pues
vamos a comprobarlo.
Ambos
sacaron la entrada a la vez, se miraron y asintieron al unísono.
-Asiento
12.-Leyó el joven, al mirar su entrada.
-Asiento
15.-La chica hizo una mueca.-No estamos al lado.
-Qué
pena.. A saber con quién te ha tocado.
Ella
se encogió de hombros.
-Sea
con quien sea me gustará.
-No
más que yo.-Respondió, dándole un beso a la joven. Aunque el día
anterior habían acordado no verse durante un tiempo, ese día habían
roto la promesa y se estaban viendo por la comida de Navidad, pero
tal vez, ese sí que fuese el último día que estarían juntos, y no
debían desaprovecharlo.
Perrie,
Jade y Aida, justo detrás de la pareja, hablaban sobre con quién
les habría tocado. Tenían curiosidad, pero no querían mirarlo para
que aquello fuera más emocionante.
-Bueno
rubia, cuéntanos sobre tu ligue. Ese tal William.-Jade le dio un par
de toquecitos en la costilla con el codo, en modo amistoso.
-No
hay nada.-Respondió ella, sintiéndose azorada, mientras soltaba una
sonrisita. Se acordó lo que había pasado hacía unas horas y se
puso aún más colorada.
-Estás
roja como un tomate, no nos mientas.-Se fijó Perrie.
-Bueno,
en realidad...-Se calló y sonrió.
-¿Estás
con él?-Preguntó Jade, llevándose la mano a la boca, con gesto
sorprendido.
-¡No!-Negó
la rubia.-Pero no sé, es muy majo.
Claris,
en ese instante se dio la vuelta con las palomitas y su refresco en
mano y dijo:
-Pues
que sepas que me ha dicho que eres muy simpática y que le encantas.
-¿De
verdad?-Preguntó la rubia, asombrada.
-Sí.-Sonrió.
-Ese
quiere algo seguro.-Respondió Perrie soltando una risita. Se dio la
vuelta y se
dirigió
a Harry.-Que sepas que tu prima ya tiene novio.
Al
ver la cara de asombro y duda del chico, las cuatro chicas rieron y
se dirigieron a pedir sus palomitas, mientras que Claris fue hacia el
banco con Niall.
Zayn,
al lado de su amigo, sonrió, y es que tal vez los sentimientos que
Aida sentía hacia él, desaparecerían si saliera con William. Y
entre ellos las cosas podrían mejorar.
Cuando
todos tuvieron sus respectivos refrescos y palomitas, se dirigieron a
la sala correspondiente, donde aún estaban las luces encendidas.
-Bueno,
sepamos con quién nos ha tocado.-Dijo Zayn, intrigado. Cada uno sacó
su entrada y fue sentándose acorde a lo que pusiera en ella.
Al
final, acabaron, de fuera a adentro: Jade, Niall, Liam, Perrie,
Claris, Louis, Aida, Harry y Zayn.
Se
miraron los unos a los otros y sonrieron. Jade miró a Niall.
-Rubito,
me ha tocado a tu lado.
-Sí,
he tenido suerte, menos mal que no me ha tocado al lado de Harry, que
es un incordio, en serio.
-¡Te
he oído!-Exclamó el de cabellera rizada.
La
chica soltó una carcajada y él la siguió.
-Oye.-Niall
se puso en serio en seguida, se acercó un poco más a ella y sus
brazos se rozaron.-¿Has pensado ya en hablar con Louis?
-No...-Negó
la joven agachando la cabeza para coger una palomita.-Y no creo que
vaya a hacerlo.
-¿Por
qué?
-Él
tiene su vida y yo la mía. Lo que debería hacer es olvidarme de él
y listo.
-No
es tan fácil.
-Lo
sé.-La joven se giró hacia él, resoplando. Sus preciosos ojos
marrones se habían vuelto cristalinos.
-Él
te quiere mucho.
-No
tanto como para dejar a su novia y a su futuro hijo por mí. Y lo
comprendo.-Apoyó su rostro en el hombro del chico para que los demás
no vieran que estaba llorando. El joven pasó su brazo por su espalda
y la abrazó contra él para animarla.
Se
acercó a su rostro y le dio un beso en la mejilla para consolarla.
Claris
y Louis apartaron rápidamente los ojos de aquella escena. La chica
se metió un par de palomitas en la boca y suspiró. No tenía
celos, pero le resultaba extraño todo aquello. Aunque ante todo
sabía que él y su amiga nunca podrían estar juntos por el simple
hecho de que no le harían algo así. Sonrió e intentó quitarse la
imagen de la cabeza. Miró a su lado y vio a Louis, algo cabizbajo.
Entonces recordó lo que sentía por Jade.
-No
tienes que darle importancia.-Dijo Claris.
Él
la miró y una sonrisa triste salió de sus labios.
-Se
llevan muy bien.
-Son
amigos, así que es normal.
-Amigos
que en los recreos pasan mucho tiempo juntos.
-Les
gusta hablar juntos, ¿qué hay de malo en ello?
-El
día del partido reían demasiado, se divertían e incluso parecía
haber química entre ambos.
Claris
tragó saliva y de repente se puso seria, pero rápidamente puso una
media sonrisa y se encogió de hombros.
-Tienes
celos, eso es todo.
-Entre
ellos hay algo, lo sé.
La
chica apartó la mirada de su amigo y volvió a fijarse en Niall y
Jade. Justo los había pillado mirándose, sin hacer nada más que
contemplar el rostro del otro y sonreír. Respiró entrecortadamente
y volvió a apartar la vista.
En
ese momento Niall susurró a Jade:
-No,
no se te ha corrido el rímel, tranquila.-Y soltó una risita suave.
-Menos
mal. Por una vez que me pongo un poco de maquillaje, voy y lloro.
¡Qué tonta!-La joven se apoyó de nuevo en su sillón y suspiró.
Niall hizo lo mismo y cambiaron de tema, ahora opinando sobre la
película que iban a ver.
-¿Has
visto?-Preguntó Louis a Claris.
-Sí,
y no creo que haya que darle importancia.
-Sí
hay que darla.
-Ni
Niall ni Jade harían una cosa así, y menos a mí, estoy segura.
-El
amor es estúpido, no sabes lo que puede llegar a hacer.
-Te
digo que no Louis, Niall...
-¡Tú
no sabes lo que ha hecho Niall!-Exclamó, en voz bajita, cortando a
la chica.
Ella
se intrigó y lo miró, con el ceño fruncido.
-¿Qué
quieres decir?
-Nada.-Negó.-No
he dicho nada.
-Louis...-Insistió
ella.
-Lo
único que digo es que aunque sea muy buen chico, sigue siendo una
persona y tiene sentimientos que no puede controlar, y errores que
cometer y seguro que hace cosas que no están bien.
-¿Y
qué ha hecho que no esté bien y no puedas contármelo?
En
ese momento, y como por arte de magia y suerte para Louis, las luces
se apagaron y comenzaron los anuncios.
-No
puedo hablarte más, hay gente que quiere ver los anuncios y no es
plan de molestarlos.
Claris
resopló y miró a la pantalla, intentando olvidarse de aquello.
-Liam,
¿has hablado ya con Abie?-Preguntó, acercándose a su oído, con
voz pausada y tranquila, intentando mantener la sangre fría.
El
joven se giró y la miró. Los ojos de ella, oscuros y cálidos,
estaban fríos y gélidos.
-Sí,
ya lo he hecho.-Contestó, con voz nerviosa.
-Bien,
¿vais a quedar?
-Lo
más probable.
-¿Ya
lo habéis planeado?-Volvió a preguntar la joven, tranquilamente.
-Aún
no, pero quedaremos algún día en Navidad.
-Espero
que lo paséis bien.
Y
para sorpresa de Liam, sus palabras no venían en tono irónico, ni
en tono incomodante, sino más bien, era un tono tranquilo, pero
levemente triste, aunque casi imperceptible.
-Gracias.-Fue
lo único que dijo.
Ella
lo volvió a mirar y le dedicó una sonrisa cerrada.
-Me
dijiste que le gustaba leer como a ti, ¿no?
-Sí...
-Llévala
a la biblioteca y prepárale algo original.-Se encogió de
hombros.-Es solo un consejo, tú la conoces más que yo.
-Gracias.-Sonrió
él, sintiéndose mal consigo mismo por estar haciéndola sufrir
tanto.-Eres una gran... amiga.-La última palabra la dijo rápidamente
y en voz baja.-Te quiero muchísimo.
-O
también puedes invitarla a cenar para ver tu peli favorita. A todo
el mundo le gusta Toy Story, incluso a ella le gustará, supongo.
Él
soltó una risita.
-Es
una idea estupenda. Gracias May.
Ella
sonrió en respuesta y, cogiendo su refresco, se dispuso a ver la
película, que ya había comenzado. Y es que, aunque estaba ayudando
a Liam, le dolía todo aquello, y probablemente las cosas no
sucederían como ella quisiera... ¿O sí?
~~~~~~~~~~~
-Vas
guapísima.-Kesha sonrió a través del espejo, a su amiga Amy. La
rubia en efecto, iba preciosa. Llevaba un vestido largo en color rojo
y unos tacones a conjunto. Su pelo rubio suelto, caído por los
hombros, y se había pintado para la ocasión, destacando sus labios
en color granate y la raya del ojo en un negro oscuro.
-Tú
sí que vas guapísima.-Le cogió de la mano y la acercó hacia el
espejo.-Mírate.
Kesha
ladeó la cabeza y sonrió. No iba demasiado mal. Llevaba una faldita
vaquera, y unas medias de color carne para no pasar tanto frío,
además de unas bailarinas. Por arriba tenía una blusa que su amiga
le había dejado y que en efecto le quedaba a la perfección y una
chaqueta vaquera bastante formal. El pelo también lo llevaba suelto,
con un par de ondas echas por la rubia.
-Gracias.-Sonrió
mirando a su amiga.
-Espera.-Amy
cogió un colorete, una brocha y se lo colocó por las
mejillas.-Estabas demasiado blanca, pero ahora estás genial.
Kesha
volvió a mirarse al espejo, no le gustaba demasiado el maquillaje,
pero no podía negar que le hacía resaltar más el rostro.
-Me
encanta.-Contestó sonriendo y abrazó a su amiga con fuerza. Ambas
rieron y, cogiendo sus bolsos, salieron de la habitación.
-Brendon,
ya estamos.-Anunció la rubia, camino al salón para coger las llaves
y despedirse de sus padres.
El
chico salió de su dormitorio y se topó con Kesha. Se quedó callado
e
impresionado,
mirándola y sin decir nada. La chica sonrió y se colocó un mechón
de pelo tras su oreja, nerviosa.
-Estás
muy guapo.
Él
soltó una leve risita con nerviosismo.
-Gracias,
tú también.-Y rápidamente soltó.-Bueno me refiero a que estás
más guapa de lo habitual, pero siempre estás muy guapa, porque ya
lo eres...-Se calló al instante y se maldijo por haber dicho
aquello.
En
cambio ella soltó una carcajada.
-No
te preocupes, lo había entendido, y muchísimas gracias.-Se acercó
a él y agarró la corbata azul, para ponerla bien.
Brendon
tragó saliva, muy nervioso, y se dedicó a mirarla. Al ver que su
corbata había quedado perfecta, se atrevió a preguntar que cómo
sabía hacer tan bien el nudo de la corbata.
-Mi
padre.-Respondió ella.-Yo siempre se la arreglo.
-Pues
yo debería coger ejemplo. A mi padre se la arregla mi madre.
Ella
se puso seria de momento y bajó la mirada.
-Mi
madre murió hace unos años.
-Lo
siento, yo no quería... Es decir, de verdad que no sabía nada.-El
joven agachó la cabeza culpándose de haber dicho aquello.
-No
te preocupes.-Respondió la chica y una sonrisa volvió a su rostro.
Acarició la corbata del chico para colocarla bien por segunda vez y
le miró. Brendon alzó la vista y sonrió, temblando, al tenerla tan
cerca.
En
ese momento, Amy salió del salón.
-¿Pero
qué hacéis?-Preguntó.
-Kesha,
estaba... estaba.
-Poniéndole
la corbata.-Le ayudó la pelirroja, tranquilamente.
-Sí...
eso.-Añadió él.
-Ya.-Ironizó
la rubia, levantando una ceja con sorna y con una media sonrisa en su
rostro-Anda, vamos, o llegaremos tarde.
Se
aligeraron en llegar al instituto, donde todo era fiesta. El pabellón
de Educación Física estaba lleno de globos y de confeti, además de
una música algo alta y una especie de pista de baile. Pero en ese
momento, lo verdaderamente importante era el auditorio de música.
Estaba lleno de gente, padres, madres, alumnos y profesores. Kesha se
acercó a su padre y a sus hermanas.
-Estás
guapísima.-Richard besó a su primogénita en la frente y le
acarició la mejilla con dulzura.-¿Estás nerviosa?
-Un
poco.-Admitió la pelirroja.
-Seguro
que te sale bien.-Le animó el hombre.
-Gracias.-Contestó
ella suspirando.-Bueno, debo irme, os veo luego.
Se
aligeró en ir tras bambalinas y se reunió con sus compañeros.
-Nos
van a presentar.-Dijo Marchel a toda prisa, y entonces entramos,
¿entendido?
Todos
asintieron, enterándose.
-Dos
minutos, chicos.-Les dijo una chica bajita que llevaba una especia de
carpeta llena de papeles en mano.
-Lo
haremos bien, somos los mejores.-Dijo Ben.
Los
demás sonrieron, sabían que lo había dicho para calmar aquel tenso
ambiente.
-¡Un
fuerte aplausos para la gran banda musical del instituto, que hoy ha
preparado una increíble versión de "All I Want For Christmas
Is You" de Mariah Carey!-Anunció el director, aumentando el
tono de voz conforme iba hablando. Se oyó el ruído de los aplausos
como fondo y los amigos se miraron entre ellos.
-¡Vamos
allá!-Exclamó Marchel, saliendo el primero, seguido de los demás,
excepto Kesha.
Cada
uno se colocó con su instrumento, mientras que la misma chica de
antes, se acercó a toda prisa a Kesha y le dio un micrófono.
-Suerte.-Dijo
guiñándole un ojo.
-Gracias.-Susurró
la pelirroja, con una sonrisa.
Miró,
tras aquel manto rojo que la separaba del escenario, a todo el
público que les estaba contemplando. Se fijó en su padre y sus
hermanas, y luego en múltiples compañeros de clase, entre los
cuales se encontraba Yuriko.
Suspiró,
y, cuando la típica música angelical comenzó a sonar, cerró los
ojos e intentó dejarse llevar.
-I
don’t want a lot for Christmas, there is just one thing I need...I
don’t care about presents underneath the Christmas tree...-Su voz,
tan potente pero a la vez tan suave, retumbó en aquella sala,
dejando a todos emblesados. Lo hacía todo tan bonito y de una manera
tan especial, que parecía toda una artista de verdad.
-I
just want you for my own, more than you could ever know..make my wish
come true…all I want for Christmas is you.-Su voz conectó con la
de George y Brendon, las dos voces masculinas que mejor cantaban en
el grupo, y comenzó un ritmo aún más frenético, mientras la
canción iba subiendo de intensidad, y todo aquello se iba animando.
Las luces parapadeantes animaron a la gente para dar palmadas e
incluso algunos comenzaron a cantar el estribillo con aquella banda
juvenil.
-All
I want for Christmas....-Terminó alzando el brazo con alegría.
Aplausos,
muchos aplausos y silbidos vitoreando a los jóvenes.
Kesha
dio un par de pasos hacia atrás, sonriente, y se acercó a sus
amigos, que se unieron en un abrazo y luego se dirigieron al público
para despedirse.
Bajaron
del escenario y Kesha corrió a reunirse con su familia.
-¡Pequeña,
qué bien lo has hecho!-Richard abarazó con fuerza a su hija y le
alborotó el pelo como a cuando era pequeña y había hecho alguna
cosa bien.
-Gracias
papá.-Agradeció la chica.
-Pues
ahora hay alguien que quiere decirte algo.-Candy alzó ambas cejas y
presentó a un hombre bastante joven. Tenía una inicipiente barba de
un par de días y sus ojos oscuros presentaban firmeza. Llevaba una
copa de vino en la mano, y además su traje parecía caro.
-Con
que Kesha Stadler.-Agarró la mano de la joven y la besó con
delicadeza, tal y como se hacía en épocas antiguas para las
damiselas de la nobleza.-Con mucho gusto, señorita. Soy Stev
Marquet. Empresario y director de una banda de música muy joven y
promedia a ser famosa.
-El
placer es mío, señor.-Respondió Kesha, con una voz refinada.
-Me
gustaría proponerte algo.
-Usted
dirá.
-¿Qué
le parecería si se une a mi grupo de música? Tienes talento y veo
un gran potencial en ti.
Kesha
dudó unos instantes.
-Lo
siento, pero no. Ya tengo mi grupo y no quiero dejarlo.
El
joven, no impresionado con la respuesta, sonrió.
-¿Es
tu última decisión?
-Así
es.-Respondió, asintiendo con la cabeza para dar más credibilidad a
sus palabras.
-Está
bien, pero recuerda que esta no será la última vez que nos veamos.
Hasta la próxima.-Volvió a besar su mano con galantería y se
despidió sin perder la sonrisa.
-¡Qué
tipo más extraño!-Exclamó Richard, al que aquello no le cuadraba
demasiado.
-Un
poco...-Añadió la pelirroja, algo sorprendida por la inesperada
llegada de aquel joven empresario a un lugar como aquel para buscar a
alguien para su banda musical. -¡Kesha!-La aludida se dio la vuelta
para mirar a su amiga Amy.-¡Vamos nena! Acaba de comenzar la fiesta
en el pabellón. ¿Te apuntas?
La
joven sonrió y miró a su padre para perdirle su aprobación con la
mirada.
-Claro
que puedes.-Sonrió él.
-¡Gracias
papá!-La pelirroja agarró la mano de su amiga y ambas corrieron por
los pasillos hasta llegar al patio, y desde allí al pabellón de
Educación Física.
Ya
había muchos estudiantes y una gran mesa de cócteles.
-Han
puesto licores sin alcohol.-Anunció la rubia con una risita.
-¡Jo,
qué bien! Yo voy a coger uno de mora, ¿quieres uno?
-No,
gracias. Te espero aquí.
-Vale.-Kesha
anduvo hacia la mesa y vio un cubo lleno de hielo con botellitas de
licores diferentes. Cogió la de color morado y, cogiendo uno de los
múltiples vasitos pequeños que se encontraban en la mesa, lo sirvió
y lo probó. Sonrió por instinto al acordarse que era aquello que
tomaba las Navidades con su madre y su abuela, justo al lado de la
hoguera, mientras los mayores tomaban algún champán o vino, que,
evidentemente, ella no podía tomar.
Se
dio la vuelta para volver con su amiga, cuando la vio con un chico
rubio y un poco mayor. Hablaban animadamente y quiso no molestar, así
que se sentó en un banquito cerca de los canapés y volvió a beber
un poco de su licor sin alcohol, contemplando la fiesta. Ben, en un
lado hablando con una chica. George con un par de colegas y Marchel.
Y Brendon. Se fijó en que estaba justo frente a ella, con un vaso en
la mano y solo, sentado en un banquito. Sonrió, al verle mirar de un
lado a otro la gente. Estaba haciendo justo lo mismo que ella.
Terminó de beberse su licor y dejó el vaso sobre la mesa. Se
levantó, se alisó la falda y comenzó a caminar hacia allí. Justo
a un par de metros de él, una chica se adelantó. Era muy guapa e
iba con un precioso vestido de encaje en color blanco. Se sentó
junto al joven y comenzó a hablarle con soltura. Vio como él se
reía y entonces se paró y se dedicó a contemplarlos.
-Es
Naira.-Susurró alguien en su oído.
Kesha
se sobresaltó y vio como su amiga Amy le miraba con una sonrisa
dulce.
-Están
muy juntos últimamente.-La rubia miró a la dirección donde se
encontraba su
hermano,
y luego se volvió a fijar en Kesha.-Podrían estar saliendo juntos.
-Ah...
-Es
mejor que te olvides de él. No se pueden relaciones en el club y
además no creo que mi hermano sea tu tipo.
-No
sé a qué te refieres.
-Te
gusta Kesha, no lo niegues.
-No
me gusta.
-No
puedas negar lo evidente.
-No
me gusta Amy.-Kesha miró duramente a su amiga.-Simplemente me
preocupo por él porque es mi amigo y porque me parece injusto que lo
atormenten día tras días por ser cómo es.
Amy
frunció el ceño, interpretando mal aquella frase.
-¿Cómo?-Gritó
y muchas miradas se fijaron en ella, incluso Brendon y la chica se
fijaron.-¿A qué te refieres con lo de "por ser cómo es?
-Tú
misma me lo dijiste.-Respondió Kesha también con un tono de voz
elevado.
-¿Te
dije qué Kesha?
-¡Que
tu hermano era un rarito!-Gritó con una gran opresión en el pecho.
Unos
segundos de incertidumbre y de silencio se hizo entre ambas. Aunque
muchos seguían disfrutando de la fiesta (pues le pabellón era
bastante grande y la música muy elevada) Brendon y unos cuantos más,
contemplaban la pelea, entre ellos también estaban Marchel y George.
-Lo
dije en broma Kesha, tú lo sabes, no sé cómo has podido decir
eso.-Dijo la rubia lentamente, con voz suave y clara.
-Amy,
lo único que quería era aclararte que...
-¡No,
calla!-Pidió mirándola severamente.-No es el momento ni el lugar.
No montes más numeritos por favor, creo que este ha sido suficiente.
La
rubia se dio la vuelta y se alejó. Kesha miró a Marchel y George
que le negaron la mirada, y luego se dirigió a Brendon. El moreno
estaba sorprendido y sus ojos estaban muy vidriosos, como si fuera a
llorar de un momento a otro. Negó con la cabeza y se dio la vuelta,
junto con la chica con la que estaba, que lo abrazó con fuerza y le
comenzó a consolar.
Kesha
caminó con rápidez hacia la salida y anduvo hacia el banco más
cercano. Se sentó y comenzó a llorar, cubriéndose la cara con las
manos. Pronto sintió cómo dos personas se sentaban a su lado, más
concretamente, una a cada lado de ella.
-Hey,
no llores.-Esa voz tan reconocible y chillona.
-Lo
he estropeado todo Yuriko.
-Todo
el mundo se equivoca, pero ya verás que te perdona.
La
pelirroja se secó las lágrimas y la miró.
-Gracias.-La
abrazó con fuerza y le dedicó una sonrisa.
-Tienes
que perdonarme por lo de esta mañana.
-No
te preocupes. Tú misma lo has dicho, todo el mundo se equivoca.
La
morena sonrió y le acarició el pelo anaranjado. Alguien carraspeó
tras ellas. Era un carraspeo dulce y melodioso. Kesha se giró y se
llenó de asombro.
-No
puede ser...
La
rubia soltó una risita.
-¿No
te alegras de verme?
-¡Abie!-Exclamó
dándole un gran abrazo, mientras varias lágrimas volvían a
salir.-Madre mía, qué guapa estás. Te pega mucho el rubio.
La
chica soltó una risita.
-Gracias.
Kesha
sonrió y cogió una mano de cada una de ellas. Era increíble,
después de tanto tiempo, y justo aquella noche, se encontraban tres
amigas, tres "warriors" unidas. ¿Era casualidad? ¿Era el
destino? Fuese lo que fuese aquella noche sólo acababa de empezar,
para tres chicas que volverían a renacer su amistad.
-------------------------------------------------------------------------------
¡¡Aquí está el capítulo 64 por fiiin!!
¡¡Espero que os guste mucho mucho!! :D
No os olvidéis comentar y darle a las reacciones de aquí abajo ^^
Y otra cosa, ¿os gusta el nuevo diseño? He puesto también nuevas encuestas y me encantaría que la hiciérais para saber vuestra opinión :)
Besitoooooooos :)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)