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Capítulo 65: Al acecho de nuevo


Se había despertado bastante temprano y preparaba tortitas con nutella para el desayuno. Además, de algunas más para llevárselas a Amy y Brendon y así hacer las paces con ellos. Había puesto: "Happy" como música de fondo, y la tatareaba moviendo la cabeza al compás de la música.
-Hola.-Candy se asomó por la puerta y se acercó a su hermana.
-Buenos días. ¿Qué haces despierta tan temprano?
-Lo mismo podría preguntarte yo, pensé que seguirías dormida después de la fiesta de anoche.
Kesha puso una mueca que enseguida borró de su rostro.
-No llegé muy tarde.-Se limitó a contestar.-Bueno, ahora que no hay nadie, ¿cómo estás?
Candy suspiró cansadamente.
-Estoy bien, no tienes de qué preocuparte.
-Estás muy pálida.
-Nunca he sido morena.
-Pero siempre lo has sido más que ahora.
-Báh, eres una exagerada. Ni siquiera papá se ha dado cuenta.
La pelirroja tragó saliva con fuerza.
-Tampoco es que Richard preste mucha atención.
-Pensé que habíais hecho las paces.
-Y la hemos hecho y le quiero mucho, pero eso no quita que tenga razón.
Candy se quedó callada, no podía negar aquello que era cierto. No hablaron más hasta que la pelirroja terminó, ayudada ahora por su hermana, y guardaron las tortitas en bonitas bandejitas para Amy y Brendon, aunque Kesha no le contó la finalidad de aquel desayuno.
-Me voy ya, hermana. Avisa a dónde he ido a papá.
-Lo haré, tranquila.
-¡Adiós!-Kesha le revolvió el pelo a su hermana menor y salió de casa. En unos minutos ya había llegado a la casa de sus amigos. Con su bandejita (bien resguardada por un papel transparente) en mano, llamó al timbre. Una vez, otra, y una tercera. Pero parecía que allí no había nadie. Frunció el ceño y entonces cayó en la cuenta de la llave que se encontraba en la alfombrilla y servía para emergencias. Miró de un lado a otro, y al no ver a nadie, la cogió con avidez y entró en la casa. Dejo las llaves encima de la mesa del salón y subió al dormitorio de su amiga. Lo extraño era que la cama estaba hecha, y en ella se encontraban un par de conjuntos, que la tarde anterior ella y Amy habían cogido para probárselos. Registró a fondo la habitación y el baño contiguo y no había rastro del vestido rojo que la rubia llevaba puesto. Frunció el ceño, extrañada y se dijo a sí misma que luego la llamaría.
Salió de alli y abrió la habitación de Brendon, llevándose una gran sorpresa. El joven se encontraba tumbado y durmiendo apaciblemente, pero eso no era lo extraño. A su lado, se encontraba aquella chica de la noche anterior, Naira, abrazada a él y cubierta por aquellas sábanas blancas.
Kesha se quedó allí de pie durante unos segundos analizando la situación y sin querer derramó un par de lágrimas que se las quitó rápidamente con la mano.
-"No seas tonta, es solo un amigo, él no te quiere, tú no le quieres. Es prohibido enamorarse en el club ¿recuerdas?"-Se decía a sí misma.
Caminó hacia el lado del chico y vio su rostro. Sus facciones estaban relajadas, pero se podía notar cierta tristeza en ella, aunque también una pizca de felicidad. Sacó la bandeja de tortitas que había hecho para él y la dejó en la mesita de noche. Justo encima de la gran "torre" de tortitas, estaba puesto su nombre, dibujado con nutella.
Le acarició el flequillo y sonrió, pero pronto se esfumó su sonrisa al ver a Naira a su lado. Se dio la vuelta y salió de la habitación, cerrando el dormitorio tras de sí.
-¿Qué haces?
Kesha se dio la vuelta sorprendida. Amy la miraba extrañada, con una mochila a su espalda.
-He venido a traeros tortitas a tu hermano y a ti, porque os quería pedir perdón por lo de ayer, me arrepiento de haber actuado así.
La rubia no mostró compasión ante sus palabras, pero su rostro se relajó.
-¿Y por qué no se las has dado abajo en la cocina?
-Porque está durmiendo.
-No entiendo nada..-Negó Amy.-¿Cómo has entrado entonces?

-La llave de respuesto, la que tenéis bajo la alfombrilla.
-Entiendo...-Asintió Amy.-Entonces voy a despertarlo.
-¡No!-Exclamó Kesha rápidamente.-No hace falta, está con Naira. Han pasado la noche juntos.
Entonces la rubia miró a la pelirroja por primera vez a los ojos.
-Supongo que tú tenías razón.-Afirmó Kesha.
-Lo siento, tampoco quería que te enterases de lo que había entre ellos dos de esta forma.-La rubia se acercó, le dio un abrazo y le regaló una sonrisa.
-Gracias.-Sonrió Kesha. Adiós a los enfados, adiós a la tensión.-Para ti también he traído tortitas.
-¿Qué tal si preparo chocolate y nos las comemos juntas?
-Me parece genial.
Ambas amigas sonrieron y bajaron a preparar el desayuno.


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Candy se cambió y se hizo una coleta frente al espejo que había en su armario. Se le veían las grandes cuencas bajo sus ojos y estaba demasiado pálida. Resopló y cogió un neceser donde llevaba corrector para sus orejas y algo de coloretes para avivar el rostro.
Se cambió, poniéndose unos vaqueros y una sudadera rosa y bajó a la cocina, donde su padre y su hermana pequeña desayunaban las tortitas que había hecho Kesha minutos antes.
-Papá voy a salir a estudiar a la biblioteca.-Abrió la nevera y cogió una botella de agua y un paquete de galletas del armario.
-No tardes. Recuerda que esta tarde tenemos cena en casa por Navidad.
-Sí, tranquilo que llegaré para ayudarte en lo que necesites.-Sonrió y le dio un abrazo a su padre de despedida y un beso en la mejilla a su hermana menor.-Adiós.
Cogió la mochila que se encontraba en el salón, ya preparada, y salió hacia la parada del metro.

En cuanto llegó, se sentó en uno de los banquitos y se colocó su móvil con los cascos. La primera canción fue de Green Days. Sonrió. Últimamente los escuchaba mucho.
Aún quedaban unos cinco minutos para que llegara el metro que debía coger, así que puedo escuchar un par de canciones antes de que este hiciera su aparición.
Se levantó y anduvo hacia dentro. Había gente que iba y venía y alguno que otro se chocó con ella, pero aún así, encontró un sitio, justo al lado de una señora mayor.
En la primera parada entró menos gente que la que salió, por lo tanto no tuvo que levantarse. En cambio en la segunda no tuvo tanta suerte. Una pareja de ancianos entró, poniéndose en pie justo a su lado, agarrados de la mano y los asientos para no caerse. La rubia se levantó y cedió su asiento a la mujer, que se lo agradeció con una sonrisa y bonitas palabras.
El metro se puso en marcha y anduvo hacia un lugar más seguro para agarrarse, con la mala suerte de que la curva que había cogido el metro, hizo que se tropezara un poco y chocó con un chico rubio, el cual hablaba con una chica también rubia bastante simpática y alegre.
-Lo.. lo siento.-Se disculpó con las mejillas encendidas.
El joven se dio la vuelta.
-¿Candy?
La rubia abrió los ojos, muy sorprendida.
-¿William?
Ambos sonrieron y se dieron un abrazo.
-¿No estabas en Alemania?-Preguntó la chica.
-Estaba. Pero echaba de menos esto y volví a principios de curso. Ahora estoy en un colegio de prácticas de profesor.
-Genial.-Respondió la chica, sin saber muy bien qué decir.
-Te presenta a Aida.-La guapa rubia sonrió.

-Encantada. Soy Candy.
-¿Os conocíais?-Preguntó Aida, en tono cauteloso.
-Sí. Fuimos...-William miró a Candy unos segundos y luego se dirigió de nuevo a Aida.-Amigos. Hace un tiempo.
-Amigos...-Susurró Candy, tragando saliva.-Sí, claro... De todas maneras podías haber avisado de que volvías.
-Apenas he tenido tiempo.
-¿Llevas casi cuatro meses aquí y no has tenido tiempo?-Candy alzó una ceja.-Ya...
Aida se agarró fuertemente al barrote metálico y miró hacia otro lado. Se sentió un poco incómoda.
-Tú tampoco me llamaste ni un solo día cuando me fui. No solo me abandonaste diciéndome que no querías venir conmigo, sino que encima ni siquieras te preocupaste en llamarme.-Contestó él en tono duro.
Candy le dedicó una sonrisa amarga.
-Tal vez no te llamé para que fuera más fácil olvidarte, porque supuse que no volvería a verte de nuevo.-Tras esas palabras sus ojos brillaron y apartó la vista.
William se relajó y abrió la boca para decir algo, cuando el metro se paró y las puertas se abrieron.
-Esta es mi parada. Debo irme.-Se dirigió a Aida y le sonrió.-Encantada de conocerte.-Luego volvió la vista a William y, mirándolo por última vez, salió de allí, dejando atrás a William y removiendo aquella historia del pasado.


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-¿Y dónde has pasado la noche?-Kesha tomó las tazas de chocolate ya vacías y las dejó en el lavavillas, mientras Amy guardaba las tortitas que habían sobrado.
-En casa de...-Se quedó callada porque se escuchó un ruído.-Es la puerta. O es Naira, o es mi hermano.
Ambas se quedaron calladas, y vieron cómo aparecía el joven con la bandeja de tortitas entre sus manos.
-Amy, ¿has hecho este desayuno? A Naira y a mí nos ha...-Su mirada se fijó en Kesha. La pelirroja se quedó callada, seria y mirándolo fijamente.
-No. Las he hecho yo, para perdirte disculpas por lo de ayer. No quise decir aquello y me arrepiento mucho.
Las mejillas de Brendon se colorearon y miró la bandeja, casi vacía.
-Pues... muchas gracias.-Tragó saliva y dejó la bandeja en la mesa.-Nos ha encantado, estaban deliciosas.
Kesha le dedicó una media sonrisa y se acercó para abrazarlo. Sabía que sólo podía aspirar a eso, pero le bastaba. El joven se quedó rígido unos segundos, hasta que por fin reaccionó y pasó sus manos por la espalda de la chica, apoyó su barbilla en el hombro y cerró los ojos.
Ella se separó primero y sonrió.
-Me alegro de que os haya gustado.
En ese momento, bajó Naira. Llevaba un pijama de invierno que no era suyo.
-Amy, te he cogido esto para ponérmelo. No quería bajar a la cocina con el vestido de
anoche.
Kesha reprimió una risita. Sabía que a Amy no le gustaba que le cogieran las cosas sin permiso.
-No te preocupes, pero la próxima vez me lo dices antes.-Contestó la rubia con resentimiento.
Naira sonrió.
-Ah, y muy ricas las tortitas.
-Las hizo Kesha.-Volvió a responder la rubia.
La guapa joven se fijó en la pelirroja.
-Oh. Tú fuiste la que insultaste a Brendon ¿no?
-Solo vine a diculparme.
-Ya... Pues Brendon seguro que no está por la labor, ¿verdad?-Se acercó al chico y le acarició con dulzura la mejilla.
-De hecho ya me ha perdonado.-Contradijo la pelirroja.
-Oh... bueno, es demasiado bueno.-Acercó el rostro del chico a ella y lo besó.
Kesha se sintió incómoda. Miró sus zapatos y dijo:
-Eh...tengo que irme.-Se dirigió hacia su amiga y le sonrió.-Adiós Amy. Y Feliz Navidad.-Se acercó a ella y le dio un gran abrazo. Luego se dirigió a Brendon.-Feliz Navidad.-Le sonrió y salió hacia la puerta.
Naira iba tras ella.
-Espera, te acompaño.-Abrió la puerta y dejó que la pelirroja saliera.-Y por cierto no te metas en la relación mía y de Brendon.
"El burro detrás"-Pensó Kesha, pero se contuvo.
-Sé que siente algo por ti, pero ¿sabes? Gracias a tu error de ayer pude ganarme su confianza.
-No le hagas daño.
Ella le sonrió, malvadamente.
-Adiós Kesha.-Y sin dejar que dijera nada más, cerró la puerta, justo en sus narices.
 

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Aida y William llevaban andando en silencio bastante tiempo. Desde el encuentro con aquella chica peculiar llamada Candy, William no había vuelto a hablar.
-¿Quieres que vengamos por la tarde, mejor?-Preguntó Aida, tocándose el pelo rubio, nerviosa.
-¿Qué?-El chico salió de sus pensamientos.
-Digo que si quieres que quedemos por la tarde a comprar los regalos para Navidad.
-No, no hace falta. Lo siento.-Le dedicó una sonrisa y se acercó más a ella. Sus brazos chocaron.
-Has estado muy callado desde el metro.-Lo dijo con cautela.
-Esa chica...-Se aclaró la garganta.-Fue mi novia hace un tiempo.
-Oh.-La verdad es que lo intuía, pero la veía demasiado joven.-Parecía que tenía quince años, ¿no es demasiado pequeña?
William soltó una risita. Era verdad. Candy no tenía un rostro demasiado maduro, más bien parecía más pequeña de lo que era.
-Tiene diecisiete, como tú.
Entonces Aida comenzó a encajar algunas piezas. ¿Tal vez sería por eso?
-Si te hago una pregunta, ¿me prometes que no te enfadarás?
El rubio miró a la chica algo asombrado, pero asintió.
-¿Por eso me elegiste? ¿Te recordaba a ella?
-¿Por qué dices eso?
Ella se encogió de hombros.
-Somos de la misma edad, somos rubias, tenemos el pelo largo, ambas tenemos una sonrisa bonita, tenemos los ojos claros y somos blanquitas de piel. Y apostaría lo que fuera a que seguro que también tendremos algo en común en cuanto personalidad.
William apretó la mandíbula.
-Sí que os parecéis, tanto física como psíquicamente. Ella es también un poco rebelde, pero no es nada tímida. Y los estudios no son lo más importante para ella.
Aida asintió.
-Ya... Cuando me viste la recordaste ¿no? Y por eso te acercaste a conocerme.
Él sonrió a medias.
-Sí que me recordaste a ella, pero luego todo fue diferente. Me gustaste mucho y me atraías.
-Pero en un principio me querías porque la viste a ella. La... la viste reflejada en mí.-Aida suspiró.-Sé sincero por favor, porque sino, estar aquí caminando juntos, mientras estás viendo en mí a otra persona no sirve para nada.
El rubio se paró y ella también lo hizo. Se miraron unos segundos.
-Ya no la veo. Ahora que te conozco veo a la chica a la que un día tiré las fresas.-Ladeó una sonrisa y se acercó para abrazarla. La quería, sí que la quería, pero tenía un sentimiento de culpa. Aida había sido muy lista y le había descubierto. En ella había visto todos los caracteres de Candy, y, aunque ya cuando estaba con ella no la veía ni la extrañaba, aquel inesperado encuentro en el metro habían vuelto a resurgir sentimientos.


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Claris terminaba algunos ejercicios que le quedaban. Las Navidades iban a ser un auténtico aburrimiento encerrada en su cuarto. Suspiró. Estaba muy cansada y no tenía ganas de hacer absolutamente nada más.
Dejó el boli en la mesa y cogió su móvil. Se metió en Whatsapp y miró los mensajes que tenía. Eran pocos, y todos de un grupo de clase. Dudó unos segundos mordiéndose la mejilla interna y al final se metió en el perfil de Niall. Su última conexión había sido a las ocho de la mañana. Demasiado temprano.
Suspiró y salió de whatsapp. Se iba a sentir un poco sola tantos días en casa sin poder salir con nadie de sus grupos de amigos. Y lo peor de todo es que aún no había terminado de arreglar las cosas con Aida. Aunque aún tenía a Perrie y a Jade, además su padre no le había prohibido salir con ellas. En realidad, nadie le había prohibido
directamente salir con él, pero era lo mejor, sabía que su padre era capaz de hacer muchas cosas horribles por tal de que no estuvieran juntos.
Hizo una mueca pero enseguida sonrió. Esa Navidad sería como la anterior, no podía deprimirse porque no iba a estar con Niall. Quedaría con las chicas y saldría a hacer cosas distintas.


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Los chicos se encontraban preparando comidas para aquella noche de Navidad. Harían una fiesta a lo grande.
-Louis, pásame la masa.-Pidió Zayn.
El mayor le hizo un saludo al estilo militar y se la dio.
Harry se encontraba aburrido comiendo un dulce de chocolate de las bandejas que Liam acababa de sacar del horno.
-¡Ah quema!-Se quejó dejando caer el pequeño pastelito chocolatoso en la encimera.
Niall se rió por lo bajo mientras daba la vuelta a una tortilla.-Chicos, os tengo que preguntar algo, ¿puede venir Raquel esta noche?
-¿Raquel?-Zayn se giró a mirar a su amigo.-¿Raquel la de Finn y Jake?
Los demás soltaron una risita.
-¡Qué dices!-Exclamó Harry paseando el pastelito por la encimera.-Si en Finn y Jake no hay ninguna chica que se llame Raquel, idiota.
Liam puso los ojos en blanco.
-Se refiere a la chica del otro día que le gustaban tanto esos dibujitos. ¿Verdad?
Zayn asintió, como si quisiera decir: "¿Era obvio no?" . Harry en cambio frunció el ceño, pero no le dio más importancia.
-Pues claro que puede venir.-Añadió Louis.
-Es una pena que Claris no pueda.-Niall hizo una mueca.-Me hubiese gustado que se conocieran. Se hubieran caído muy bien.
-Sí.-Louis suspiró.-Esta noche quiero hablar con Jade, lo he decidido por fin. Estaba muy dudoso, pero lo que me dijo hace un par de semanas Daisy me hizo reflexionar y creo que es el momento.
-Bien hecho, machote.-Zayn pasó por su lado y le dio en el hombro con cariño.-Seguro que todo va bien.
-Eso espero.-Suspiró el mayor.

-Chicos...-De repente todas las miradas se giraron a Liam.-Os tengo que confesar algo. Creo que me gusta Abie... Y me siento terriblemente culpable porque estoy con Perrie y la quiero mucho. No debería sentir lo que siento por otra persona, pero... es tan difícil. Y ya se lo he contado a ella y parece que está bien, pero no lo puede estar porque le estoy haciendo daño y no quiero. Lo peor de todos es que ayer el otro día estuve hablando con Abie y hemos quedado para saber si nos gustamos de verdad. Y si es así me voy a sentir la peor persona del mundo.-Suspiró.-No sé qué hacer.
-No puedes hacer nada.-Louis tensó los hombros, algo incómodo.-Yo voy a hacer algo parecido con Daisy y Jade. Pero hay que tomar riesgos, no puedes seguir con una persona si no la quieres porque si no esa relación no va a funcionar y no va a ser
verdadera. Y además....
Una vibración los interrumpió.

-¡Mi móvil!-Exclamó Harry cogiéndolo, interrumpiendo a Louis y la conversación.
Era un mensaje.
Lo abrió y se quedó realmente atónito.
-No... no puede ser.-Murmuró mientras las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos.-No es posible...
-¿Qué pasa Harry?-Todos se volvieron a él, pero sólo Niall habló.
Se acercaron hacia donde estaba y miraron la pequeña pantalla de aquel aparato. Rápidamente, todos cambiaron su expresión de alegría por una de auténtico pavor.
Era de un número oculto. En el mensaje habían escrito: "Ella ha sido la siguiente." Y se adjuntaba con una foto.
Una foto del cuerpo de Heather en el suelo...con una bala en la cabeza.
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¡Matadme! Bueno no, no matadme, pero casi... xdd. 
Siento haber tardado tanto, de verdad que lo siento, estudios, deberes y poco tiempo. Esa es la razón. Pero al fin he tenido un hueco libre y lo he hecho. También he de decir que intentaré subir el próximo antes y que cuando llegue el verano (queda ya poco, menos mal!!) pues podré subir más!! Wiiii <33
No os olvidéis de clicad en las reacciones o comentar o decir cualquier subnormalidad o lo que querías (ya sabéis que me encanta leer o ver lo que sea, sea bueno o malo, pero este sin criticar, claro está xdd)
Y ya está, dejo de enrollarme! Se os quiere mucho mucho muuucho!!! Yyy Clau!! He de decir que creo, creoo que estás en el siguiente... Aún no se sabe porque me lo tiene que decir Harry. Cuando él me lo diga pues ya estarás dentro ;)
Yy creo que no me dejo nada, ¡ah sí! Que este capítulo es un poquito más corto que los demás pero más que nada pooorque quería cortarlo ahí. Y deciros que ya he empezado un poco el siguiente capítulo ;)
¡Nada más!
¡¡Espero que os guste el capítulo!!
Besitoooos :)